El Ayuntamiento advierte de que no tolerará patrullas vecinales en Rekalde

El pasado 19 de junio, uno de los usuarios de la página de vecinos de Rekalde en Facebook solicitó «voluntarios para salir por las noches a nuestras calles y llevar a cabo una vigilancia». El mensaje se acompañaba de un fotografía en la que se veía un chaleco amarillo reflectante y una porra. Posteriormente, se ofreció un teléfono móvil como forma de contacto y se llegó a plantear la necesidad de realizar una reunión previa para abordar el asunto con los interesados. Este hilo venía precedido de numerosos mensajes que hacían referencia al aumento de los robos y de la sensación de inseguridad ciudadana en el barrio.

Este periódico se puso ayer en contacto con uno de los promotores de la iniciativa. Según este usuario, «unas seis o siete» personas se han ofrecido para formar parte de estas patrullas vecinales, que aún no han echado a andar. La razón que les empuja a salir a la calle, sostiene, es que «últimamente está habiendo muchas violaciones y robos, están pegando a los críos para quitarles los móviles y la Policía no hace nada». Su intención pasa por «controlar, que el delincuente nos vea y que no robe. Sin agredir», advierte. En caso de que observaran algún delito, «llamaríamos a la Policía». Aclara que si deciden finalmente salir a patrullar las calles del barrio, lo harían identificándose con un «chaleco amarillo y sin armas», en referencia a la fotografía de la porra.

El comunicante asegura que también participó en la organización de las patrullas que llegaron a formarse el año pasado en Rekalde, aunque no tomó parte de ellas. Un grupo de encapuchados hostigó a varios jóvenes indigentes que dormían en el frontón, a los que llegaron a mostrar una especie de porra eléctrica, según denunciaron las víctimas ante la Policía Municipal. Según los testigos, cuando les vieron vestían prendas oscuras y llevaban puesto la capucha. Unidades de la Policía local bilbaína llegaron a identificar a seis individuos sospechosos a principios de junio del año pasado. Después, no volvieron a aparecer.

Por su parte, la asociación de vecinos de Rekalde quiso ayer desmarcarse de iniciativas de este tipo. «En principio, estamos en contra de las patrullas vecinales. No nos parece que sea la manera más adecuada para solucionar los problemas de seguridad», advierte uno de sus portavoces, Fercho Arévalo. Reconoce, no obstante, que los datos de robos del mes pasado resultan «alarmantes». «En la primera semana de junio hubo seis denuncias por hurtos de teléfonos móviles a menores, en pisos y a personas mayores».

Arévalo desconfía de este tipo de llamamientos porque «no sabemos qué gente está detrás de estas patrullas, ni cómo van a actuar o qué protocolos van a seguir si se encuentran con alguien robando». «Resulta arriesgado y peligroso y puede confundir a las personas», opina el portavoz de la asociación vecinal. También les preocupan ciertas «actitudes xenófobas» que han detectado en algunos de los mensajes en Facebook que apoyan la creación de patrullas ciudadanas.