26.000 euros en sanciones durante los primeros seis meses de servicio

El GPS que lleva incorporada cada bicicleta, el mismo que permitirá paralizarla cuando salga de los municipios adscritos, también sirve para que la Ertzaintza y las policías locales de cada municipio monitoricen dónde está cada unidad en todo momento. Los eventuales ataques a las bicicletas son denunciados como daño al patrimonio público. Sin embargo, al contrario de lo que podría esperarse, estos han sido residuales durante los primeros seis meses de puesta en marcha del servicio. Solo once bicicletas han sido vandalizadas y nueve han desaparecido.

Son unas cifras que contrastan con las del servicio municipal de bicis de Bilbao, que cada día registra once bicicletas vandalizadas. Las mismas que 'bizkaibizi' en sus primeros seis meses. Aunque la adjudicataria de ambos transportes sea la misma, los ciclos forales cuentan con un sistema de seguridad más avanzado.

Esta diferencia entre los dos modelos se mantendrá al menos durante unos meses, ya que la flota de las 'bilbaobizis' será renovada el próximo año. Los puntos de anclaje reforzados han impedido, hasta la fecha, cualquier intento de arranque de los vehículos. Desde el departamento de Transportes señalan que, pese a que haya nueve bicicletas catalogadas como 'desaparecidas', ya hay varias localizadas y las autoridades ya trabajan por recuperarlas judicialmente.

Si bien es cierto que la cantidad de bicicletas vandalizadas es reducida, el número de ciclos que han sido abandonados y no se han aparcado en las estaciones es significativo. Asciende a 175, prácticamente uno al día. Los usuarios que han cometido esta falta han sido sancionados con 150 euros de multa, lo que ha permitido a la administración foral recaudar hasta 26.250 euros.

El mal uso del servicio también ha derivado en que se haya aplicado la sanción de suspensión del servicio a un total de 132 usuarios. El régimen de incumplimientos del servicio considera conductas muy graves, que derivan en el bloqueo cautelar de la cuenta, causar daños a una bicicleta por un importe de más de 200 euros, insultar al personal técnico o utilizar el perfil de otro usuario. En el listado también aparecen otras infracciones como desmontar las unidades o utilizarlas por más de 24 horas.

Con el fin de reducir posibles accidentes, la Diputación estudió en su día la posibilidad de ofrecer un casco a los usuarios, ya que parte del trayecto realizable puede transcurrir por zonas inter urbanas, donde es obligatorio. Sin embargo, esta idea se descartó por falta de viabilidad desde el punto de vista sanitario. Tampoco consideraron práctico el ofrecer cascos en puntos de demanda.