Pinceladas de aires renovados
El Baskonia, todavía falto de armonía, se lleva su primer amistoso ante el Zaragoza con la ayuda de un Enoch concentrado en defensa y dominador en ataque
El Baskonia completó ayer en Logroño su primer partido de pretemporada con una victoria sin alardes ante el Casademont Zaragoza. Sin conclusiones precisas pero con ... pinceladas de aires renovados en el inicio de la era de Peñarroya. Las mejores aunque todavía ligeras hechuras de Enoch en defensa, la intensidad de partido oficial exhibida por Sedekerskis, Kurucs y el joven del filial Franger Pirela y los chispazos de Hommes, el mejor de los fichajes sobre el Palacio de los Deportes de Logroño, fueron vitales en el 81-77 definitivo.
Baskonia
Darius Thompson (2), Artur Kurucs (6), Daulton Hommes (16), Sedekerskis (5), Steven Enoch (14) –quinteto inicial–; Matt Costello (13), Marcus Howard (16), Sow (4), Joseba Querejeta (-), Pirela (-), Maiza (2) y Silverstrom (3).
81
-
77
Zaragoza
Frankie Ferrari (3), Saint-Roos (8), Santi Yusta (8), SImanic (6), Hlinason (2) –quinteto inicial–; Jessup (18), Marcel Ponitka (14), Lomazs (10), Christian Mekowulu (5) y Nguirane (-).
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Parciales 21-19, 16- 20 (37-39 al descanso), 20-11 (57-50) y 24-27 (81-77 al final del encuentro).
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Incidencias Alrededor de 1.200 espectadores, con mayoría azulgrana, en el Palacio de los Deportes de Logroño para presenciar el primer partido amistoso de la pretemporada del Baskonia.
De Thompson y Howard, llamados a comandar el equipo, poco que resaltar. Ni juntos ni separados. Todavía en el inicio de su proceso de adaptación. Especialmente el ex de los Nuggets, que se lanzó dos triples con el reloj de posesión marcando 16 segundos. A Peñarroya no le gustó. Cambio y explicación. Con gritos pero con talante, le pedía a Kurucs que fueran los bases estadounidenses los que subieran el balón. Eso sí, 16 puntos para el menudo timonel americano. Que aunque las cifras en los duelos de preparación sean lo de menos, dejan claro que su calidad individual puede decidir muchos encuentros.
Cinco jugadores del filial
El de ayer en Logroño fue un partido de andar por casa en la ardua tarea de construir un equipo ante la ausencia de los jugadores que están disputando el Eurobasket. En las filas azulgranas se suma también la baja por apendicitis de Dani Díez, apoyando a sus nuevos compañeros desde el fondo del banquillo. En esta tesitura, el primero de los cinco ensayos previstos, con un Casademont Zaragoza muy desacertado en tiro como rival, no deparó demasiadas sorpresas. Tampoco lesiones, ya que todavía sobrevolaba el espíritu de McRae y la propensa desgracia estival del Baskonia con los contratiempos físicos.
Un duelo de pretemporada clásico, con dos rivales que todavía buscan el rumbo en su juego, escasos de armonía colectiva, especialmente los azulgranas, que por momentos alinearon a la vez hasta a tres jugadores del filial de LEB Plata, (jugaron Franger Pirela, Corey Silverstrom, Joseba Querejeta, Gaizka Maiza y Pape Sow) y con chispazos individuales vistosos como los 'alley oop' finalizados por Enoch o algún dribling de Howard, pero también inconstantes.
El primer quinteto, con Thompson, Kurucs, Hommes, Sedekerkis y Enoch, fue reconocible y deparó una primera ventaja que no volvería a aparecer (12-2, minuto 4). El conjunto maño, con más semanas de preparación en sus piernas, apretó en defensa, y, tras dos buenas acciones consecutivas de Sow, igualó un encuentro que avanzaba a marchas forzadas y algo de desconcierto con la nueva reglamentación de saque de banda en la que el árbitro ya no toca el balón para agilizar el juego.
Alta capacidad anotadora
Los vaivenes, las rotaciones forzadas por las ausencias y las ganas de dar guerra de los exteriores Jessup, Lomasz y Marcel Ponitka ayudaron a despertar a un Zaragoza que acorraló a los azulgranas durante el segundo cuarto (parcial de 0-11) hasta alcanzar un desconcertante 29-36 (minuto 17). Pero el Baskonia corrigió errores en la reanudación y Enoch impuso su físico y su agilidad en la zona. Nada que ver con aquel pívot desnortado al que haces unos meses Tavares manejó y empequeñeció durante tres partidos consecutivos. Hlinason y Mekowulu, exponentes de la altura y el músculo, sucumbieron ante el estadounidense con pasaporte armenio. Con él en pista y un dominio del rebote plusible, el mando volvió a ser del equipo vitoriano, que también ganó en presencia en la grada.
Los triples de Jessup (18 puntos) y las canastas al contragolpe tras pérdida azulgrana hicieron un final apretado. Entonces pidió el balón un Howard castigado por las faltas y más propenso a recibir y lanzar que a dirigir, y ejerció de líder del equipo. En su presentación dijo que no era solo un anotador, pero a las primeras de cambio lo que plasmó fue una pasmosa facilidad para sumar puntos, romper defensas y provocar faltas. Con el paso de los minutos y una mayor fatiga, los ataques se impusieron a las defensas y se vivió un desenlace con intercambios de canastas constantes a las que se sumó con descaro el canterano Maiza.
El duelo se resolvió desde los tiros libres por Sedekerskis y por un gran corte a canasta de Hommes (16 puntos), que hizo de alero en muchos minutos del duelo, con el lituano en el 'cuatro'. Detalle táctico importante, tanto para la contención, en la que Enoch pareció realmente concentrado y sin despistes hasta la última acción, como para la circulación y la amenaza exterior en ataque. La misma en la que ayer sobresalió Costello, desatascando varios ataques azulgranas a golpe de triple, a la expectativa de adquirir la alta velocidad del juego que desean imprimir.
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