Abrazos en el Casco y comida en Derio
Unos 130 comensales, en grupos de hasta seis, celebraron con Segura su nombramiento. No faltaron sus cuatro hermanos y los sobrinos
Joseba Segura tomó ayer posesión como obispo a pocos metros del «germen» de su familia. «Cierto día de 1955 un camionero alavés de ascendientes ... guipuzcoanos llamado José entró en una zapatería ubicada a 300 metros de aquí, llamada Segarra. Le atendió Tere y allí comenzó su historia como pareja, y poco después la de mi familia. Les recuerdo a ellos y doy gracias a Dios por tantas mujeres y hombres de generaciones previas que nos han dado vida y fe».
Se sentía en casa y más todavía cuando salió a la plaza. Muchos querían felicitarle. Mari Carmen Romero, vecina de Otxarkoaga, compartió tareas con él en Cáritas. «Nos dijo que aunque le hicieran obispo, él vendría a la merienda solidaria y ahí estuvo repartiendo chocolate». Se sacó fotografías con los que las pidieron. Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario de Economía de la Conferencia Episcopal, destacó «sus grandes conocimientos sobre la realidad económica que le hacen un obispo único».
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Segura saludó al delegado de misiones de sus años en Ecuador y se sorprendió con algunas caras familiares. Se acercó su catequista de Rekalde, que recuerda «a toda la familia, unos padres y cinco hijos maravillosos. Me alegro mucho de que le elijan a él, que es de aquí y conoce todos los barrios». Muchos preferían guardar el anonimato. Los seguidores de Joseba Segura siguen su estela en cuanto a la discreción y rehúyen las cámaras.
Tras abandonar el Casco Viejo junto al nuncio en un coche conducido por el deán, Segura fue al seminario de Derio, donde le esperaba una comida para 130 personas, en mesas de un máximo de seis comensales. «Desde obispos, representación de la curia y la diócesis a familiares y amigos», explicó un miembro de la organización. Segura charló con muchos. Su hermano Unai vivió la jornada «con esperanza e ilusión». Estaban presentes sus cuatro hermanos y sobrinos, «algunos venidos desde Madrid». En el menú había ensalada de ventresca, bacalao dos salsas, carrilleras y goxua. Antes de empezar, entonaron todos juntos y en pie el 'Eskerrik asko Jauna' y el obispo gritó «On egin!». Sentado a su derecha, el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, y, a la izquierda, Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo. Enfrente, Mario Iceta, Ricardo Blázquez y Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.
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