Los 83,6 millones de ayudas vascas a la cooperación alcanzan a 65 países

La huella de la cooperación vasca está presente en 65 países. Las instituciones de la comunidad autónoma colaboraron el año pasado con 1.299 iniciativas de solidaridad, a las que aportaron 83,6 millones de euros gestionados por 238 organizaciones de Euskadi y otras 361 de países empobrecidos. La cuantía, aunque no llega al 0,7% al que están comprometidas las instituciones, es la más alta hasta la fecha. Supera en un 2,86% a los 81,3 millones de 2022, en casi diez millones a los 74,2 de 2021 y en cerca de 30 al montante de 2014, cuando se repartieron 55 millones.

Los datos los dio a conocer ayer la Agencia Vasca de Cooperación y Solidaridad (eLankidetza), que desgranó algunas de las principales cifras económicas del Portal de la Cooperación Pública Vasca, una web que recoge en detalle los diferentes proyectos y el destino del dinero. El continente americano fue el que sumó mayor volumen de aportaciones, el 51,65% de los fondos. En segundo lugar se situaron los países del África subsahariana, que concentraron el 25,87%, y en la tercera posición Oriente Medio, con un 4,9%.

En los ámbitos de la cooperación para el desarrollo y de acción humanitaria y de emergencia, a los que se aportaron 67,3 millones, los principales países receptores fueron Guatemala (6 millones), Colombia (5,5), El Salvador (5,5) y Perú (4,1). En quinto lugar aparece Euskadi, donde se quedaron casi 3,5 millones para «iniciativas de educación para la transformación social» y para la continuación del «apoyo» a la población ucraniana afincada aquí.

Palestina entró el pasado año también en el grupo de países que más fondos recibieron, y se situó en séptimo lugar con 3 millones «debido, principalmente, a la situación de crisis humanitaria en Gaza», explican desde eLankidetza.

Buena parte de las cuantías (10,49 millones) fueron a parar a proyectos de defensa de derechos humanos; 9,6 millones contribuyeron a mejorar la igualdad de género y el empoderamiento; y 7,7 se dirigieron a la lucha contra la violencia hacia mujeres y niñas. Otro de los aspectos con mayor dotación económica fue la ayuda a refugiados, con 3,84 millones. Corresponden, sobre todo, a subvenciones a entidades sociales que trabajan con solicitantes de asilo que llegan al País Vasco, pero también incluye otros apoyos como los que reciben el 'Aita Mari' y Salvamento Marítimo.

En cuanto a la procedencia del dinero, casi siete de cada diez euros (57,7 millones) salieron del Gobierno vasco, la administración que más aportó seguida de la Diputación de Bizkaia (10,4 millones), la de Gipuzkoa (5 millones) y los ayuntamientos de Bilbao (3,4) y Vitoria (3,3).

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