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El Ayuntamiento activó en la noche del lunes al martes un operativo especial por las bajas temperaturas dirigido a personas que viven en la calle. Con el mercurio marcando mínimas de dos grados, el Consistorio ha abierto cuatro nuevos recursos en los que se alojaron 87 'sintecho' en la primera jornada de la ola de frío. Son albergues, pensiones u otras instalaciones del estilo cuya ubicación el Ayuntamiento no desvela para proteger la intimidad de los usuarios.
Según el último recuento, realizado el pasado mes de octubre, en Bilbao viven 605 personas sin hogar. Son casi el triple que las 251 de hace tres años. La capital vizcaína cuenta para alojarlas con 594 plazas en su servicio de acogida nocturna, distribuidas tanto en los albergues como a través del programa Trapezistak del Gobierno vasco. Sin embargo, cuando las temperaturas o la sensación térmica bajan hasta los 0 grados, se habilitan nuevos recursos en función de las necesidades.
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Al activarse el dispositivo, el personal del Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS), educadores municipales y agentes de la Policía local asesoran e informan a las personas que pernoctan en la calle de la posibilidad de acudir a uno de los alojamientos extraordinarios para pasar la noche. Fuentes municipales recalcan que son los individuos sin hogar quienes deben aceptar la plaza temporal, ya que el Ayuntamiento no puede obligar a nadie a utilizar el recurso contra su voluntad, pese a las condiciones climatológicas adversas. Las mismas fuentes no supieron ayer precisar cuál es la capacidad máxima con la que cuenta el Ayuntamiento para acoger a personas sin hogar ante episodios de frío extremo.
Es de prever que la situación excepcional se alargue durante los próximos días. Según la Agencia vasca de meteorología, Euskalmet, el mercurio continuará bajo mínimos lo que queda de semana. Hoy, de hecho, está activado el riesgo amarillo por heladas y las temperaturas no subirán de los diez grados en Bilbao. La situación será similar mañana jueves, aunque las mínimas sí ascenderán ligeramente hasta los cuatro grados.
El Gobierno vasco elabora cada dos años un censo de personas que pernoctan en la calle y se encuentran en una situación de exclusión residencial grave. En el conjunto de Bizkaia son 895. Son, en su inmensa mayoría, hombres y, en ocho de cada diez casos, de origen extranjero. La cifra real, no obstante, puede ser muy superior, ya que la encuesta del Ejecutivo autonómico se realiza a través del método del conteo, por lo que quienes viven en chabolas o pernoctan lejos de las principales vías se quedan fuera del dato final.
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