Solvente reencuentro con las certezas

Le faltan piezas. Y no pocas. Tampoco estaba entero el Fuenlabrada. Además de las conocidas ausencias de Baldwin y Costello, no estuvo Peters. El norteamericano se quedó fuera con un vendaje en la rodilla. Nada serio, pero no son las pretemporadas tiempo para correr riesgos innecesarios. Estuvieron otros. Un Sedekerskis más que notable en la primera parte, detalles de pólvora y ritmo desde el perímetro y convincentes sensaciones de Nnoko y Enoch en el juego interior. Pequeñas piezas de un puzle al que todavía le faltan matices. Aunque, con victorias, todo se asume con mejor ánimo.

El arranque fue de los madrileños, más entonados dentro del desacierto general y la sucesión de fallos, pérdidas y desajustes. Lo natural en una pretemporada para la que todavía faltan elementos en la cancha y fuerza en las piernas. Ante la ausencia de Peters, ya desde el arranque le tocó a Sedekerskis jugar de '4'. Amenazó el Fuenlabrada con despegarse (4-10, m.4), pero el Baskonia recuperó el tino, desde el perímetro y con una notable presencia interior de Nnoko, para marcharse al final del primer parcial en ventaja y con trayectoria ascendente (24-17, m.10).

Los rastros del tibio despertar desaparecieron en el comienzo del segundo cuarto. Intercambios de canastas y protagonismo de otros nombres como Enoch, sobre todo en ataque. Mejores sensaciones también de un Kurucs obligado a jugar de base, pero sólido en la dirección aunque de más a menos. Y siempre con la aportación de un Sedekerskis notable tanto en ataque como en defensa. Todo, para que el Baskonia carburase y ampliase la ventaja (34-23, m. 15). Pesó la calidad azulgrana en el intercambio de acciones y se marchó al descanso con una cómoda diferencia a favor pese al ligero apagón final (44-31).

El paso por vestuarios dejó un Baskonia algo más coral. Pero también menos enchufado que en los minutos previos. Se valió de eso el Fuenlabrada para elevar la intensidad de su defensa y recortar la desventaja (47-39, m.23). Los vitorianos volvieron a caer en ciertos errores del arranque y cierta tibieza en la protección de su aro. Le falta, también, conectar a todas sus amenazas exteriores con mayor continuidad. Pero, con todo, el Baskonia logró sostener sus prestaciones para conservar una ventaja cómoda apoyado en sus chispazos exteriores en un duelo que amenazaba con enturbiarse (67-54, m.30).

El duelo terminó de deshilacharse en el cuarto final. La rígida mirada de Dusko Ivanovic desde el banquillo siempre impone, pero se tiñe de indulgencia en el verano. Tampoco las piernas dan para un despliegue impoluto. El Baskonia no sufrió. Sus certezas, todavía en camino del reencuentro total, le valieron su tercer triunfo en la pretemporada.