San Petersburgo vuelve a presumir
El Zenit releva a golpe de talonario el prestigio del mítico Spartak, el referente en los años 70 en la ciudad que sirvió de cuna para el baloncesto ruso
Iván benito
Lunes, 15 de marzo 2021
Cada piedra de San Petersburgo tiene su historia a pesar de su bisoñez. La ciudad fue diseñada, construida, decorada y pulida hasta el más ... mínimo detalle para ser la envidia del mundo. Nada le sobra, nada le falta. Tampoco un equipo de referencia baloncestística. A la ingente cantidad de puentes, palacios, iglesias, monumentos y museos se suma el esplendor del Zenit, de arraigo futbolero pero que comparte apelativo y potencial financiero con el conjunto contra el que el Baskonia se jugará el jueves (18:00) su capacidad de agarre a la máxima competición continental.
El nombre del Zenit, aspirante a convertirse en el segundo referente del baloncesto ruso, no aparece en los anales de la historia. Se trata de un club de reciente creación que ha recogido el testigo del Spartak, uno de los mayores oponentes al dominio del CSKA. El desarrollo del deporte en el país se promulgó a partir de la revolución bolchevique, antes de la cual solo se jugaba al baloncesto en San Petersburgo, cuna de la primera liga nacional del país. A orillas del río Neva experimentaron la grandeza de un club que vivió los dos acontecimientos clave que marcaron su gloria a las puertas de los años 70. Aupados por las firmas de Alexander Belov y Vladimir Kondrashin, posteriormente convertidos en héroes de la nación, alcanzaron tres finales y dos títulos de la Recopa en apenas cinco años.
Belov fue el autor de la canasta decisiva con la que URSS derrotó a los Estados Unidos en la final de los Juegos Olímpicos de 1972 en pleno contexto de la Guerra Fría, con Kondrashin como seleccionador. Una medalla de oro histórica, que llenaría de orgullo las calles de Leningrado y sus jugadores del Spartak, que apenas tardaría unos años en desarrollar un declive imparable. El jugador fallecería a los 26 años a causa de un cáncer, y a pesar de que el técnico ruso permaneció durante 28 años en el banquillo, el club no volvió a respirar aires de grandeza.
Tras la caída del imperio soviético en 1992, el Spartak se aprovechó de la época de confusión que supuso la restauración de una liga únicamente rusa para alzarse con la victoria absoluta, ya bajo el sobrenombre de San Petersburgo. Pero fue tan solo una pequeño halo de luz del que nadie se quiso hacer responsable de alimentar a pesar de la formación de jugadores jóvenes de alto nivel como Andrei Kirilenko. La entidad terminaría por disolverse en 2014 y a pesar de la refundación en 2017 como BC Kondrashin Belov primero, en honor a sus dos máximos exponentes, y la ambición por reverdecer viejos laureles, el Spartak se encuentra alejado de alcanzar una plaza en la VTB.
Origen en un club de Moscú
Pero a zar muerto, zar puesto. Es lo que debieron pensar en San Petersburgo, una plaza con demasiado potencial para no tener un equipo en la élite del baloncesto. El BC Triumph Lyubertsy, otro equipo del extrarradio de Moscú, vivió una etapa turbulenta entre 2003 y 2014, año en el que el ex jugador Pavel Agapov fundó el Zenit y se apropió de sus derechos de competición. La infraestructura, el Yubileyny Sports, y la afición llegaría rebotada del Spartak.
Bajo la batuta del exbaskonista Walter Hodge, el Zenit realizó unas notables primeras campañas en la Eurocup. A golpe de talonario, fue mitigando sus carencias, explotando a jóvenes como Timma, reclutado para la causa azulgrana y con fichajes de postín como el de Laprovittola, cuya estancia casi inédita en San Petersburgo fue el primer detonante de una estructura todavía débil.
Para ello llegó allí Alexander Tserkovny, fundador del primer club de baloncesto profesional en la ciudad de Yaroslavl y presidente de un club modesto al que ascendió a la Superliga. El ahora director deportivo del Zenit es una persona ambiciosa, exigente y creativa, que de la mano de Xavi Pascual y con el apoyo de la potente petrolera Gazprom, con una alta inversión deportiva, aspira a lograr la licencia A de la Euroliga en el futuro.
En su contra, un esqueleto todavía fragil en palabras de Joan Plaza, técnico destituido en febrero del año pasado. «Tienes que hablar de baloncesto con personas que quizás no tienen el bagajede otras a nivel europeo o español. No puedes pretender, de hoy para mañana, tener una rentabilidad inmediata porque en deporte, desgraciadamente, dos y dos no son cuatro». A su favor, una combinación de músculo financiero, experiencia creciente en la Euroliga tras una mala primera campaña y una ciudad amante del baloncesto y presumida desde su origen.
El Zenit se deshace del Parma 89-84 en su compromiso liguero
Volvió a relajarse el cuadro de Xavi Pascual en el último cuarto, pero esta vez logró contener el conato de remontada imparable sufrido en El Pireo. Se impuso el Zenit 89-84 en su encuentro de la VTB, manteniendo el liderato con 20 victorias, dos más que el CSKA, que ganó a un Khimki asolado por los rumores de salida de Shved. El Parma no se rindió a pesar de afrontar el último cuarto quince puntos abajo e hizo sudar al cuadro de San Petersburgo, que entró en el último minuto con solo cuatro de ventaja. Will Thomas, con 24 puntos y 11 rebotes, y Kevin Pangos, 21 puntos y 5 asistencias, fueron los más destacados por parte del Zenit, que aguantó el impulso anotador de la pareja formada por Juskevicius y Zukauskas, responsables de 44 puntos visitantes. Poythress (13 puntos y un mate delicioso) también cuajó un buena buena actuación en una tarde en la Gudaitis y Baron descansaron.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión