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Alex muestra las cuatro semibolas y el aro que se implantó en el brazo izquierdo hace seis años.

«Cuando mis sobrinos ven mi brazo dicen que me he comido un dragón»

Alex Roncero es un apasionado de la modificación corporal. Tiene diez piercings, tres implantes, dos escarificaciones e innumerables tatuajes

Hizkuntze Zarandona

Viernes, 1 de abril 2016, 22:35

Se hizo su primer piercing con 14 años. Se agujereó él mismo. «Cogí un alfiler de mi madre, lo desinfecté y ¡listo! Sí, me lo ... hice de forma muy rudimentaria, pero antes no había tanta información», se justifica Alexander Roncero (Txurdinaga, 1979) con cara de niño bueno. Fue el inicio de una transformación que no tiene fecha de caducidad. Empezó con las perforaciones, siguió con los tatuajes y más tarde llegaron las escarificaciones (incisiones en la piel) y los implantes de silicona. «Me apasiona todo lo relacionado con la modificación», subraya. Por el momento, lo último que ha probado es la suspensión corporal, una experiencia más espiritual que física en la que se cuelga durante unos veinte minutos de ganchos que atraviesan la piel de su espalda.

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