El 'Modern Express' en el puerto de Bilbao.

«Lo del ‘Modern Express’ es muy raro, pero en el mar puede pasar de todo»

«Los barcos aguantan mucho. Incluso escorado, un carguero puede navegar con seguridad si la carga se estabiliza», señala Fernando Cayuela, subdirector de la Escuela Náutica e investigador de siniestros

María José Tomé

Domingo, 7 de febrero 2016, 03:03

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Fernando Cayuela fue uno de los muchos espectadores que siguieron en vivo la delicada maniobra que llevaron a cabo remolcadores y prácticos para introducir en el puerto de Bilbao el Modern Express, el barco que, fuertemente escorado debido al desplazamiento de su carga, venía arrastrado desde la costa francesa por el Centaurus tras una semana a la deriva. Subdirector de la Escuela de Náutica de la UPV, capitán de la Marina Mercante e investigador de siniestros marítimos, Cayuela no dudó en ningún momento del éxito de la operación. «El puerto tiene buenas instalaciones y excepcionales profesionales de salvamento marítimo, remolcadores y prácticos».

- Todo salió bien.

- De chapeau. No hay más que ver el resultado, esa es la mejor prueba. Se esperó hasta el día siguiente, que era lo lógico, y entró sin novedad y sin derramarse ni una lágrima de gasoil. Perfecto.

- ¿Confiaba en que así fuese?

- En todo momento. Hubiese sido diferente si se tratase de una embarcación vieja, resquebrajada. Pero los barcos aguantan mucho.

-Y tanto: ocho días a la deriva y sin tripulación, con una escora de 51 grados... Parece una historia de película.

- Ha sido una cuestión de estabilidad, pura y dura; eso lo explico yo en clase. Por alguna razón la carga se va a un lado y el barco coge una escora permanente, pero en esa posición el barco está seguro y puede navegar perfectamente; el problema es que siga habiendo corrimientos de carga, que aumente la escora y no tenga estabilidad.

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- Tantos días sin rumbo ni tripulación y con mala mar... que acabase encallando parecía el destino más lógico.

- Imagino que, por contrato, el pago estaba supeditado a que la mercancía se entregase felizmente, así que supongo que el armador habrá estado tratando de ver qué hacía durante el tiempo que el barco ha estado a la deriva. Hasta que ha llegado a un acuerdo, que habrá sido millonario, con la empresa de rescates Smit Salvage (cuyos técnicos lograron enganchar un cable al remolcador Centaurus ) pasaron días. Pero el barco aguantó.

- Además del Centaurus, otras seis embarcaciones escoltaban al barco. ¿Era necesario semejante despliegue?

- Si en mi mano hubiera estado la coordinación de la operación lo que no hago es poner la seguridad de la maniobra en peligro por ahorrarme un remolcador. Igual hubo dos o tres que no hicieron nada, pero si de repente el barco empieza a garrear, a derivar, y no hay nadie preparado

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- Fue por prevención.

- Claro, tiene que haber un apoyo logístico por si la cosa se tuerce. También se empleó a fondo la corporación de prácticos, que son muy profesionales y dirigieron perfectamente la operación. Una cosa es hacer la maniobra en mar abierto y otra, meter el barco entre muelles. Y los que saben por donde soplan los vientos, los que conocen al dedillo esa zona, son los prácticos.

- ¿Por qué se decide traer a Bilbao?

- Iba a decir una bilbainada, jajaja No es casualidad, es un sitio muy razonable. En primer lugar, por cercanía, pero también por tener la infraestructura adecuada, tanto de remolcadores como de personal humano, aquí tenemos grandísimos profesionales. Los puertos que hay por la zona de Francia donde estaba el barco cuando fue enganchado por el Centaurus, como Bayona, tienen entradas malísimas Bilbao tiene aguas de muchísimo calado, una entrada de puerto amplia y una lámina de agua que es donde lo han dejado donde se pueden hacer las operaciones sin problema.

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- ¿Cuál era el principal riesgo?

- Que al entrar por la bocana, aunque es ancha, hubiese aumentado el viento y hubiera empujado el barco a un lateral con riesgo de colisión. Ese fue el momento más delicado.

- La carga no era peligrosa, pero ¿hubo riesgo de marea negra?.

- No. Para que haya derrame de combustible tiene que haber una rotura de tanque por colisión, el combustible no sale sin más. Ese sería el mal menor, ya que el barco entonces si correría el riesgo de hundimiento. La cantidad de gasoil que llevaba, con los temporales y mareas que tenemos aquí, se hubiese volatilizado rápidamente.

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- Ahora toca adrizar la nave, enderezarla, y extraer la carga.

- Supongo que será complejo, ya que aparentemente no tiene escotillas. Por tanto, la carga entraría por la rampa de popa, mediante camiones o medios mecánicos hasta la bodega. Ahora ¿cómo sacas eso? Si tuviese escotillas en cubierta, se abren como si fuera una caja de cartón y se puede ir extrayendo el material, pero entrar por la popa... es complicado.

- A su juicio, ¿qué sucedió?

- Habrá que determinarlo ahora, cuando se entre al barco verán qué es lo que ha pasado. Pero lo más lógico parece que fue porque cedieron las trincas de acero con las que se estiba la carga. Es una cosa secuencial, no pasa en una hora: parte de la carga se va a un costado y el barco se queda un poco escorado. Pero ya la mercancía no está en plano horizontal, y su tendencia es a deslizarse Al final va cayendo todo en cadena y coge una gran escora.

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- ¿Es habitual?

- No, mercancías de este tipo se transportan cada día cientos de miles de toneladas en decenas de miles de barcos. Son cosas muy raras, pero en la mar te puede pasar cualquier cosa. Afortunadamente, los servicios de salvamento han experimentado una gran evolución y en la mayoría de países existe personal de rescate tremendamente especializado. Lo que vemos en la película The Guardian, sobre la guardia costera estadounidense, no existía cuando yo navegaba, Ahora esos profesionales de élite existen, también en Bilbao.

- ¿Hemos aprendido algo de la dura lección del Prestige?

- Yo espero que sí, supongo que ahora mismo si pasara algo sabríamos reaccionar mejor El Modern Express es un ejemplo. Igual antes del Prestige algún iluminado habría dicho no quiero ver ese barco aquí, sáquenle fuera. Como he dicho antes, los barcos aguantan mucho pero todo tiene un límite Pero todavía tenemos mucho que aprender en España sobre la manera de reaccionar ante los accidentes marítimos.

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- ¿En qué sentido?

- Un modelo de organización es Reino Unido, donde existe la figura de jefe de siniestros marítimos. Y lo que dice está por encima de lo que pueda decir la Reina. Nadie le discute sus decisiones y no sufre presiones políticas. Aquí, ahora en este caso, se formó una comisión de crisis para tomar las decisiones y se ha hecho bien. Somos gente seria, ahí puede estar parte del éxito de la operación.

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