En la recuperación de sensaciones

SALTO INICIAL ·

El Anadolu Efes se rehace a base de velocidad, ritmo, acierto y compromiso para ofrecer un baloncesto más reconocible aunque no tan brillante como el pasado

Martes, 8 de marzo 2022, 00:30

Tenemos en ocasiones un interesante debate entre el pleno disfrute y las razones que hacen que disfrutemos. Me explico. Hay quien sencillamente se sienta ante ... un espectáculo y se deja llevar por los acontecimientos que en él suceden. Sentarse, esperar que pasen cosas y a poder ser si es para bien de aquello que conocemos o sentimos como propio, mejor que mejor. Por otro lado está quien trata de desmenuzar cada acción, algo así como indagar qué puede suceder antes de que suceda y pensar después por qué ocurrió lo que ocurrió para entenderlo. En esa búsqueda de los porqués está también el disfrute y no solo en su mera ejecución. Cada quien disfruta a su manera, pero si aprendemos un poco de esos porqués, le aseguro que disfrutará más.

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Le está costando al Anadolu Efes situarse en los puestos de privilegio a los que tan acostumbrado está y estamos los aficionados a esta Euroliga. Sorprendía no verle entre los ocho primeros, al igual que su juego: demasiadas dudas, errores y fallos en un equipo que un año más seguían juntos, salvo Salin y alguna incorporación. Era difícil entender por qué. Esa 'máquina de jugar' atractiva, rápida y vertiginosa, repleta de talento, de calidad individual, de buscar al compañero mejor situado, de tiro de 3, de 'extra pass', de mates en continuación, de transiciones, etcétera no hacía acto de presencia. El Anadolu Efes trajo una manera de jugar al básquet que le llevó a lo más alto. Con semejantes jugadores -Larkin, Micic, Beaubois, Simon, Bryant, Moerman, Pleiss…- era difícil pensar que aquello no funcionara tan bien. Sorprendió incluso a ellos mismos, a un Ataman desquiciado con sus decisiones y a unos baloncestistas que se desquiciaban con esas mismas decisiones y su puesta en escena.

Pero aquello va camino de volver a su senda. Velocidad, ritmo, acierto y compromiso se han alineado y van ajustando un juego que sin tener toda la brillantez que recordamos, comienza a ser más reconocible. Puedo imaginarme los momentos en los que se miraron a la cara y dijeron: «¿Qué? ¿Nos ponemos ya?». A nadie le gusta el sabor de la derrota, menos cuando te acostumbras tanto a ganar. Pero gustó aún menos el cómo de esas derrotas, y más cuando sabes que tienes recursos para hacerlo mucho mejor. Permítame indicarle tres aspectos del juego de Anadolu Efes que por fin han vuelto.

Uno. Los espacios. En un equipo con tanto talento exterior, el Efes necesita abrir el campo al máximo para que sus jugadores se sitúen sin molestar al que tiene el balón para que pueda disponer de al menos dos opciones para atacar a su defensor. En un equipo donde el 1x1 desde el bote es santo y seña, Micic, Larkin y Beaubois tenían dificultades para ejecutar este recurso precisamente por no disponer de espacios liberados para irse de su defensor. Necesitan espacio y esa pizca de más de velocidad para irse con facilidad de su hombre y a partir de ahí generar las ayudas para buscar al compañero mejor situado. Ahora hacen el campo muy grande, atacan con mayor velocidad y las asistencias aparecen.

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El otro aspecto del juego es el 'pick & roll', ese 2x2 que ejecutan una y otra vez para generar desventajas que aprovechan después en el 1x1. Es probablemente el equipo que más 'pick & roll' realizan, cada vez más rápido, con más opciones y donde han recuperado su eficacia en el tiro, Beaubois y Moerman en especial, además del resto de jugadores, siendo el mejor porcentaje en tiro de 3.

Y un detalle más. Son conscientes de que los partidos se ganan en defensa. Y ahí también han mejorado, y mucho, con más físico y mejor rebote. Precisamente para poder atacar mejor, mucho mejor. Se darán cuenta ustedes, seguro.

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