Marea de pellets en Euskadi
El trabajo de Azti contra los pellets: modelos matemáticos para adivinar sus movimientosEl centro tecnológico realiza simulaciones cada día para trazar el itinerario de estas partículas. Puede trabajar con cuatro jornadas de antelación, pero cada día hay que actualizar todos los datos porque las condiciones son cambiantes
La vigilancia de la marea de pellets que amenaza todo el litoral cantábrico es un reto. No será una crisis ambiental como el Prestige, según ... los políticos, pero hay muchos ojos pendientes de ella. En Euskadi, es Azti quien sigue minuto a minuto dónde están estos microplásticos que se cayeron del buque 'Toconao' el 8 de diciembre y arriban a costa cantábrica por oleadas. Los expertos de este centro tecnológico son los encargados de las simulaciones con las que trabaja el plan especial de emergencia marina y su comisión asesora para hacer frente a un vertido que llegará «si o sí» a la costa vasta. El reto está en saber cuándo y cómo.
«Para hacerlo, trabajamos con modelos matemáticos de trayectoria de vertidos desarrollados por la National Oceanic and Atmospheric Administration, una referencia mundial», detalla Irene Ruiz, experta de Azti en Tecnologías Marinas. Se crearon para anticiparse a los movimientos de los hidrocarburos en el mar, pero también sirven para simular el movimiento de materiales inertes, como los pellets. A través de una serie de datos que se les facilita, como son la cantidad del material vertido, las corrientes marinas en superficie y las previsiones meteorológicas, entre otros, los científicos predicen el avance de una marea de plástico que ya es visible en las playas de Galicia, Asturias y Cantabria.
La cifra
28 toneladas
de pellets están a la deriva desde que cayeron del 'Toconao'. Algunos están en sacos y otros dispersos.
En Euskadi todavía no se puede afirmar que lo haya hecho, Gaiker, el otro polo tecnológico vasco en esta crisis, está analizando las partículas halladas en las playas de La Arena, Gorondatxe y Barinatxe, y no será hasta hoy cuando se sepa si pertenecen a la carga el 'Toconao'. «Nos han llegado algunas muestras pequeñas», confirma un portavoz.
Lo primero que van a saber es el tipo de plástico y qué aditivos componen cada pellet recogido. Después, harán los ensayos necesarios para determinar si hay toxicidad y de qué tipo. «Son unos trabajos que llevan más tiempo, que incluyen también el análisis del medio en el que llegan (arena y agua). Los resultados estarán listo dentro de una semana o dos», admiten.
Mientras tanto, Ruiz y sus compañeros seguirán alimentando el programa de simulación. «Podemos trabajar con cuatro días de antelación», explica. Es decir, le pueden meter las informaciones de las mareas, las corrientes y el tiempo de dentro de cuatro días, pero cada jornada esto varía por lo que es complicado decir dónde estarán los pellets más allá de mañana.
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Azti trabaja con dos situaciones: la de los pellets a la deriva y la de los sacos. «El comportamiento de estos últimos es más complejo porque sufren el 'efecto vela' y hay que recabar los datos de los vientos. Además, tampoco podemos prever si va a deteriorarse el embalaje y en qué momento», prosigue la experta de Azti.
Mallas hiperfinas si llegan en manchas
En Galicia, la Xunta cree que el sábado será una jornada complicada por la gran avenida de estas microesferas de pellets. En Euskadi, el Gobierno vasco tiene claro que se produzca cuando se produzca, la clave está en poder actuar en alta mar. «Sería lo ideal», confirma Ruiz. Pero no está claro todavía el comportamiento de estas partículas tan volátiles y casi transparentes. Por eso, la colaboración de los arrantzales es muy importante: puede ser los primeros en ver cómo se acercan.
«Si los pellets llegaran en forma de mancha, se podrían utilizar redes con mallaje muy fino para atraparlos con facilidad»
Irene Ruiz
Experta de Azti en Tecnologías Marinas.
«Si formaran una mancha, se podrían utilizar redes con mallaje muy fino para atraparlos con facilidad, como ya se hace con los microplásticos». Pero si arriban dispersas el grueso lo recibirán las playas, que habría que cribar palmo a palmo. «La recomendación, en todo caso, es no actuar por nuestra cuenta. Las acciones deben ser coordinadas y hay que dejar que las administraciones marquen las directrices», admite Ruiz.
- Con calma.
- Sí. Pero eso no quiere decir que no se estén haciendo cosas. Muchos trabajos son paralelos. Si fueramos a la playa a recoger los pellets sin instrucciones podría ser contraproducente: podemos pisarlos, se esconderán más en la arena y el trabajo será todavía más difícil. Además, tampoco sabríamos qué hacer después con ellos.
«Es difícil establecer qué zonas son más sensibles a recibir los pellets»
El estudio de las corrientes marinas que llevan a cabo en Azti desde hace años se ha revelado fundamental en las tareas para seguir los pellets. Gracias a ellos, se sabe que hay zonas más sensibles a recibir residuos del mar, no necesariamente contaminantes, también algas. «Uno de ellos es la zona de Iparralde, frente a San Juan de Luz», explica Ruiz. Al menos, durante la primavera y el verano. De hecho, el ayuntamiento del municipio paga a pescadores para que intercepten todos los restos antes de que lleguen a las playas, uno de sus grandes atractivos veraniegos. Sin embargo, estamos en invierno. «No hemos hecho estas investigaciones en esta época del año, así que es difícil establecer qué zonas son más sensibles a recibir los pellets».
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