Álex Reyes se lamenta tras una jugada ante Rogkavopoulos. Jesús Andrade
Baskonia 92 - 72 Bilbao Basket

Una película tantas veces vista...

Vitoria ·

El Bilbao Basket solo existió en el primer cuarto de un derbi que eleva a 19 las derrotas en 20 visitas de los hombres de negro al Baskonia en la ACB

Sábado, 30 de septiembre 2023, 20:37

El Bilbao Basket ha protagonizado este sábado una película muchas veces vista en el Buesa Arena. Solo existió de verdad en el primer cuarto y ... luego acabó arrollado por un tren de mercancías cargado de intensidad, talento, físico, centímetros y acierto. Los hombres de negro tenían un plan –lo dijo Jaume Ponsarnau en la previa del choque– que saltó demasiado pronto por los aires. Tras los buenos 10 minutos inciales, en los que se hicieron los deberes, los siguientes 20 fueron una ruina traducida en un parcial de 49-27 imposible de levantar. Un tramo del derbi en el que los hombres de negro desaparecieron aplastados por el Baskonia (25-18 en rebotes y 11-5 en asistencias) y cavaron su tumba bajo el parqué del pabellón vitoriano, donde siguen sin ganar desde diciembre de 2007 en la ACB. El cupo de derrotas sube a 19 en 20 visitas.

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Baskonia

Howard (16), Moneke (14), Rogkavopoulos (13), Marinkovic (11), Diop (10), Miller (9), Sedekerskis (7), Kotsar (5), Costello (4), Mannion (3).

92

-

72

Bilbao Basket

Hlinason (13), Kullamae (12), Smith (11), Renfroe (3), Rabaseda (4), Tsampoulris (0), Andersson (8), Killeya-Jones (9), Reyes (9), De Ridder (3), Pantzar (0)

Y eso que el encuentro arrancó esperanzador. Con una disciplina casi militar, el Bilbao Basket grapó sus voluntades a las exigencias del guion. La hoja de ruta pedía mentalidad de acero, respeto absoluto a las reglas marcadas y dejar los miedos en el vestuario. El equipo jugaba los primeros minutos a la perfección, consciente de que debía igualar la dureza y el físico del Baskonia para seguir con vida en una olla de presión disfrazada de pabellón. 15.504 espectadores llenaron el 'Open Game' y ejercieron una presión –mientras hizo falta– que podía sentirse hasta físicamente en la pista. Abrió el marcador Adam Smith y enseguida respondió la 'bestia' Howard con un triple. Por cierto, los dos equipos se inmolaban desde la línea mágica con unos porcentajes lamentables. Un ejemplo: los vitorianos se marcharon al descanso con un 3 de 16 (18%) y los vizcaínos con un 3 de 12 (25%).

Los hombres de negro avanzaban todos juntos y se pusieron cinco arriba con cinco puntos seguidos de Renfroe (7-12), quien además cogía rebotes defensivos. Ponsarnau dijo en la previa que el equipo tenía que mejorar en el apartado de las capturas y el equipo se aplicó en la tarea. La entrada de Sacha Killeya-Jones permitió a los vizcaínos jugar por encima del aro –su primera canasta llegó de un alley-oop– y mantener a raya a Kotsar, quien no podía con el internacional británico. Andersson trabajaba en defensa y puso un gorro a Howard que se escuchó en Moyúa. Una canasta de Reyes permitió al Surne cerrar el primer cuarto dos arriba (18-20) con buenas sensaciones y confianza intacta. Es una materia tan frágil que conviene cuidarla cada segundo porque, de lo contrario, corre el riesgo de romperse en un suspiro.

Un 16-1 demoledor

Fue justo lo que pasó después, cuando el Bilbao Basket descarriló y empezó a sentir el peso del gigante. No le daban los brazos para sujetarle, ni en ataque ni en defensa. Un dos más uno de Andersson volvió a dar la máxima ventaja a los visitantes (18-23), pero a raíz de esta acción el Baskonia metió una marcha más y se perdió en el horizonte. Una mota. Un primer parcial de 7-0 fabricado por Moneke –acabó con 14 puntos, 6 rebotes y 24 de valoración–, Marinkovic y Rogkavopoulos derivó en una serie demoledora de 14-1, que puso a los alaveses 11 arriba. Del empate a 29 se pasó a un 40-29 que hizo sonar todas las alarmas. El barco empezaba a hundirse y no había manos suficientes para tapar las fugas de agua. Tras fallar dos tiros libres –el equipo firmó un escaso 7 de 13–, Killeya-Jones convirtió los siguientes y permitió a los suyos marcharse a los vestuarios nueve abajo (40-31).

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El escenario empeoró tras el paso por los vestuarios. El Bilbao Basket brindaba segundas oportunidades y encima fallaba tiros liberados. Así despejó el camino a los locales, encantados de verse con el traje de enterrador y la capucha de verdugo. Un parcial de 16-1 (67-43) finiquitó el derbi. Los locales llegaron a ponerse 28 arriba (81-53) –ni siquiera hizo falta que jugara Howard en el último período–, pero tres triples seguidos de Andersson, Kullamae y Smith, unidos a mates de Hlinason, completaron el maquillaje (3-15). El islandés hizo sus números al final y el 'cuatro' sueco fue de los pocos que se ganó el jornal. La película acabó como de costumbre y ahora toca interpretar un buen papel en la pista del Obradoiro, donde toca reivindicarse con una buena interpretación.

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