Vida nueva tras la fiesta de Berlín
Con el triunfo del Eurobasket todavía presente, llega el arranque de la Liga ACB con un aluvión de caras nuevas. Esperemos que alguno de los recién llegados traiga premio
Sobre los rescoldos de la fogata que montó España en Berlín queda algún comentario por hacer. El debate de si es mejor la NBA o ... el baloncesto FIBA no se sustenta. De la misma manera que en la música no debe haberlo entre lo que hace el Orfeón Donostiarra o Rosalía, por poner un ejemplo. España ha demostrado que con actores de segundo nivel se puede hacer un baloncesto primoroso.
La actualidad nos obliga a ocuparnos por la precipitada apertura de la competición española. La primera novedad es un cambio en el reglamento que seguro va acondicionar el juego. Veamos; cuando un equipo tiene la oportunidad de sacar desde su campo defensivo, ya sea por violación del contrario o por haber recibido una canasta, los árbitros no tendrán que poner el balón en juego. Son los propios jugadores los que actuarán como si fuera una jugada continua, poniendo el balón en juego con la celeridad que su entrenador considere. Por esta regla ha luchado Aíto García Reneses desde hace más de un lustro, algo que siempre he apoyado. Ahora solo queda pendiente ampliar las medidas del campo. Tengan en cuenta que yo ya jugaba con las actuales y los pívots medían 1.90.
Para los medallistas la vida no cambiará mucho. Los Hernangómez, que podrían ser solistas, se irán al coro de la NBA. Al estimable Lorenzo Brown solo lo veremos en la Euroliga con el Maccabi. Del resto, solo creo que pueden tener vocación de solistas Pradilla y Brizuela, pero no sé qué tapones les habrán puesto sus clubes en la composición de sus plantillas.
Conviene tener en cuenta que, por la ambición de los propios jugadores, el negocio de los agentes y la precariedad económica de los clubes, hoy se hace poco menos que imposible formar plantillas duraderas. Las de Joventut y Tenerife pueden ser las excepciones. No lo he mirado con detalle, pero estoy seguro de que más de la mitad de los equipos tienen, como mínimo, seis incorporaciones procedentes de cualquier punto del mundo. Lo más triste es que los que fueron mejores la temporada pasada no estarán. Hablo de Muoneke, el nigeriano que nos dejó pasmados con el Manresa y que ha marchado a los Sacramento Kings. También faltarán los ya exbaskonistas Fontecchio y Baldwin. La lista de bajas podría ser larga.
La visión positiva de la situación es que se puede especular con las aspiraciones de los clubes. El punto de partida de los nuestros es diferente; por un lado el Bilbao Basket, tras la exitosa temporada pasada, en la que se afianzaron en la clase media del escalafón, debe aspirar desde el primer momento en conseguir plaza en la Copa. Su reto no puede ser mantenerse en zonas templadas. Si esa sensación se alarga en el tiempo, los aficionados van perdiendo pasión. La situación del Baskonia es más compleja. Tras haber llegado a lo más alto del concierto europeo, el presente se le hace muy difícil ya que el mercado de jugadores de talento Euroliga es muy limitada. Ambos clubes han recurrido a entrenadores españoles, profundos conocedores de nuestra liga. Entre la lista de nuevas incorporaciones puede haber de todo, algún elemento de talante frío que no vale para nuestras pasiones o quizás algún tapado que revolucione el cotarro. El año pasado fueron Musa o Muoneke. Esperemos que entre los recién llegados alguno traiga premio.
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