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Bilbao estrena el gran parque que pretende resucitar Artxanda
Terminan las obras de la primera fase del parque del Encuentro, en la cima del monte, con el ánimo de rescatar el pulmón verde de la ciudad para el ocio familiar y natural
El parque del Encuentro está en la cima de Artxanda y más que un parque quiere ser un emblema de la recuperación del monte como ... gran pulmón verde de Bilbao, como lugar de ocio oxigenado en un entorno bonito. Hoy se ha inaugurado de manera oficial el fin de las obras de la primera fase. Esto quiere decir que ya están listos los nuevos viales, los nuevos aparcamientos y, como elemento particularmente espectacular, una zona de juegos infantiles bastante fastuosa al otro lado del campo de fútbol. En una segunda fase, según los planes municipales, llegarán otros elementos planteados para el entorno como un estanque, un jardín botánico y un invernadero, elementos estos más próximos al funicular, junto al restaurante Antón.
Tras nueve meses de obras y una inversión de 3,7 millones de euros (de los que 2,5 llegan de subvenciones de la Unión Europea) este parque, con un pie en Bilbao y otro en Sondika, «está llamada a ser uno de los espacios de referencia del nuevo Artxanda». Para demostrar la relevancia que el Ayuntamiento de Bilbao le quiere dar al asunto solo hay que fijarse en la densidad de autoridades que han acudido esta mañana al acto: el alcalde, Juan Mari Aburto; los concejales de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, Asier Abaunza; la de Deportes, Itxaso Erroteta; la de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete; además de otros miembros de la corporación municipal. También han estado Jakes Aguirrezabal, viceconsejero de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco; y Naia Landa, alcaldesa de Sondika.
El Parque del Encuentro está en el punto más alto de la ladera norte de Artxanda y ocupa un espacio de casi ocho hectáreas, con forma sensiblemente triangular, cuyos bordes los define el Camino de San Roke en sus linderos este, norte y oeste y el Camino Aretxabaleta y Artxandamendi al sur. En esta fase se ha abordado el acondicionamiento de la mayoría de las calzadas y caminos del parque, así como el área de juegos infantiles ubicada en la zona más alta del parque y también la más alejada de la carretera.
Esta zona infantil tiene diferentes espacios interconectados en los que se han instalado múltiples juegos para niños de diferentes edades. Hay saltadores –uno rectangular accesible a sillas de ruedas–, toboganes, un conjunto de hamacas y cuerdas, un rocódromo de escaladas, puentes, redes de trepa y un 'columpiódromo', esto es, un columpio múltiple de planta poligonal del que cuelgan trece asientos.
Además, y aprovechando las pendientes de la ladera, se han instalado dos pasarelas horizontales de las que cuelgan distintos tipos de hamacas y de las que parten hasta cinco toboganes de distintas longitudes y pendientes.
«Todas las actuaciones abordadas y, particularmente los juegos infantiles, se han integrado en el entorno, respetando el arbolado existente», asegura el gobierno municipal.
Por lo que se refiere a los caminos, se ha generado en el interior del parque –desde San Roke bidea– un paseo en rampa hacia el interior, mejorando así la accesibilidad hacia la zona de juegos. Y en cuanto a las calzadas que circundan el espacio verde, se han renovado y generado nuevos aparcamientos (en total se han ganado 54 plazas para vehículos, tres de ellas para personas con movilidad reducida; además de tres plazas para autobuses turísticos), con el objetivo de que en el futuro –cuando concluyan el resto de fases del proyecto– , el interior del parque sea un espacio únicamente peatonal y libre de coches.
Así, se ha abordado la generación de aceras y renovación de pavimentos y muros en Camino Aretxabaleta –a lo largo de unos 370 metros–, entre la rotonda de Nogaro y el Txakoli Ballano. En este punto se han generado 22 plazas de aparcamiento en batería y se han reformado las dos paradas de autobús existentes: una junto a la rotonda y otra próxima al aparcamiento.
En la carretera San Roke (oeste) se ha trabajado en un tramo de casi 500 metros desde el antiguo aparcamiento del funicular ha sido rediseñado por completo y se ha reconvertido en un parking de autobuses, con capacidad para tres vehículos de forma simultánea.
Algo más adelante, en una zona que no tenía uso, se ha ejecutado un nuevo parking con 32 plazas para turismos. Y, junto a él, se ha ampliado la calzada para homogeneizarla con el resto de las planteadas en el conjunto del parque, pasando a dos carriles de circulación –de doble sentido– de 3,25 metros.
Pendiente de la iniciativa privada
En este entorno se ha aprovechado la intervención para soterrar dos servicios afectados: línea telefónica y línea eléctrica de baja tensión. En carretera San Roke (este), en el acceso a la residencia, no se han realizado modificaciones importantes, ya que la calle –tanto acera como calzada– había sido arreglada recientemente.
Lo más significativo en este ámbito ha sido la creación en su parte final de una glorieta que va a permitir a los vehículos dar la vuelta en una vía de doble sentido pero de un único carril.
El parque del Encuentro es particularmente representativo, pero también solo una de las partes en las que se sustenta la recuperación de Artxanda. También está el parque de aventuras proyectado, una zona para la práctica de deportes extremos, la idea de abrir la puerta a alojamientos naturales y actividades como granjas-escuela. Todo esto está pendiende de que la iniciativa privada muestre algún interés, cosa que está costando. Por otro lado, también se ha avanzado en los últimos años en ciertos aspectos dependientes únicamente de la inversión pública y, por ejemplo, ya está terminado el paseo mirador junto a la carretera y las rampas de madera que suben desde Elorrieta.
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