Pretemporada del Baskonia

Pinceladas de un equipo en construcción: fuerza física exterior y ataques rápidos

Por lo exhibido en los dos encuentros abiertos al público y los medios de comunicación, el azulgrana es un equipo mejor armado en el juego exterior que el curso pasado. Con mucha capacidad física, capaz de doblegar a un Mónaco precisamente donde los del Principado son más fuertes. Baldwin y Forrest parecen conformar una primera línea defensiva férrea mientras que Cabarrot duplica las virtudes de Sedekerskis en la retaguardia. Si a eso se le suma las buenas piernas de Jaramaz, aún sin ritmo, el Baskonia tiene un mayor arsenal para corregir varios de los problemas que la campaña pasada le llevaron a ser la segunda peor defensa de la ACB.

Por dentro, también ha ganado algo de capacidad de intimidación con la llegada de Donta Hall, pero el juego interior aún muestra mucho margen de mejora y trabajo por ensamblar. Khalifa Diop vuelve a jugar después de meses de inactividad, lo mismo que el joven Ousmane Ndiaye, con los que el preparador vitoriano parece querer integrar con paciencia, aunque el pívot senegalés desató el primer ataque de furia televisado del entrenador desde su regreso a Vitoria. Hall y Moneke completan una terna inconstante en los primeros choques.

En ataque, hay pinceladas de un equipo alegre, dinámico, de muchos pases y posesiones cortas. Eso sí, faltos de puntería. 22 triples de 79 intentos ante el Tenerife, Mónaco y Unicaja (28%). Laso empieza a instaurar una serie de jugadas para generar el mayor espacio posible a Howard o sus manejadores. Es ahí donde, por ahora, Baldwin le lleva ventaja a Forrest. El de Georgia, más decidido, clarividente y anotador. El exNBA, aún en un grado más bajo de adaptación mientras constata la evidencia de que su pretemporada no ha hecho más que empezar.

Otro detalle positivo responde a la figura de Luwawu-Cabarrot, llamado a ser algo más que el reemplazo de Marinkovic. Decía Félix Fernández que el francés es más completo y puede «ayudar a subir el balón». No parece un mero formalismo visto lo visto en el Trofeo Costa del Sol. Pablo Laso jugó sin Baldwin toda la primera parte contra el Unicaja. Solo el técnico sabe si fue como probatura para las primeras jornadas de ACB, en la que el estadounidense que busca pasaporte o Forrest (o Howard) deberán ser descartados. Pero el resultado fue un descenso en el ritmo y la fluidez. Tampoco Moneke estuvo bien, especialmente en defensa, al contrario que ante el Mónaco.

El momento en el que Pablo Laso juntó a Diop y Hall en pista tampoco dio resultado. El Unicaja terminó por romper el partido, aunque quizás era una prueba más en busca de las mejores fórmulas dentro de ese periodo de análisis que la dirección deportiva azulgrana se ha tomado para determinar si es necesario un último refuerzo interior. Por ahora, las conclusiones distan de ser firmes dentro de unos primeros pasos siempre inseguros.

El Baskonia entra en una segunda fase de preparación en la que deberá exprimir cada hora de entrenamiento y aprovechar al máximo los tres amistosos (Bilbao Basket, Zaragoza y Trieste) que aún tiene por delante. Todo está por acoplar, hay correcciones que memorizar y lo mejor es que aún no hay lesiones. Mantenerse así hasta el 29 de septiembre sería una buena base para arrancar uno de los cursos más ilusionantes de los últimos años.