Los ayuntamientos vizcaínos tendrán que devolver 57,7 millones a la Diputación de Udalkutxa

En esta ocasión, a pesar de la bonanza económica del territorio, la devolución de 350 millones de euros a miles de mutualistas por retenciones mal aplicadas en el cobro de las pensiones ha trastocado las previsiones arrojando datos negativos. La Diputación ya avanzó en octubre que el fondo del pasado año se vería recortado por esta razón, aunque en aquel momento calculó que los consistorios dejarían de percibir en su conjunto algo más de 40 millones de euros, 17 menos que lo computado ahora. Con estos datos sobre la mesa, la liquidación final ha supuesto un recorte del 5,29% respecto a la presupuestada en un primer momento. El fondo se ha reducido hasta los 1.035 millones de euros.

Aunque aún quedan una serie de abonos que realizar a los mutualistas, la diputada general, Elixabete Etxanobe, ha reconocido en las Juntas Generales que «esos importes no van a tener, desde luego, una afección tan relevante». Por tanto, todo apunta que, si la recaudación sigue al alza como hasta la fecha y no se producen contratiempos, el balance del Fondo Udalkutxa volverá a ser positivo en el próximo ejercicio. Además, según han reconocido desde el Gobierno foral, la liquidación negativa se verá «atenuada» por el incremento de la financiación acordada para 2025. La Diputación adelantó hace unos meses que la cuantía prevista de Udalkutxa para el ejercicio vigente había ascendido a 1.131 millones, lo que supuso un nuevo récord después de que en 2024 se superase por primera vez en la historia la barrera de los mil millones.

Udalkutxa es el eje sobre el que los municipios elaboran sus presupuestos. Es su principal fuente de ingresos, así que cualquier incremento o reducción afecta directamente en sus políticas. El fondo se reparte en base a unos criterios. Cada ayuntamiento percibe un fijo de 81.137 euros, a los que se les añaden otras cantidades en base al número de habitantes, el «esfuerzo fiscal» por vecino, el paro, el número de aulas escolares o la existencia o no de playas. Este modelo funciona igual para todos los municipios excepto para Bilbao. La capital vizcaína recibe el 37,8% del fondo, según recoge una normativa aprobada hace dos décadas, algo que ha suscitado malestar en algunos pueblos al considerar que se «sobrefinancia» a la ciudad.

Frente a las críticas, la Diputación y Eudel volvieron a reactivar en mayo la comisión para negociar una posible modificación de los criterios establecidos para el reparto del dinero. El proceso de reflexión se abrió en 2022, pero ambas instituciones estuvieron un año y medio sin matener reuniones.