El ascensor de Begoña ve «la luz al final del túnel» diez años después
El Ayuntamiento acuerda reabrirlo gratis y durante las 24 horas del día en el momento en que finalice el proceso judicial que lo tiene parado desde 2014
El ascensor de Begoña viene a ser únicamente una presencia fantasmal en el centro de Bilbao desde que cerró en julio de 2014. Es decir, ... hace ya más de diez años. Su sombra se proyecta cada día en la calle Esperanza y ocasionalmente en el pleno del Ayuntamiento, cosa que ha ocurrido este jueves. El pleno municipal ha acordado incorporar la infraestructura «al servicio de ascensores municipales una vez sea renovada su infraestructura por parte del Gobierno vasco, garantizando así, en la medida de la posible, el acceso gratuito y su apertura durante las 24 horas del día». La formulación recoge las vaguedades habituales, pero al menos parece vislumbrarse, diez años después, una avance próximo. Lo dijo el concejal de Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza: «Vemos la luz al final del túnel».
Xabier Jiménez, de Elkarrekin, formación que ha impulsado la propuesta -que luego salió adelante sin votos en contra y con la única abstención del PP- hizo el recorrido histórico que viene a explicar la situación: la empresa concesionaria cerró el ascensor porque no le salía a cuenta mantener el servicio, y ahora está en pleitos con el Gobierno vasco, titular de la infraestructura. Abaunza señaló que hasta que ese proceso no finalice el Ejecutivo de Vitoria no podrá rehabilitar la instalación y luego ceder la titularidad al Consistorio, cosa que ya está acordada. El asunto se ha ido retrasando durante mucho más tiempo del esperado, porque en su día se había planteado incluso llevar a cabo la obra de manera simultánea al frontón de la Esperanza, que ya está finalizado y en uso.
Así que la principal novedad no es tanto el texto de la propuesta que ha salido del pleno, reafirmando un planteamiento conocido, como el anuncio de que estamos viendo la luz al final del túnel, lo que dijo Abaunza. «La vía judicial llega a su término porque ya está en el Tribunal Supremo», donde se agota. Ahí se está dirimiendo «la indemnización» que el Gobierno vasco ha de pagar a la concesionaria. Hasta que no se cierre este capítulo «la infraestructura es de la empresa», que tiene concesión hasta 2026, de manera que no hay margen legal ahora para que las administraciones comiencen a actuar.
Ángel Rodrigo, del PP, ha sido muy crítico con lo que está pasando porque tanto tiempo transcurrido parece que denota, a su juicio, cierta desidia, que definió como «falta de voluntad política». En su oponión «Begoña está muy lejos de Lakua», lo que ha sido un problema para que el Gobierno vasco llegase a un acuerdo con la empresa que pusiese punto final al proceso judicial. A esto, Abaunza replicó que la solución no es «pagar el chantaje» a una empresa que, lanzó, ha estado muy lejos de ser ejemplar tanto en la gestión del empleo como en el mantenimiento de la estructura.
Rodrigo también hizo ver que en el planteamiento de la propuesta aprobada, además de no dar plazos, se apunta que el ascensor, en un futuro incierto, funcionará 24 horas y será gratis, pero «en la medida de lo posible», lo que deja el escenario muy abierto. «No hay nada novedoso en esta enmienda».
Desde EH Bildu Xabier Fernández asumió que ha de terminar el proceso judicial antes de que el Ayuntamiento mueva pieza, y se mostró a favor de que funcione todo el día de manera gratuita, como el resto de elementos de este tipo en la ciudad.
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