El Ayuntamiento de Bilbao se queja a los jueces por dejar libre al agresor de un policía

El golpe hizo saltar una pieza dental al policía, y le provocó una fisura en el maxilofacial superior, que obligó a su traslado urgente al hospital. El patrullero aún permanece de baja laboral y recuperándose de la lesión, que le ha podido afectar a un nervio y sufre alguna complicación, según indican fuentes internas.

El agresor fue detenido bajo la acusación de los delitos de atentado a agente de la autoridad, lesiones graves y resistencia grave. Además, había sido arrestado el pasado 22 de marzo, hacía apenas un mes, por apuñalar a un compañero de piso. También tiene antecedentes por malos tratos a una expareja. Se trata de un delincuente habitual conocido por la Policía y considerado como peligroso por sus acciones violentas.

En el escrito, remitido por el Ayuntamiento a la presidenta de la Audiencia provincial vizcaína, Reyes Goenaga; al juez decano de Bilbao, Aner Uriarte; a la fiscal jefe de Bizkaia, Ana Sola, y a la fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán, los responsables municipales, entre ellos la concejala de Seguridad, Amaia Arregi, después de expresar su «respeto por las decisiones de la Justicia», expresan su queja porque no se haya decretado la prisión provisional contra el atacante «ante la concurrencia de delitos que lo justifican, a nuestro parecer, sobradamente». «Su presencia en la calle -advierten- supone un riesgo evidente para los y las trabajadoras de la seguridad y, especialmente, para los ciudadanos».

La remisión de una queja por parte de responsables municipales a la Judicatura representa una respuesta excepcional, lo que deja en evidencia la incomprensión que ha generado en la comisaría de Miribilla.

Entienden desde el área de Seguridad Ciudadana que «ante la gravedad de los hechos que se le imputan y el riesgo de reiteración delictiva», podría haberse considerado el ingreso en prisión preventiva como una medida «idónea, necesaria y proporcionada». La puesta en libertad del detenido ha supuesto «una decepción para el colectivo de la Policía Municipal y sus responsables y resultaría difícilmente comprendida por los ciudadanos».

La misma noche de la agresión, Esan y Erne condenaron el ataque y pidieron al Consistorio que tomara decisiones «valientes» y se presentara como acusación particular en el juicio.