«Hemos hecho lo que prometimos: cambiar la ciudad»
Alfonso Gil Portavoz del PSE en Bilbao y futuro senador ·
A menos de dos meses de dejar el Ayuntamiento, asegura que el Senado no será un retiro dorado: «Puedo hacer de todo menos retirarme»A Alfonso Gil le da un poco de reparo haberse emocionado ayer por la mañana cuando varios periodistas le preguntaron por su cambio de vida. « ... Joder, no podía ni hablar...». Teme ahora lo que pueda ocurrir en el último pleno, en el de su despedida, que será en enero. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Bilbao, teniente de alcalde y una de las figuras con más presencia en el ámbito municipal se va al Senado, un cambio de aires que se materializará en febrero. Admite que catorce años en el Consistorio, seis de ellos en el Gobierno, es algo que agota.
- ¿Ha terminado quemado?
- El desgaste es evidente. Me he quedado sin pelo, y el que conservo está blanco. La política municipal desgasta mucho si lo que uno quiere es cambiar las cosas. Hay que guardar muchos equilibrios. Si se toman decisiones que la ciudadanía no entiende, uno se lleva esas preocupaciones a casa y le afectan en su vida.
- Ha impulsado muchos cambios en la movilidad de la ciudad con amplios acuerdos políticos pero muchas críticas en la ciudadanía. ¿Es que no ha sabido transmitir el mensaje, o es que quien se queja es una minoría ruidosa?
- Quizás haya algo de todo. Es cierto que hay que comunicar bien, pero también que los cambios afectan a nuestros hábitos diarios y adaptarnos a lo nuevo nos cuesta a todos. Como con las peatonalizaciones, que primero no las quería nadie, y luego todo el mundo está encantado. Ha habido cambios estructurales en Bilbao que han sido muy reconocidos fuera de la ciudad, y también aquí por mucha gente, pero que nos alteran la forma de movernos y a algunos no les gustan. Pero esa es la dirección en la que hay que continuar: conquistar espacios para los peatones, como por ejemplo en los entornos de centros escolares, y para ello hay que quitar coches.
- ¿A ese desgaste del que habla y que ha padecido en los últimos años también ha contribuido la relación con su socio de gobierno, el PNV?
- No. El pacto de gobierno goza de buena salud porque hemos hecho, y seguimos haciendo, lo que prometimos: cambiar la ciudad. Y no solo se ha percibido en el ámbito de la movilidad; Bilbao es una ciudad de oportunidades, en movimiento, con zonas de expansión como Zorrozaurre y Punta Zorroza. Estamos preparados para crecer en servicios avanzados a la industria, generar empleos, atraer y retener a jóvenes...
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- Sobre eso hay ciertas dudas.
- Bilbao es una ciudad de futuro, y prueba de ello son los Presupuestos de 2022 que vamos a aprobar a finales de mes. Son expansivos, contemplan más de cien millones en inversión. Tenemos unos servicios de calidad a los que la ciudadanía califica con un notable. Nos falta ahora cambiar la economía, atraer empresas y dar empleo tanto a jóvenes como a mayores.
Siguiente líder
- Sabe que el Senado es visto a menudo como un retiro dorado para los políticos. ¿Será su caso?
- No, no va a ser un retiro dorado. Es la Cámara de representación territorial y voy a ser un senador que responda a las lógicas territoriales, y eso es seguir defendiendo los intereses de los ciudadanos y ciudadanas vascas. Es un reto para mí y quien me conoce sabe que puedo hacer de todo menos retirarme.
- ¿Quién será su sucesor o sucesora en el Ayuntamiento?
- Eso ya no me corresponde a mí decidirlo. El PSE de Bilbao y Bizkaia está en ello. Sea quien sea, vamos a cumplir con el pacto de gobierno porque creemos que la estabilidad institucional es lo mejor para el crecimiento económico. Y hay cantera para que el proyecto socialista siga creciendo en Bilbao.
- Que a menos de dos meses no haya candidatos claros para sucederle, ¿no cree que da una imagen algo pobre, como de improvisación?
- No. Es cierto que la situación sobrevenida del nombramiento de Tontxu (Rodríguez, que deja el Senado para irse de número dos al Ministerio de Justicia) la hemos conocido hace pocas fechas y los acontecimientos se han precipitado. Pero en el Ayuntamiento tenemos concejales con mucha experiencia, también gente más joven... Eso garantiza el relevo y la estabilidad.
- ¿Qué va a echar más de menos de la vida municipal?
- Todo. A los ciudadanos, que son un estímulo permanente, que te impulsa. Hay gente a quien le caes bien y gente a la que no, pero, en general, la gente en Bilbao es muy educada. También a los grupos municipales: cuando entré aquí algunos me querían exterminar, y ahora lo que veo son adversarios y muchos amigos. Y los debates, que en el ámbito municipal son mucho menos teatralizados que en otras instituciones. Hay mejores relaciones personales que luego fraguan en acuerdos políticos. En el Ayuntamiento son posibles más consensos, hay menos crispación.
- ¿Qué decisión de los últimos seis años le hubiese gustado no haber tenido que tomar?
- Restringir el transporte público durante lo más duro de la pandemia, porque la recuperación está siendo más lenta de lo que me hubiese gustado. Pero, por lo demás, yo creo que la ciudad ha estado bien gestionada, con las diferentes visiones de PSE y PNV. Aunque, en este sentido, me quedo con lo que nos ha unido.
- Ha visto pasar a tres alcaldes diferentes. ¿Con cuál se ha entendido mejor?
- (Resopla). Es difícil. Con Aburto yo me he entendido. Con Azkuna viví una etapa muy importante que terminó consolidando una amistad personal, pese a que él era gobierno y yo oposición. Y con Ibon Areso es imposible no tener una muy buena relación personal. En fin, que con los tres he tenido confianza.
- ¿Qué ha cambiado en Bilbao desde que llegó al Ayuntamiento en 2007?
- Muchas cosas. La ciudad. Yo estoy enamorado de esta ciudad. De la de blanco y negro y de la de ahora: a color, amigable con las personas mayores y con los niños, paseable, competitiva... Que crece y debe seguir creciendo, porque tiene un problema de tamaño. Tiene que ganar dimensión.
- ¿Cómo?
- Los sectores más dinámicos de la ciudad están creciendo, aunque quizás no al ritmo que quisiéramos. Tenemos un sector servicios muy potente, hay que apostar por la industria y la educación, generar un pulmón financiero... El Plan General (pendiente de aprobarse) tiene un enfoque acertado para generar oportunidades.
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