Los nuevos badenes que traen de cabeza a los conductores de Santutxu

Bajos de coches golpeados, saltos inesperados, caras de asombro, enfados... Los nuevos badenes que se han instalado en la Avenida Indalecio Prieto de Bilbao están causando malos ratos a los centenares de conductores que pasan a diario por la citada vía, ubicada junto al hotel Gran Bilbao y que sirve para conectar el barrio de Santutxu con Miraflores.

Ya han sido varios los afectados que se han dirigido al Área de Circulación del Ayuntamiento de Bilbao para expresar su malestar por la "desproporcionada" altura que presentan. A juicio de muchos de ellos, la dimensión de los resaltos, situados en ambas direcciones, supera el límite legal establecido. Una orden del Ministerio de Fomento de 2008 marca que estos reductores de velocidad no pueden sobrepasar los 10 centímetros de altura.

Sin embargo, fuentes del Consistorio han aclarado a este periódico que existe una ordenanza municipal al respecto, al margen de la normativa de Fomento, que regula esta competencia. En ella se especifica que la altura del 'cojín europeo' -tipo de badén instalado en el lugar- debe tener 7 centímetros como máximo. El Ayuntamiento considera que los dispositivos cumplen "escrupulosamente la normativa de altura y anchura", por lo que no se plantean llevar a cabo ningún tipo de acción. Recuerdan, además, que se instalaron a petición del consejo de distrito y de vecinos de la zona, que reclamaban medidas para ralentizar el tráfico.

Ante esa demanda, y aprovechando las obras de asfaltado llevadas a cabo recientemente en la calzada, el Área de Circulación realizó un estudio técnico sobre el asunto y llegó a la conclusión de que era "conveniente su instalación". Los conductores no ponen en cuestión la necesidad de estos resaltos, pero exigen su revisión. "Tengo que detener casi el coche -la velocidad máxima permitida es de 30 km/h- para no pegar con el tubo de escape en el suelo", denuncian.