¿Cómo reconstruir?
Para el Baskonia, ha llegado el momento de coger la maleta y viajar en la búsqueda de mercado para construir sus proyectos
Tras el duro varapalo recibido en el Buesa a manos del Madrid, me fijé en el protocolario saludo final, momento en el que los entrenadores ... nunca se miran a la cara y, si lo hacen, destilan revanchismo y frustración. Neven y Pablo se entretuvieron unos segundos. Quizás Pablo le dijo al colega: «¡Vaya lo que te viene por delante, que Dios te coja confesado!». Puede que el técnico baskonista contestara: «¡No sé por dónde empezar!».
Publicidad
Cuando un club se equivoca en los fichajes, no en todos, es suficiente hacerlo en un par de ellos, el equipo se resiente. Si los errores son consecuencia de una valoración equivocada de las virtudes técnicas, el rendimiento colectivo baja y las victorias cuestan mucho más. Los aficionados no aprecian con nitidez los motivos de un juego espeso y unos resultados peores. El problema de difícil solución es cuando ese par de jugadores determinantes, o quizás alguno más, son «cortos de entendimiento», definición que da la RAE al vocablo 'idiota'. Siempre usada en tono descriptivo y nunca ofensivo. El problema es que esa especie de autismo tiende al contagio en los equipos de baloncesto, que no son otra cosa que grupos reducidos de vidas muy entrelazadas.
Ivanovic, desde sus conocidos métodos volcánicos, no consiguió enardecer a la plantilla y estoy seguro de que su cese no fue nada traumático, conocido el mutuo respeto entre su persona y el club. Su marcha deja paso a Spahija; otro talante, larga trayectoria de buen hacer, conciliador y de mano izquierda. El cambio parece oportuno, así que démosle tiempo. Tiene suerte, con estos antecedentes el indeseado fracaso nunca será suyo.
La lección para el club es evidente. Hoy los agentes no son descubridores de jugadores, se limitan a negociar sueldos de los más contrastados, se apoderan de la fidelidad de algunos clubes e incluso actúan con espurias intenciones. Los representantes españoles son simplemente corresponsales de las grandes empresas americanas, que llegan a tener cuadras de 200 deportistas.
Publicidad
Permítanme alguna reflexión. Desde la temporada 2013 han debutado en Euroliga 394 jugadores, de los que 170 son estadounidenses. Del total solo 130 han disputado más de 40 partidos con 15 minutos de promedio. De este último grupo, 63 provienen de Estados Unidos. Estos datos muestran que los clubes de Euroliga y consecuentemente ACB deben dedicar su gestión a ese mercado de jugadores, ya que todos sabemos de las penurias de los jugadores nacionales. Pocos, solo el 25%, vienen directamente de la NBA. El resto procede de las ligas rusas, alemanas, turcas e israelíes preferentemente, más algunos que se cuelan de la mano de algún avispado secretario técnico. Llegan también de mercados menores como Dinamarca, Bélgica o Suecia, donde se paga bien dado el nivel de vida y que ejercen de trampolín. Los datos que doy son retazos de un concienzudo estudio con el que no les quiero aburrir.
Conclusión: un club como el Baskonia no puede fichar a los NBA, ni tampoco a los consolidados en Euroliga. Se equivoca si piensa que los descartados de la propia competición le van a servir. Las ofertas azulgranas son atractivas por el prestigio de ser antesala de los grandes contratos, solo el Madrid traía cuatro de la larga lista de antiguos alumnos. Ha llegado el momento de coger la maleta y viajar. Después, tocará hablar con los representantes.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión