El Baskonia se impuso con autoridad al Bilbao Basket en ACB. Rafa Gutiérrez

Pasión, energía y compromiso

Les presento a las tres virtudes que marcan el camino de Paolo Galbiati y sus pupilos baskonistas. La actitud arrolladora mostrada en el derbi es el mejor ejemplo

Martes, 25 de noviembre 2025, 00:35

Es muy humano pensar lo listos que somos cuando lo que ocurre se acerca a nuestros criterios personales. En esa situación me encuentro a estas ... alturas de temporada. Resulta que el Baskonia juega únicamente dos partidos durante la semana, ambos en el Buesa Arena, y es capaz de ofrecernos la exhibición que se marcó ante el Bilbao Basket el pasado domingo. Los vitorianos no fueron los únicos en protagonizar una jornada brillante de Liga ACB. De hecho, los cuatro equipos de Euroliga ganaron sus partidos y dos de ellos, el Valencia Basket se quedó cerca, superaron el listón de los cien puntos anotados. Solo el Barcelona, que peleaba lejos del Palau, registró un marcador bajo.

Publicidad

Resulta indudable que el cuarteto que disputa la máxima competición europea llegó este pasado fin de semana a la ACB con el depósito de gasolina lleno. Es una pena que no se ajuste siempre el calendario como ha sucedido en la última jornaada doméstica.

Los chicos del Baskonia y Paolo Galbiati tienen claro cuál es el camino a seguir. Se ciñen a la senda de la pasión, la energía y el compromiso. El derbi ante el vecino bilbaíno fue uno de esos días en los que todo sale redondo y el grupo se siente invencible, capaz de resolver con brillantez cualquier situación de juego. Fue tal el despliegue físico, técnico y de acierto que a los jugadores de Ponsarnau no les quedó otro remedio que asumir que les venía encima una Dana. He vivido situaciones así y el deseo de que todo se acabe paraliza a los jugadores. Eso es lo que les pasó a los bilbaínos.

Cabarrot puede ser el siguiente gran jugador el saltar hacia el estrellato continental desde la plataforma del Buesa Arena

Pasadas las jornadas y viendo algunos de los jugadores de la plantilla vitoriana, observo que un baloncestista más del equipo azulgrana empezará a entrar en la historia de los grandes que se fueron desde el trampolín del Buesa Arena. Luwawu-Cabarrot puede ser el siguiente.

Publicidad

Me entretengo en echar un poco la vista atrás y sin duda el Baskonia a lo largo de los años ha hecho muchas cosas bien y no siempre las reconocemos. A título de recordatorio, haría un pequeño recorrido de los jugadores que se hicieron estrellas en el Buesa. Shane Larkin y Mike James se hicieron grandes en Vitoria y lo siguen siendo en la Euroliga. Darius Thompson muestra sus excelencias en Valencia, es un placer verle jugar. ¿Se acuerdan del animal Poirier ocupando la zona con su colchón? ¿Y qué decir del desaparecido Pierria Henry, aquel base de los pelos largos desaparecido por algún tema de consumos prohibidos?

En Valencia también está mi admirado Costello, talento de base en posición de 'cuatro', un jugador que hace mejores a todos sus compañeros. Otro ala-pívot importante fue Alec Peters. Defendía, tiraba... Era muy bueno. ¿Cómo olvidar a Polonara, el italiano que salió campeón de Liga ACB y hoy pelea contra un cáncer brutal? Tengo noticias de que está saliendo del paso y de que todo el baloncesto europeo se está volcando con él. Me hace muy feliz ese corporativismo.

Publicidad

Podría llenar páginas con más nombres. Shavon Shields, Daulton Hommes, Tornike Shengelia... Si ya nos ponemos en plan nostálgico, podemos seguir con Luis Scola, Andrés Nocioni o Pablo Prigioni.¿Se acuerdan del 'Dale Ramón' que festejaba al público cuando Rivas le atizaba un tantarantán a cualquier ser vivo que se le pusiera enfrente?. Este pasado es el que alimenta a las gradas de jóvenes aficionados que yo veía por televisión el pasado domingo mientras el Baskonia destrozaba al Bilbao Basket.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad