Navarro dice desconocer si Heurtel continuará en el equipo

El Buesa Arena vivió ayer un intenso final en el que el Baskonia consiguió dar la vuelta al encuentro ante el Fuenlabrada gracias a seis triples consecutivos, tres de ellos de Thomas Heurtel, que una vez más resultó decisivo. El francés volvió a ser protagonista en la cancha, pero su nombre también está en el candelero como posible protagonista de un traspaso invernal al Anadolu Efes. Se trata de una operación que puede trastocar la estructura azulgrana. Tras el choque de ayer, Ibon Navarro aseguró no saber si su base titular seguirá o no en las filas azulgranas. Preguntado directamente sobre las probabilidades de una pronta marcha de Heurtel, el técnico azulgrana respondió con un escueto «no lo sé».

Fue el base de Beziers el centro de buena parte de los halagos de Navarro gracias a su protagonismo en el tramo final del partido. «Afortunadamente ha aparecido Thomas, al que he de decir que no le ayuda lo que escucha en el campo. Entiendo que la gente se pueda enfadar, que todo el mundo esté nervioso, quiera la Copa y piense que hay que ganar al Fuenlabrada en casa, pero no puede ser que un jugador asuma la responsabilidad de tomar tiros cuando otros no se ven bien, falle y escuchemos pitos», afirmó Navarro.

«Nuestro incomprendido»

Su defensa del jugador francés le llevó a catalogarlo como «nuestro incomprendido» tras insistir en que las recriminaciones son contraproducentes. «Sé que la gente no lo hace con mala intención, pero eso no ayuda ni al jugador ni al equipo».

Navarro optó por centrar la atención en un triunfo que consideró meritorio, dejando claro que de antemano conocía las virtudes del Fuenlabrada. «Sabíamos que nos esperaba un partido así porque la estructura y la forma de jugar del Fuenlabrada llevan a hacer cosas que no nos gustan, a estar acertados en el tiro de tres puntos. Si no, su defensa funciona perfectamente y evidentemente hemos tenido problemas», subrayó.

En ese sentido, el técnico quiso recordar a los aficionados baskonistas que deben acostumbrarse a sufrir, porque el equipo tendrá que dejarse la piel en cada choque. «Desde hace tiempo llevamos insistiendo en que este equipo no gana sin bajar del autobús. Hoy (por ayer) el equipo ha bajado, pero los rivales también juegan. Nos cuesta empezar tras un partido como el del viernes. No es falta de actitud ni de ganas, es una cosa física», opinó. Navarro recordó que «somos un equipo que tiene problemas y limitaciones para jugar contra cualquier rival».

De todas formas, Navarro ya está centrado en una semana que se perfila exigente, sobre todo con la vista puesta en la Copa. «Tenemos que ganar algún partido fuera de casa, pero si perdemos en el Buesa Arena ante Obradoiro, Estudiantes o Sevilla estaremos igual», aseveró.