La reválida definitiva de Jayson Granger
El base uruguayo, que acaba contrato y está casi inédito esta temporada, espera su oportunidad en el play off de la ACB
La última bala de un cargador que prometía certeros disparos pero que se ha encasquillado demasiado. Jayson Granger está ante su penúltima oportunidad con la ... camiseta del Kirolbet Baskonia. El base uruguayo, que cumplirá 31 años en septiembre, afronta el mes final de las tres temporadas de contrato que firmó en el verano de 2017. Un camino que se prometía feliz pero que ha resultado estar plagado de obstáculos.
Su continuidad está, como mínimo, en el aire. Para ello, debería negociar una extensión casi sin argumentos. Porque el uruguayo ha vivido un rosario de lesiones desde su llegada, en especial durante los dos últimos cursos, que apenas le han permitido competir con regularidad. En el último año y medio, desde comienzos de 2019, sólo ha disputado cuatro encuentros.
Siete, como máximo, tendrá en el play off especial de la ACB. Al menos, los cinco que el Baskonia disputará en la fase inicial de grupos ante Barça, Tenerife, Bilbao Basket, Unicaja y Joventut. Ha recibido el alta esta semana y ya ha mostrado su predisposición a volver a vestirse de corto. «Sería un regalo muy lindo para mí volver a estar en una cancha disfrutando después de tanto sufrimiento. Y, sobre todo, poder vestir esta camiseta. No he tenido la suerte de hacerlo en buenas condiciones», comentó tras uno de los entrenamientos de esta semana. Aunque todos actuarán con cautela porque, como advirtió la semana pasada Dusko Ivanovic, el periodo antes de volver a competir «es corto».
Si todo va bien, en junio disputará su segundo partido de la temporada. Hasta ahora su papel se reduce a menos de dos minutos. En concreto, 1 con 51 segundos. Es el tiempo que pasó en pista en la primera jornada de ACB, frente al Estudiantes, desde que saltó al parqué en el quinteto titular hasta que una mala pisada le mandó al fondo del banquillo con el peor diagnóstico: rotura del tendón de Aquiles y al menos seis meses de baja.
Dolor continuo
Un percance así es siempre inoportuno, pero resulta si cabe más trágico para un jugador que ya el año anterior, la temporada, 2018-2019, había vivido un calvario . Su maltrecho tobillo le permitió jugar hasta diciembre, antes del ecuador del curso. Ahí dijo basta. Hasta entonces había podido competir con mayor o menor acierto. Incluso, sin sufrir. Así arrancó el curso. «Es la primera semana desde noviembre -de 2017- que me levanto de la cama sin dolor», dijo en septiembre de 2018, antes de empezar la temporada.
Su paso por el quirófano en enero de 2019 para someterse a una bursectomía pareció poner punto y final a los problemas. Sólo le quedaba esperar para volver. Lo hizo antes de terminar la temporada, en la última jornada de la fase regular de la ACB. Ése y el accidentado play off contra el Zaragoza parecían alejar unos problemas que, para su desgracia, volvieron unos meses después.
Sólo en su primera temporada logró cierta continuidad. Y a costa de sufrir un dolor que le frenó en el tramo final del año, cuando el Baskonia se jugaba la liga ante el Real Madrid. Ahora, una vez desterrado del todo el sufrimiento, aspira a, al fin, a disfrutar con el Baskonia.
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