Bilbao impulsará la instalación de ascensores para mil pisos de San Ignacio

La barriada fue el germen del desarrollo urbanístico de esta zona. Está compuesta por 968 viviendas, en las que residen 2.071 personas. Empezaron a construirse en torno a 1945 por la alta demanda de residencias en la ciudad. En su época eran de protección oficial y estaban destinadas a la clase media: empleados de banca y comercio, funcionarios y operarios. Ahora, Surbisa pretende mediar en las comunidades para que sus reuniones lleguen a buen puerto y allanarles el camino para que pongan el ansiado ascensor. Para que sus vecinos, especialmente los mayores y con problemas de accesibilidad, «mejoren su autonomía y su calidad de vida», según explicó la concejala responsable del área de Regeneración del Ayuntamiento de Bilbao y de la sociedad, Nora Abete.

Dirigentes y técnicos de la sociedad mantuvieron recientemente una reunión con los vecinos y comprobaron que la mayoría veía con buenos ojos la instalación de ascensores. Así que su labor se centrará en asesorarles para que alcancen acuerdos, contraten los proyectos... Además, también tramitará las ayudas económicas a las que optarán los vecinos y estará pendiente de los problemas que puedan surgir durante la ejecución de las obras.

La concejala recordó que cada familia podrá recibir entre el 9 y el 90% del coste de la inversión que tendrá que realizar, ya que los trabajos están subvencionados por el área de Obras y Planificación Urbana del Ayuntamiento y por el Departamento de Vivienda del Gobierno vasco. El porcentaje de ayuda que recibirán dependerá de los ingresos de la unidad familiar o de si alguno de sus miembros tiene alguna minusvalía.

Surbisa ha decidido actuar en estos bloques porque las viviendas de la Obra Sindical tienen una serie de características que dificultan y encarecen la instalación de ascensores, lo que echó para atrás a las comunidades que se lo plantearon. Tienen escaleras muy estrechas y no hay hueco suficiente para encajar la cabina. «Una de las soluciones puede ser derribar la escalera, colocar en su lugar el ascensor y construir nuevos escalones en un volumen que sobresalga de la fachada», explicó la concejala.

Pero, al formar parte de un conjunto urbano homogéneo, el Ayuntamiento impone que la estética de los edificios siga siendo similar. Es decir, primero hay que contar con un anteproyecto para toda la urbanización y en todos los bloques debe adoptarse una solución parecida. La sociedad municipal abrirá en octubre una oficina en el centro municipal de San Ignacio, donde atenderá todos los lunes. Los vecinos podrán consultar allí sus dudas.