Los afectados por el corte de luz en Bizkaia: "Es increíble que pase esto en 2015"

El manto blanco que cubrió Bizkaia ayer miércoles dejó a oscuras a cientos de familias en el territorio. Aunque la nieve se ha ido derritiendo a lo largo del día, todavía hay quien no ha podido ver la luz. Y están ahora sepultados bajo toneladas de indignación. Según han confirmado portavoces de Iberdrola a ELCORREO.COM, unos 90 hogares siguen sin suministro eléctrico, sobre todo en puntos de Nabarniz y Aulesti a consecuencia de la histórica nevada que sorpendió ayer miércoles a los vizcaínos.

Portavoces de la eléctrica vasca esperan que la situación se subsane a lo largo del día, ya que un centenar de personas han estado trabajando durante más de quince horas para restablecer el suministro. "En algunos lugares no ha sido imposible llegar, incluso se han trasladado camiones con grupos electrógenos pero no se ha podido acceder", han abundado fuentes de la compañía.

"Hay quien no puede comer caliente"

Mientras tanto, los afectados están sobrellevando con estoicidad el apagón, en un día en el que los termómetros tiritan. "Tenemos la calefacción a leña, pero el sistema, de esos de energías renovables, al final depende de la electricidad, así que hasta ahora nos hemos estado calentando sólo con el fuego", ilustra Mari Jose Aboitiz, una de las vecinas de Aulesti que a estas horas han recuperado el suministro eléctrico tras casi una jornada entera a oscuras. En otros caseríos de la zona no han tenido la misma suerte. La mayor parte ni siquiera disponen de conexión telefónica.

Sólo la indignación calienta el restaurante de Lourdes Aboiz, en Narbaiz. "Esto es de juzgado de guardia", lamenta la mujer. "Yo, por fortuna tengo gas y línea fija, pero en muchas casas todo depende de la luz, así que ni siquiera pueden comer caliente", asegura enfadada. "Me parece increbíle que esto pase en 2015, hay gente con ancianos en casa, que no pueden conectar el oxígeno. Hemos estado con 40 centímetros de nieve y las máquinas no han pasado hasta hoy. Nos sentimos ciudadanos de quinta", abunda con un visible cabreo.