La primera crisis del Baskonia de Laso
Las seis derrotas en ocho duelos y la falta de evolución alejan a jugadores y técnico, molesto por la repetición de errores
El Baskonia se encuentra sumido en ese momento de frustración y cabeza gacha que acostumbra a atravesar por estas fechas. Avanza noviembre y el conjunto ... azulgrana sufre la primera crisis del nuevo curso. Esta vez con Pablo Laso en el banquillo, el hombre que desató en verano una ilusión añadida que con el transcurso de los meses se ha ido esquilmando. Preocupa especialmente la ausencia de progresión en el juego, envuelto con seis derrotas en los últimos ocho partidos, algunos sin conclusiones positivas como el triunfo ante el Lleida ni negativas como en el tropiezo en París (1 de 26 en triples).
Publicidad
El conjunto vitoriano continúa anclado a los mismos problemas que exhibía en la pretemporada. Es esa versión de máquina inconexa, de un grupo humano que no conecta sobre la pista, al que se le atragantan los ataques en estático y adolece de la concentración e intensidad necesaria en muchos inicios de partido. Algo natural en septiembre, pero alarmante a punto de cumplir los dos meses de competición oficial. Ahora ni siquiera funciona el escudo protector del Buesa Arena, asaltado por cuatro rivales en diez partidos.
Los pitos en varias fases del duelo ante el Mónaco mostraron a una afición decepcionada, que parece haber perdido cierta confianza en el potencial del equipo. Los próximos encuentros medirán el propio grado de fe que mantiene el técnico sobre una plantilla de formato corto y protagonismo escaso de jugadores como Pavel Savkov, Ousmane Ndiaye, Sander Raieste u Ognjen Jaramaz. Las fuentes consultadas confirman la sensación que desprenden las declaraciones de unos y otros. Las últimas derrotas han distanciado al técnico y al vestuario, con un ánimo mucho más entusiasta en agosto.
«Estas semanas me vienen muy bien para ver lo que tengo», expresó anteayer Laso en una rueda de prensa que volvió a hacerse esperar. Ya ocurrió tras la derrota contra el Andorra en la segunda jornada de la ACB. Tardó casi una hora en comparecer. «Todo el mundo debe reflexionar. Si les pego una charla y me dicen sí a todo y luego no lo hacen… ¿para qué vale? Deben aprender lo que han hecho mal», dijo hace 40 días. Primer toque de atención público. Ayer llegó el segundo.
Publicidad
«Hay jugadores que siguen cometiendo los mismos errores desde el principio. Eso me molesta y hacen daño a los otros», censuró hora y veinte minutos después de caer ante el Mónaco. El motivo del retraso fue una reunión con los jugadores en la que Laso reconoció que no les dijo «nada nuevo». Tampoco lo fueron sus palabras. Manifestó lo mismo sobre esos dichosos fallos en la comparecencia del 23 de octubre y en la del 7 de noviembre.
80 Minutos
Fue el tiempo que tardó Laso en comparecer ante los medios tras la derrota ante el Mónaco. Mantuvo reunida a la plantilla para tratar de reconducir la situación
2 Partidos
Encuentros consecutivos de Howard con 0 puntos, en las que ha lanzado nueve veces. Nunca le había ocurrido desde que llegó a Vitoria.
El entrenador vitoriano no dio nombres. «No lo puedo soltar aquí», justificó. Si se vuelve a intervenciones pasadas se repara en «fallos para matarles» en los análisis de los progresos de Khalifa Diop y Rogkavopoulos. El pívot se quedó sin jugar en toda la segunda parte ante el Mónaco y el griego, pese a desatascar el ataque en el segundo cuarto con el primer triple en nueve intentos, enseguida fue devuelto al banquillo.
Publicidad
Mientras Laso respondía en la sala de prensa, Sedekerskis daba la cara en la zona mixta. El capitán habló sobre «ponerse las pilas» y «salir con más energía» sobre los pilares del cónclave con el técnico. «Sobre todo en casa, que tendría que ser nuestro fuerte. Tendríamos que salir a morir y no lo estamos haciendo», lamentó más calmado que al descanso, cuando definió el juego azulgrana como «una vergüenza». Coincide en con el técnico en mejorar la intensidad y mostrar carácter, pero el canterano opta por «no hablar de baloncesto» y defender la capacidad del equipo.
«No es malo, tiene potencial», afirmó tajante y con una cara que decía mucho más que sus palabras. Laso, por su parte, dejó entrever que su paciencia comienza a agotarse. Lo evidente es que hay fallos que siguen sin corregirse 17 partidos después y un estilo de juego aún por definir.
Publicidad
Moneke ha sido el azulgrana más valorado en las seis derrotas de la Euroliga y también ante el Joventut
Las cuatro últimas derrotas azulgranas en la Euroliga van de la mano con actuaciones inéditas de Markus Howard, principal foco de atención de las defensas rivales. El astro azulgrana se ha quedado sin anotar en los dos últimos encuentros. No le había pasado desde su llegada a Vitoria en 2022. Ni posiblemente en toda su carrera. Por otro lado, hay un punto en común en la mayoría de derrotas. Moneke fue por séptima vez el jugador más valorado del conjunto azulgrana con un resultados adverso: lo ha sido en los seis duelos perdidos de la Euroliga y también ante el Joventut.
El balance de cuatro victorias y seis derrotas en la Euroliga no es todavía grave. Resulta más incómoda la sensación generalizada de ver peligrar otra participación en la Copa. Sería la cuarta ausencia en las seis últimas ediciones. El partido de mañana en Zaragoza, un rival que también disputará tres partidos esta semana, se antoja trascendental en fondo y forma. El término «derrota útil» fue acuñado por Jorge Valdano en su etapa como entrenador. Laso, simpatizante del exalavesista, a buen seguro le gustaría decir que el borrón ante el Mónaco fue su punto de inflexión. El tiempo dirá.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión