La marea negra se divierte con sus jóvenes

Rubén Domínguez confirmó contra el adversario georgiano que es un exterior con clase y puntos. El mismo Jaume Ponsarnau destacó después del choque el papel determinante del gaditano para desatascar un duelo que se había complicado contra un Kutaisi muy físico mientras el Bilbao Basket tiraba por la borda demasiados lanzamientos teóricamente sencillos. Domínguez salió, tiró y acertó. Era el mejor hombre de negro hasta el descanso, y después de Melwin Pantzar dio un recital que superó la valoración del andaluz. «Es el máximo anotador nuestro en Europa. Trabaja duro y se lo merece», dijo el base sueco sobre su compañero español.

Domínguez terminó con un balance personal de 15 puntos, con el valor añadido que transformó tres de sus cinco disparos efectuados más allá de los 6,75 metros. Apareció en momentos delicados para lanzar desde lejos y aumentar la ventaja sobre el Kutaisi. Ya había confirmado que era una firme promesa en anteriores duelos continentales. El canterano del Unicaja sólo necesita un proceso de adaptación a la exigente Liga Endesa para convertirse en un jugador de primer nivel. A sus 21 años, este exterior polivalente cuenta con personalidad y cualidades técnicas, lo que ya viene demostrando con el Surne en los compromisos del campeonato europeo de la FIBA. Ponsarnau dio ayer minutos a Domínguez y el joven los aprovechó. Destacó entre baloncestistas más veteranos, curtidos en mil batallas internacionales, tanto con sus selecciones como en ligas extranjeras.

También el técnico catalán mantuvo más tiempo en cancha del habitual al interior Amar Sylla, al que le vio nervioso por querer hacerlo todo bien. No se amedrentó pese a los tiros desviados y puso todo su corazón en defender a las torres del Kutaisi. Consiguió a medias sus objetivos. Su entrenador achaca esta situación al que el senegalés no pudo hacer la pretemporada.

Si el público vibraba con las canastas de Rubén Domínguez, de nuevo el máximo anotador del equipo en el partido y también en toda la fase grupos de la Europe Cup -promedia 14,6 puntos en los cinco encuentros de la liguilla-, no pudo reprimir su entusiasmo cuando saltaron a la pista los también chavales Iker Chacón (20 años) y Carlos Taboada (21). Ponsarnau esperó hasta el final para poner al canterano y al gallego, quien llegó del Obradoiro y está cedido en el Zornotza. El técnico del Surne les activó a falta de 2'05 para el final, con el pabellón roto por los aplausos. El ruido fue a más cuando el coruñés anotó de dos -puso además un tapón- y luego lo hizo el bilbaíno. Fueron las últimas dos canastas del Bilbao Basket para cerrar el choque ante una afición feliz.