La rueda de entrenadores
Análisis ·
Los clubes dan poco valor al trabajo de los técnicos, improvisan para su contratación y los consideran, como decía aquel, un mal necesarioDentro de las pocas novedades que se producen en un baloncesto que transcurre a media velocidad y con constantes cambios de calendario, ha sido noticia ... la salida precipitada de Paco Olmos del Breogán, para unirse al Burgos, que parece no encontrar el entrenador que le haga olvidar a Peñarroya. La marcha de Olmos no merece ninguna crítica; aun siendo inusual no es más que correspondencia a los ceses que sufren los entrenadores por parte de los clubes. Lo sorprendente es la falta de previsión por parte del club gallego. En la historia del Baskonia, varios entrenadores han roto sus compromisos, siempre pagando un elevado precio por su legítima decisión.
El hecho me lleva a confirmar la idea de que los clubes dan poco valor al trabajo de los entrenadores, improvisan para su contratación y los consideran, como decía aquel, un mal necesario. Si se da un repaso a la nómina de técnicos, tanto en España como en Europa, se comprueba lo recurrente que es en cuanto a nombres y las pocas incorporaciones de nuevos talentos. En nuestro país solo tienen la oportunidad de tener una plaza o el entrenador que sube, hecho tan antiguo como que Aíto debutara con un ascenso del viejo Cotonificio o yo mismo con el Baskonia. Un caso más reciente es el de Peñarroya, que llevó al Andorra a la élite. Otra vez, el Breogán es excepción: no renueva a Epifanio aun habiendo ascendido. Realmente, el club de Lugo es sorprendente.
Para entrenar en la élite existe otro camino; el ascenso del ayudante. Estadísticamente es un fracaso que tiene su explicación. ¿Cómo se va a cambiar el ritmo de algo que se considera fracasado con una persona que tiene la influencia del destituido? En este caso hay un ejemplo paradigmático. El magistral Obradovic instruye durante años al griego Itoudis, que triunfa en el CSKA sin tener que heredar el puesto del serbio.
Vemos a los mismos entrenadores de un lado a otro, más valorados por su experiencia que por sus métodos
Si los clubes no respetan el puesto de entrenador difícilmente en el bloc de notas de la secretaría habrá un listado de posibles repuestos. Cuando surgen las urgencias, no hay más información fiable que de aquello conocido. Así, vemos a los mismos de un lado a otro, más valorados por sus años de experiencias que por sus métodos, éxitos, su edad, estado de forma o vocación. Por respeto a la profesión que tanto tiempo ejercí no estoy dispuesto a dar nombres pero hagan ustedes un recorrido por la nómina de los que están y los que van a estar. Verán alguna carrera que ya merece el descanso.
Excepcionalmente se da el caso de entrenadores que ejercen también de secretario técnico. Famoso es el caso de Popovich en San Antonio. También los hay en Europa. ¿Quién puede dudar que Messina ejerce la doble función en perfecto maridaje con algún colaborador o que Aíto ha hecho lo propio a lo largo de su carrera? Incluso me atrevo a asegurar que Pedro Martínez es responsable no solo del formidable juego de su Manresa sino también de la confección del grupo. En definitiva, los clubes deben entender que hay más entrenadores capaces de dirigir a sus equipos, solo es cuestión de que se les conozca, se les examine, se sepa de sus valores y si estos se ajustan a la forma de ser del club. ¡Qué fáciles eran los tiempos en los que la pareja presidente-entrenador se lo guisaban y se lo comían todo!
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión