Luca Vildoza: «Ahora no estoy sintiendo presión»
El base del Baskonia, en plena adaptación al baloncesto europeo, anima al equipo a «ganar al Efes» hoy y después «golpear primero» en el cruce de cuartos
El baloncesto es intenso en él. Luca Vildoza (Mar de Plata, 1995) no deja de crecer. Atrás quedó lo de ser «el nene mimado» y ... la estrella absoluta en Quilmes. Algún día, pronto si no se tuerce su progresión, podría ser la de un Baskonia en el que está cerca de cerrar su primera campaña. Un año de adaptación en el que asegura «tener menos presión que en Argentina». Listo y sobradamente preparado, el base mira al cercano 'play off' de Euroliga con la chispa en los ojos de los irresistibles niños traviesos. «Lo importante es hoy, ganar a Efes, y luego, toque el que toque, golpear primero» en el cruce. La ventaja de campo se recupera con solo una victoria.
-Los objetivos colectivos se van cumpliendo. ¿Los personales?
-Los pasé hace tiempo. A principio de temporada jamás habría esperado estar a este nivel y jugando tantos minutos. Aunque uno siempre quiere más. Por eso sigo trabajando.
«'Marce' es el que más me ayuda y Jayson el que más me habla. Es un privilegio tenerles cerca»
Junto a Huertas y granger
-¿Con alguna idea concreta?
-Por mejorar. Tengo objetivos a medio plazo, sí, pero en lo que me concentro ahora es en jugar mañana (por hoy). Luego en tener minutos en el 'play off'. Pero lo primero, el Efes.
-¿Y lograr un título este año?
-Uno siempre sueña, pero tenemos los pies sobre la tierra. Trabajando duro, como lo hacemos, los resultados van a llegar.
La ficha
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Luca Vildoza. Mar de Plata, 11 de agosto de 1995. Todavía no ha cumplido los 23 años.
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Como jugador. Canterano del Club Atlético Quilmes de su ciudad natal, el base dio el salto al primer equipo en la temporada 2011-12.
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Sus números. En este primer curso de adaptación en el Baskonia, Vildoza promedia 4,2 puntos y 2 asistencias en Euroliga y 2 puntos y una asistencia en ACB. Su progresión, especialmente desde la Copa, ha sido notable. En Argentina, después de seis temporadas en Quilmes, terminó por promediar 17,2 puntos, 4,2 rebotes y 4 asistencias.
-¿Se siente ya completamente adaptado al baloncesto europeo?
-Creo que me falta un poco. Me adapté bastante rápido. Al menos lo intenté, porque entrenamos mucho y cuento con grandes jugadores en el vestuario. Pero me falta un 'click' más para estar a nivel.
-¿Por ejemplo? ¿Qué debe pulir?
-Aguantar un poco más el ritmo de juego. Al principio no me daba cuenta, pero hay cosas que hacía sin pensar en Argentina y aquí son imposibles. Algunos pases relajados, por ejemplo. Aún tengo muchas pérdidas por relajarme y por intentar hacer cosas que no puedo hacer.
-Estas defensas muerden.
-Muerden, sí. Y no solo eso. Es que te enfrentas continuamente a jugadores de dos metros. Pueden ser bases, escoltas o aleros. Todos rondan los dos metros. Y hay que lidiar con eso.
«Aprendí a madurar»
-¿Cómo se hace para asimilar el paso de ser la estrella que manda a su antojo en el campo a ser uno más que busca un hueco en la rotación?
-Con ayudas por todos lados. Esa es la forma de hacerlo. Pedro (Martínez) me está dando la confianza para estar a este nivel. Los chicos me ayudan en la cancha. Pregunto muchas cosas y me ayudan todo el tiempo a ordenar el equipo.
-¿Los veteranos cuidan de los nuevos? Eso se percibe desde fuera.
-Sí. Se preocupan de que no nos abusen. 'Marce' (Huertas)..., y Toko (Shengelia), que sin serlo parece y juega como un veterano, nos ayudan mucho. A mí, a los más chicos, y a 'Pato', que somos los novatos.
-¿Fue extraño seguir en casa después de haber fichado por Baskonia con un año más cedido y sabiendo que se acababa una etapa?
-No estaba muy cómodo al principio de la campaña pasada en Quilmes. Me nombraron capitán, no me gustó demasiado. Yo seguía siendo el nene mimado de la ciudad, de Quilmes...
«Contar con un psicólogo que ayudó a descargar muchas cosas que necesitaba soltar»
Apoyo para acoplarse
-Y no quería dejar de serlo.
-Aprendí a madurar. Y las cosas mejoraron. Al final alcanzamos objetivos que eran importantes para el club. Me vine muy contento a Vitoria.
-Sus padres buscaron un psicólogo deportivo para trabajar en el proceso de crecimiento personal.
-La verdad es que ayudaba mucho. Hubo momentos de bajón en los que me sentía raro y con mucha presión y me ayudó mucho. Tenía sesiones cada dos o tres semanas. Nos llamábamos y nos juntábamos para hablar y descargaba muchas cosas que necesitaba soltar. Era la primara vez que me iba de casa, dejaba a mi gente y eso me pesaba.
-¿El Buesa es un campo caliente, pero 'light' comparado con el del Islas Malvinas?
-La gente es crítica en todos lados. Acá lo es menos. Ahora no estoy sintiendo presión. Cada cosa que hago es algo nuevo, algo que no se esperan y no ponen presión sobre vos. Pero yo sí me la pongo porque sé que puedo hacer las cosas mejor.
-¿Qué está aprendiendo de Granger y Huertas?
-Son dos jugadores distintos. A Jayson le gusta crear él el juego y a 'Marce', el orden. Es el que más me ayuda y Jayson el que más me habla. Mi juego se basa más pensando en 'Marce' que en Jayson.
«Organizar más que anotar»
-¿Ahora prefiere asistir a anotar?
-Por ahora, organizar más que anotar, sí. Intento adaptarme y descubrir cosas que son buenas para el juego colectivo. Cuando me den la oportunidad... (le cambia hasta la voz). Bueno, ya se vio el año pasado que me gusta tirar mucho al aro. Pero con grandes jugadores alrededor no puedo permitirme esas cosas. Ellos tampoco me lo van a permitir.
-¿Hay pelea por ser el primer base?
-Crea que estamos muy cómodos los tres. La óptica es la siguiente: si el que entra juega bien, los otros dos sabemos que se lo merece; y si uno lo hace mal, lo intentamos levantar. La verdad es que es un privilegio jugar con dos bases de esta categoría.
-¿Qué pasó en la Copa? Desde entonces la racha es espectacular.
-Teníamos muchas ilusiones y perder con el Barça nos tocó hondo. Nos sorprendió. Llegaron con un nuevo técnico y nos vimos superados. Volvimos muy dolidos de Gran Canaria. Entonces cambiamos la cabeza y todo fue diferente. Trabajábamos más duro y más concentrados.
-¿Qué papel jugó el entrenador en ese cambio?
-Pedro es el que más nos ayuda en todo. Impone su manera de entender el juego y de entrenar. Y por más que nos quejemos de las palizas, sabemos que nos hace mucho bien.
-¿Y con Prigioni? ¿Qué salió mal?
-No se dieron los resultados, es obvio, pero con Pablo también trabajábamos muy duro. Fue mala suerte. A mí me hubiera gustado mucho estar con Pablo. Son cosas que pasan. Acá no se dieron los resultados y eso nos jugó en contra. Luego llegó Pedro y cambió la cara al equipo. Intentó exprimirnos.
-¿Qué rival prefiere en el Top 8?
-Pienso que son todos duros. Y más si tienen la 'localía' (factor cancha), que les hará muy fuertes.
-Con ganar el primer partido...
-Obviamente. Yo soy de los que piensa que en el 'play off' hay que dar el golpe primero; dar ese primer paso para que sientan que estamos aquí.
-¿Ha llegado este Baskonia a su techo?
-Espero que el techo no esté cerca. Sabemos que todos podemos aportar un poco más: bajar las pérdidas, reducir los rebotes que nos toman en ataque... .
-¿Y el suyo? Garino dice que Vildoza tiene «un potencial que ni conoce».
-'Pato' me halaga mucho. Ya me lo dijo, no creas. ¡Ojalá sea verdad! A poquito, todo llega. Por ahora es mi primera temporada y la estoy disfrutando mucho.
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