La mujer agredida en la comisaría de Getxo se enfrenta hasta a 10 años de cárcel

El Juzgado de Instrucción de Getxo desestimó hace unas semanas, con el apoyo de la Fiscalía, el último recurso de la defensa de Silvia S. El escrito fue presentado contra el auto de transformación de las diligencias en un procedimiento abreviado. En otras palabras, este documento daba por concluida la investigación judicial y suponía una especie de paso previo a la apertura del juicio oral. Los autos de transformación en procedimiento abreviado son «muy importantes» ya que, en gran medida, fijan los hechos que van a ser juzgados después. Y la abogada de Silvia recurrió al entender que en este escrito no se estaba teniendo en cuenta muchos de los hechos determinantes a la hora de establecer las responsabilidades. A su juicio, a la luz de las pruebas, existen indicios sólidos para juzgar a dos ertzainas por supuestos delitos contra la integridad moral y torturas, encubrimiento, omisión del deber de perseguir determinados delitos y falsificación de atestado. También reclamaba el sobreseimiento de las actuaciones contra la mujer agredida.

En el auto, sin perjuicio de las acusaciones que se puedan formular más adelante, sólo se menciona un supuesto delito de lesiones leves del que, de forma indiciaria, sería responsable uno de los ertzainas. A la otra policía se le exime de responsabilidad. En cambio, se atribuyen numerosos delitos a Silvia, que pueden llegar a sumar muchos años de cárcel si las condenas se aplican de la manera más estricta posible. El juzgado de Getxo ha desestimado este último recurso. La Fiscalía también se opuso a su recurso al entender que sus alegaciones se basan en interpretaciones «subjetivas» ya que da por «plenamente acreditada y cierta la versión de su representada» y, por tanto, su toma en consideración «no corresponden a esta fase procesal».

La defensa ha apelado esta resolución ante la Audiencia de Bizkaia y pide que se eleven todas las pruebas: el vídeo grabado por las cámaras de seguridad, los informes forenses. Es -insiste en los escritos- su última oportunidad para que se tengan en cuenta todos los hechos del caso para que puedan ser expuestos en el juicio.

Este procedimiento comenzó en la puerta de un supermercado de Getxo en mayo de 2018. Silvia se acercó a dos policías que acudieron a identificar a un vagabundo porque entendía que no estaban tratando a esa persona de forma correcta. La mujer dice que le empujaron. Se negó a marcharse cuando se lo pidieron, se enfrentó y terminó arrestada.

Las agresiones se produjeron en comisaría. Silvia declaró que estaba nerviosa porque llevaba «mucho dinero» y quería llevarse su cartera a la celda. Como explicó, fue en ese momento cuando el ertzaina comenzó a «puñetearle en la boca» mientras le decía que se callase «de una puta vez». Los agentes la denunciaron por lo ocurrido. Y la mujer, que pasó la noche en calabozos, también les denunció con un informe del forense que certificó una serie de heridas en la cara, sobre todo, en el torso y en los brazos.