314 familias vizcaínas se quedan sin plaza en el colegio que querían

Las cifras en el resto de Euskadi son muy similares. En Gipuzkoa, por ejemplo, el 96% de las familias han sido aceptadas en su primera opción; en Álava la proporción es del 94,4%. Así consta en una respuesta del Departamento de Educación al parlamentario de Sumar, Jon Hernández.

Las cifras de familias aceptadas en su primera opción son notablemente inferiores a las que se registraron hace dos cursos. En el año académico 2022/23, más del 98% de los hogares obtenían plaza en el colegio deseado. La gran diferencia es que desde entonces la consejería ha puesto en marcha la reserva de plazas para alumnado vulnerable en todos los centros públicos y concertados. El objetivo de esta medida es distribuir a los chavales más desfavorecidos entre los colegios de una misma zona escolar.

En el primer año de su aplicación, el curso pasado, fueron 307 las familias vizcaínas que vieron rechazada su primera opción. Además de una avalancha de quejas ante el Ararteko, se generó una fuerte polémica porque se obligó a muchos colegios a rechazar alumnos. En algunos casos nunca llegaron los estudiantes desfavorecidos, por lo que esas plazas quedaron vacías. En un contexto de baja natalidad, para un colegio es vital captar alumnos en los cursos inferiores para garantizar la viabilidad a largo plazo. En el segundo año de su aplicación, se ha reubicado a 314 familias en Bizkaia, una cifra muy similar a la del año pasado, aunque en esta ocasión no se ha generado ruido.

Aún es pronto para saber si el cupo para alumnos vulnerables está logrando su objetivo. Por lo pronto, según datos del Departamento de Educación, lo que se sabe es que en febrero de 2023 habría que haber cambiado de colegio al 48% del alumnado para alcanzar un escenario en el que no existiera segregación escolar. Es algo que se conoce como índice de disimilitud. Pues bien, un año después ese porcentaje cayó al 41%. Un avance tímido, pero en la buena dirección.