
Rafa Jofresa | Leyenda del Joventut y Secretario de la Asociación de Jugadores
«Que haya un 65% de norteamericanos en la Euroliga desvirtúa mucho la competición»Secciones
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Rafa Jofresa | Leyenda del Joventut y Secretario de la Asociación de Jugadores
«Que haya un 65% de norteamericanos en la Euroliga desvirtúa mucho la competición»La de Rafa Jofresa (Barcelona, 1966) es una de esas camisetas que ha pasado a la posteridad. Colgada desde lo alto del Olímpic de Badalona, ... ilustra la importancia de un base «poco fetichista», que dice no haber visto repetido «casi ninguno de los partidos» que disputó en 21 cursos en la ACB. Temporadas de las que sí siente nostalgia por «la emoción y la competitividad» que considera que ahora se ha perdido. Retirado en 2004, la leyenda del Joventut lleva casi dos décadas como secretario de la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP).
– Como jugador, tuvo una vida paralela a la de Pablo Laso.
– Él es un año más joven. Nos enfrentamos en el Campeonato de España juvenil del año 83 y coincidimos en diferentes selecciones.Fuimos rivales y buenos amigos durante esa época; él ha sido un gran referente. Dominaba como pocos la penetración y la asistencia, y era muy listo. A pesar de que no tiraba muy bien, creo recordar que un año fue el mejor porcentaje triple de la Liga. Como tenía otras virtudes, pues le solíamos defender con un poquito más de distancia, y ahí era capaz de meterla.
– ¿Tiene algún recuerdo en especial del Baskonia?
– Fue como el inicio de una gran rivalidad al principio de los noventa. Sobre el papel, desde la época de Rudy y Ricky, el Baskonia tenía mejor equipo. Pero no sé por qué, el Joventut siempre se le ha dado mal. Es como que le tiene pillada la medida. A mí me pasaba con Elmer Bennett. Me hacía sufrir muchísimo y con otros igual de buenos les cogía mejor la medida.
– ¿Nunca se planteó salir de Cataluña en su carrera?
– Pues estuve tentado de fichar por el Baskonia. Pasé 15 años en el Joventut, hasta que no me renovaron y de las ofertas que tuve, la mejor y la que me hacía más ilusión era la del Barça, el equipo de mi cuidad natal. Luego fui un año a Girona, que ahí sí prioricé estar un poco cerca de casa porque había estado lesionado unos meses y es en el verano de 1999 cuando me llama Sergio (Scariolo). Me propone ir de pareja con Bennett y la oferta era buena. Hubiera estado bien, pero me decidí por el Joventut por cerrar el círculo. No fueron cuatro años soñados, pero me satisficieron.
– Ahora todo ha cambiado. Hasta el punto de que la NBA quiere crear una liga en Europa.
– Habrá que ver si se consolida. Lo que sí tengo claro es que para mí, el futuro del baloncesto europeo no pasa por competiciones cerradas. Estoy en contra del no acceso por méritos propios, porque quitan muchos alicientes a las ligas nacionales y lo extrapolo a la ambición de jugador que sabe que en algunos clubes nunca va a jugar la Euroliga. Va un poco contra el modelo del espíritu de superación de un deportista.
– ¿Que haya cuatro competiciones continentales desvirtúa la propia competición?
– Aquí cada uno ha tirado por su lado. Habría que unificar un poquito más todo, estructura y sobre todo calendarios. No puede ser que los jugadores estén 10 meses y medio jugando dos o tres partidos por semana. Se supone que se hace para que el espectador se divierta, y lo que creo es que se está confundiendo desde hace muchos años a los aficionados. El modelo está adulterado en general y no sé si se puede dar marcha atrás.
– Las audiencias en televisión tuvieron tiempos mucho mejores.
– Ahí confluyen muchas cosas.Otro de los temas que percibo es que las plantillas, en general, están totalmente despersonalizadas. En la Euroliga hay un 65% de jugadores norteamericanos y creo que desvirtúa mucho lo que es una competición europea.
– ¿Cómo se ha llegado a que en la ACB haya un 72% de extranjeros?
– Es la consecuencia de las decisiones de los últimos veinticinco años. La ACB apostó por ese modelo en su día y, en mi opinión, una de las causas por las que las audiencias han ido bajando. Los pabellones se siguen llenando, porque al final la gente apoya al equipo de su ciudad, pero a nivel de difusión las cosas van a peor. Está todo más desnaturalizado, despersonalizado. El Madrid de Laso triunfó con una base de jugadores nacionales importante, el Barcelona lo mismo antes. Como en el fútbol ahora, con gente de la cantera que tiene espacio para crecer y eso conecta mucho a los aficionados. Igual soy demasiado romántico, pero tanto cambio en las plantillas no aporta nada a la identificación de sus aficionados con sus jugadores.
– Joventut y Baskonia comparten el ser los equipos a los que más les cuesta llenar el pabellón.
– El Olímpic solo se ha llenado tres o cuatro veces desde hace muchos años. Es consecuencia de no estar clasificatoriamente más arriba y del baile de jugadores. Ahora mismo casi no hay canteranos, Pau Ribas y Guillem Vives, cuando históricamente es un club de cantera. Son pocos referentes. También es verdad que son pabellones muy grandes y Badalona no es muy grande, pero en mi época se llenaba más también porque creo que había una emoción permanente para conseguir objetivos y competitividad. Cada partido era más importante.
– ¿Es sostenible el modelo de cantera con la proliferación de los contratos altísimos de la Liga Universitaria en EE UU?
– No sé, pero esos jóvenes con calidad que ahora se van llevan 15 años encontrándose la ACB copada de extranjeros y les es difícil acceder ya no solo a jugar, sino a casi poder entrenar. Lógicamente tomarán otro rumbo, ya no quizá por un tema de dinero, sino por progresión. Además, los equipos de la ACB se nutren de todas las canteras de Europa también pagándoles más que en sus países de origen. Hacemos lo que ahora nos hacen. Desde hace muchos años las categorías inferiores de España son medallistas. ¿Dónde está toda esa cantidad de jugadores? Se han diluido porque no han tenido espacio.
– El partido de esta tarde tiene el aliciente del play off. ¿Le sorprende lo que le está costando al Baskonia?
– Cuando juegas Euroliga con una plantilla no muy larga, bastantes nuevos, con lesiones… le ha costado más de la cuenta entrar en combustión. Pero da la sensación de que los últimos dos meses están siendo un poco más regulares, todo el mundo ha encontrado su rol y… es que tiene los jugadores. Me parece un equipo potentísimo. Pero cuando pierdes más partidos de los que ganas en Euroliga, ya no es solo cansancio físico, sino que entran dudas y es un círculo vicioso. Ahora le habrá ayudado a centrar el tiro.
– ¿Cómo ve la temporada del Joventut?
– Temporada buena. Momento de bache por enero, que no pudieron rectificar en la Eurocup, se dejaron muchos partidos. Pero se han recuperado bien y tienen buenos jugadores. Y el entrenador tiene un gran nivel. Ahora se trata de rematar, quedar lo más arriba posible y a ver si mínimo pueden pasar de cuartos.
– Muchos jugadores buenos, pero ninguno como Tomic.
– Es un jugadorazo en la época actual. El baloncesto ha evolucionado a imagen y semejanza de la NBA. Los pívots han perdido algo de relevancia. Se juega mucho pick and roll, uno contra uno de los exteriores, y los grandes han perdido protagonismo. Ante tiene mucha clase e inteligencia, es un buen director de juego y se ha ido adaptando bien, pero su juego hubiera tenido mucha más incidencia en épocas anteriores.
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