«¿No podéis renovar a jugadores antes de que acabe el año?»

La presidenta del Surne, Isabel Iturbe, fue la encargada de dar la bienvenida a los accionistas y de dejarles luego a cargo del delegado Erik Badiola, quien ejerció de 'cicerone' por las nuevas instalaciones. Hubo que hacer dos grupos para visitar por turnos la sala de prensa, el despacho del cuerpo técnico, el espacio reservado para las reuniones –aquí suelen hacer los deberes los canteranos por las tardes–, los vestuarios y la cancha, donde pasaron un buen rato con la plantilla. Uno de los momentos más divertidos se vivió en la caseta, con las zapatillas de los jugadores. Enormes unas y grandes otras. «¿Quién calza mayor número, Hlinason o Tsalmpouris?», preguntaron varios. Uno de los empleados recogió los pares que estaban en el suelo y los comparó: «Hlinason, 51,5; Tsalmpouris, 49,5». Una señora puso su pie al lado del calzado de la torre islandesa. El contraste sacó más de una sonrisa.

Una vez completado el 'tour', los visitantes fueron llamados al encuentro con Rafa Pueyo y Mikel Torre. Barra libre para opinar y preguntar a los dos. Este último hizo una radiografía de la cantera de los hombres de negro, «creada en 2018», e insistió en que el «principal objetivo es el jugador, no el equipo. Ponemos el foco en la persona». El responsable de las categorías inferiores explicó que trabajan con cuatro conjuntos, infantil, cadete, junior y senior, este último encuadrado en la liga EBA y entrenado por él, además de hablar de las escuelas que el club tiene distribuidas en Bizkaia y los campus. La idea era trasladar que parte de los recursos aportados por los accionistas y de la masa social se destinan al desarrollo y la mejora de las categorías inferiores.

«¿Qué pasó con Goudelock?»

La audiencia dio por buenas las explicaciones de Torre y luego llegó el turno de Pueyo. El director deportivo centró su intervención en explicar los criterios que sigue el Bilbao Basket a la hora de «configurar la plantilla», una estrategia que pivota en torno a nueve epígrafes. El director deportivo, quien apostó en su momento por gente como Ben Lammers, Jaylon Brown, Axel Bouteille, Damien Inglis y Ondrej Balvin, entre otros, habló de los criterios de «continuidad, cupos, focos de anotación, gente con experiencia en la ACB, físico y salud, polivalencia, juventud, anticipación en el mercado y jugadores entrenables, los que no dan problemas». Desgranó cada uno de ellos y puso el acento en la coherencia a la hora de invertir. «No podemos salirnos del presupuesto, gastar lo que no tenemos». En relación con el último punto, que tiene que ver con el carácter del elegido, Pueyo explicó que el club investiga y pide informes. Solo si son positivos se procede a la contratación del profesional.

Entonces llegó el turno de las preguntas. Uno de los accionistas quiso saber si el club puede atar pronto a sus referentes. «¿Y no podéis renovar a jugadores a mitad de temporada, en febrero, antes de que acabe el año?». Pueyo respondió que intentan hacerlo, que algunos aceptan firmar pronto –por ejemplo Denzel Andersson– y otros no, que prefieren esperar, como Adam (Smith)». Al final, el escolta dio el sí y sigue de negro. Fumata blanca. Por contra, Hakanson y Sulejmanovic se han ido, dos hombres a los que el Surne hubiese preferido conservar y no lo logró. En cualquier caso, según confirmó el director deportivo, hay «ocho jugadores con contrato para la temporada 2024-2025». Otro de los presentes puso un nombre encima de la mesa. «¿Qué ha pasado con Goudelock?». Se le recordó su grave lesión, que era el más caro de la plantilla, que el Surne no quería correr riesgos debido a su historial físico y que tenían a Smith.

Hubo más preguntas –por ejemplo si los jugadores valoran estar en una ciudad con tanto «peso como Bilbao»– y una vez formuladas todos bajaron a la pista. Allí estaba el equipo y los técnicos. Todos se fundieron en uno. Jaume Ponsarnau sugirió hacer una foto de familia. Inmortalizados. Luego siguieron fotos, charlas, firmas, saludos. Entonces el entrenador del Surne cogió el micrófono. «Hoy hemos trabajado mucho. Mañana trabajaremos más. Os lo debemos».