Los retos del Bilbao que viene

Con las ciudades pasa igual. Bilbao ya ha hecho buena parte del viaje que separa su pasado oscuro del futuro que busca: convertirse en una urbe moderna, sostenible, rejuvenecida y con un tejido productivo vinculado al conocimiento y la tecnología. Ahora queda ejecutar la maniobra final. El atraque. Y es la operación más delicada de todas. Le ha tocado llevar el timón a Juan Mari Aburto en su segundo mandato como alcalde. Ya han pasado casi seis meses desde la constitución del gobierno municipal PNV-PSE y por delante asoman más de tres años que serán determinantes para la ciudad. Por eso, EL CORREO ha pedido a cada una de las concejalías del Ayuntamiento que fije sus principales retos para esta legislatura. En qué van a concentrar sus esfuerzos.

Sobresale el desarrollo de Zorrozaurre. La ciudad tiene en la isla su gran baza para generar ahí actividad económica de alto valor añadido y atraer universidades. Las dos patas del Bilbao futuro. En ello trabaja el Área de Gobernanza y Proyectos Estratégicos, que además de pensar a lo grande va por el mundo haciendo labor comercial. Pero Zorrozaurre también figura en la hoja de ruta de Desarrollo Económico (que busca el modelo de gestión idóneo para el parque empresarial), Hacienda (que quiere hacer más atractiva la isla rebajando la presión fiscal, por ejemplo, en el impuesto de obras) y Obras y Planificación Urbana (que ha de velar por el buen uso del suelo, ese bien tan escaso aquí, porque se prevé que la isla sume 15.000 vecinos).

Es importante acomodar el entorno físico a lo que queremos ser de mayores. Así que el Ayuntamiento presta especial atención a la aprobación, en 2020, del Plan General de Ordenación Urbana, que marca el camino a seguir para los próximos veinte años. Las bases están sentadas: por primera vez no se consumirá más suelo sino que ocurrirá lo contrario, se liberará espacio para más zonas verdes. Además, se comprarán fincas para cerrar el anillo verde. En ciertos barrios, como El Peñascal, Olabeaga y Punta Zorroza, se elaborarán planes especiales que impulsen estas áreas.

El desequilibrio entre diferentes zonas de Bilbao es uno de los principales problemas de la ciudad. Hay que saldar las deudas históricas con los barrios altos. Para ello se mejorará la accesibilidad con nuevos elementos mecánicos, se llevará el tranvía hasta Bolueta... Y el área de Regeneración Urbana elaborará un Plan Estratégico de Barrios para dar respuesta a uno de los grandes desafíos: el envejecimiento de los vecinos. Hay que diseñar unos entornos amables y accesibles para afrontar el invierno demográfico.

La otra estrategia para encarar el problema generacional es rejuvenecer la población. Retener y atraer sangre joven. Ahí juega un papel esencial el mencionado impulso de Bilbao como ciudad universitaria, pero también hacer de la villa un lugar interesante donde la gente quiera quedarse a vivir. En el área de Cultura apuestan por la ampliación de tres equipamientos importantes para la ciudad, como es el Museo de Bellas Artes, Euskal Museoa y Bilbao Arte. Pero también por potenciar la actividad en el Azkuna Zentroa e intensificar la oferta cultural en los barrios. Para ponerle las cosas fáciles a las familias con niños el Ayuntamiento prevé desarrollar programación infantil en los barrios e iniciativas de apoyo a la conciliación familiar; y en el ámbito deportivo, salir de los centros municipales y utilizar las crecientes zonas naturales para distintas actividades.

Esto tiene mucho que ver con la salud, elemento a tener en cuenta doblemente en una sociedad envejecida. Por eso el equipo de gobierno va a elaborar un Plan de Salud que oriente todas las políticas municipales: desde dónde ubicar baños públicos, hasta cómo potenciar los mercados municipales y los productos frescos para incentivar una alimentación sana, pasando por actuaciones para eliminar barreras a personas con dificultades para moverse.

Muy vinculada con el estado físico de la gente está la calidad del aire. La contaminación. La concejalía de Movilidad y Sostenibilidad intensificará sus políticas de fomento del transporte verde (más bicicletas, electrificación del transporte público...) y seguirá con su cruzada contra el coche particular (se extenderá la OTA a los barrios). En esto último contará con el apoyo del área de Obras, que seguirá recuperando espacio para el peatón ampliando aceras y peatonalizando calles, como Iparraguirre.

Como queda patente, buena parte de los objetivos que persigue la ciudad implican a varias áreas municipales. Otro ejemplo: el problema de los precios de la vivienda. Con el coste de los pisos y los alquileres por las nubes, ¿qué jóvenes se van a quedar aquí? Las soluciones llegan en varias direcciones; desde edificar más casas (en Zorrozaurre, pero también en Olabeaga o Bolueta) para contener los precios, hasta la ampliación del parque de viviendas municipales con la creación de 160 alojamientos dotacionales para jóvenes en Amézola.

Otro elemento que siempre tiene una relevancia vital para que una ciudad sea habitable es la seguridad. El alcalde siempre dice que es la primera de sus prioridades. Y en este ámbito los retos municipales se resumen en dos: aumentar y rejuvenecer la plantilla de la Policía Local en un proceso de ofertas de empleo público que ya ha arrancado; y acercar el Cuerpo a la gente. Lo que llaman policía de proximidad. Para ello se harán talleres en los barrios, reuniones con representantes vecinales y asociaciones... El objetivo del Ayuntamiento es mejorar la seguridad, sí, pero también la sensación de seguridad. Es algo que siempre dicen en el gobierno municipal: que a veces hay más alarma que razones objetivas para que esa alarma exista. Pero lo cierto es que este asunto es el que más preocupa a la ciudadanía, según los propios estudios municipales.

Con todo, el mejor antídoto para la inseguridad es la justicia social; que la gente tenga trabajo, que los servicios sociales funcionen bien, y que se genere riqueza. Así que volvemos al punto de partida. La economía. El Ayuntamiento anuncia que se va a volcar en la internacionalización de Bilbao, en la atracción de eventos globales como el Tour de Francia, y en afianzar la ciudad como destino turístico. Y, de manera paralela, en proyectos como el Nagusi Intelligence Center y el Centro Internacional de Emprendimiento, que son buenos ejemplos del tejido productivo que perseguimos. Eso, sin olvidar las esencias, el apoyo al comercio local, sin el que ni hay vida en la calle, ni identidad, ni futuro para miles de familias.