Bilbao arranca el verano con todas las piscinas municipales cerradas

Lo certifica el Ayuntamiento de Bilbao: «Todas las piscinas están cerradas, las tres exteriores (Txurdinaga, Artxanda y Errekalde) y las diez interiores, salvo la de Miribilla, que abre y cierra de manera intermitente en función de si hay socorrista o no». No se incluye aquí la del Azkuna Zentroa, instalación que se encuentra fuera de la órbita de la sociedad municipal Bilbao Kirolak y que sí sigue funcionando.

El motivo del cierre generalizado es la huelga impulsada por ELA en solitario, al margen del resto de los sindicatos, que han firmado ya el convenio sectorial. Para el equipo de gobierno municipal la situación es «inaudita» porque «lo único que está haciendo este sindicato que está en minoría manteniendo la huelga es ir contra la ciudadanía de Bilbao».

Hay que recordar que ya el pasado mes de mayo la mayoría sindical, conformada por CC OO, LAB y UGT, llegó a un acuerdo con la patronal para firmar el convenio de locales y campos deportivos de Bizkaia. ¿Por qué entonces sigue ELA promoviendo el conflicto sin aceptar los designios de la mayoría? «Para nosotros el convenio sectorial es insuficiente», argumenta Pello Igeregi, responsable de Negociación Colectiva de la central nacionalista. De manera que lo que quieren es un convenio propio para la plantilla de los polideportivos de Bilbao, servicio subcontratado a Emtesport (monitores y socorristas) y la UTE Giroa Ansareo (mantenimiento).

En su opinión aún quedan mejoras pendientes en materia salarial, en tiempos de descanso, en horas para ir al médico... Así que «en los ámbitos en los que la gente quiere pelear por más, estamos ayudando». Recuerda Igeregi que ya han logrado convenios propios que mejoran el sectorial en «Bermeo y Elorrio», y lo están intentando no solo en Bilbao, sino en otros municipios como son «Barakaldo y Leioa».

En cuanto a las críticas del gobierno de Juan Mari Aburto en relación con la creciente conflictividad que están promoviendo, el sindicalista lamenta que «el Ayuntamiento de Bilbao se pasa más tiempo denunciando la supuesta persecución de ELA que intentando solucionar los conflictos». De telón de fondo están los enfrentamientos en Bilbobus, que la central abertzale, en minoría, estiró hasta que la asamblea de trabajadores puso fin a la huelga; o el paro de la plantilla municipal del mes pasado que anticipa tiempos convulsos en la negociación del convenio. La semana pasada, en el pleno, miembros de la junta de personal irrumpieron en la sala y tuvieron que ser desalojados.

Fuentes de CC OO aseguran, en relación a la huelga de las piscinas, que ELA está en un estrategia habitual. Frente a los convenios provinciales, que dan una cobertura a todos los trabajadores de determinado sector en el ámbito territorial de turno, los soberanistas apuestan por «atomizar la negociación colectiva». Es decir, promover convenios de empresa pese a que eso deje «desprotegidos» a amplios sectores en pequeños centros de trabajo sin capacidad para negociar. Dicen en CC OO que esta dinámica tiene «un interés afiliativo». Es decir, que generar conflicto a ELA le reporta afiliaciones. Incluso en contra de los dictados de la mayoría sindical. «ELA no respeta la democracia cuando no le conviene», critican los mismos medios. Y coinciden con el Ayuntamiento en que «pese a haber un convenio firmado por la mayoría de los representantes de los trabajadores, la consecuencia es que la gente no puede ir a la piscina».