Baskonia

Un melón azulgrana por abrir

A falta de un teórico base, el Baskonia cierra la plantilla con jugadores enérgicos y físicos y sin un pívot intimidador

Martes, 19 de agosto 2025

El Baskonia anunció el lunes el fichaje de Mamadi Diakite para, en teoría, cerrar su juego interior y deja en la atmósfera partículas de incertidumbre. ... Me refiero a que, estudiadas las circunstancias anteriores o viéndolas a toro pasado, quizá la parroquia azulgrana aguardara ese 'comeniños' dentro de la zona cuyo papel no encarnó el efectista Donta Hall con destino a El Pireo después de un solo curso. Debemos de reconocer que semejantes ogros no abundan, sólo se los permiten transatlánticos de enorme eslora mediante cuentas nada corrientes alejadas de la moneda que impera en Salburua y que el baloncesto moderno derriba los compartimentos-estanco.

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Pero, aunque la moda no pregone el cancerbero de estatura interminable debajo del aro y apueste por los grandotes móviles, un repaso a las plantillas sí detecta esos gigantes con las aspas cortando el viento en adversarios de caza mayor. Escribo de Tavares (Real Madrid), Pirier (Anadolu Efes), Mathias Lessort (Panathinaikos) o el 'armario' menos grácil Moustapha Fall (Olympiacos).

Sólo el parqué reclama su protagonismo como tribunal donde se dirimen todos los pleitos de la canasta. Así que cualquier premonición asume el riesgo de vuelco con los datos en la mano cuando han de presentarse las cuentas del juicio final. Pero quedan las sensaciones de que Paolo Galbiati enloquece el juego entre una canasta y la otra a partir de septiembre para obtener réditos, faceta propia del baloncesto ultramoderno, o que las tallas cortas se cobrarán su peaje. El técnico italiano –quién sabe si un remedo casi tres décadas después de aquel Sergio Scariolo que cautivó por sabiduría, meticulosidad y trabajo– aterriza en Foronda con las señas del juego actual en el ánimo de mejorar el alto bagaje de su precursor. Muy probablemente, y a partir de ahí, deben entenderse los movimientos azulgranas dentro del mercado.

El equipo posee puestos difusos y polivalentes con Spagnolo, Diallo, Sedekerskis, Kurucs, Frisch, Samanic y Diakite

De los pívots de la temporada anterior permanecen Diop, una esperanza en permanentes molestias físicas que difiere su eclosión, y Samanic, un 'cuatro y medio' de notable talento antiguo por su juego de espaldas y pies de bailarín con moral frágil y lagunas defensivas. Han dejado hueco en el vestuario el anárquico Moneke que gana partidos y desguaza sistemas y Hall, el hombre que ponía las bombillas en el techo (mates) o las descolgaba (tapones) mediante más ruido que el contenido de las nueces. Pero, lejos de reclutar a ese tipo que infunde miedo en las cercanías de la cueva, el club vitoriano –se entiende que con la aquiescencia de su nuevo técnico– apuesta por tipos móviles acordes a la filosofía que preconiza el nuevo responsable del banquillo en el Fernando Buesa Arena.

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Nada de pantallas intermedias. Los comunicados oficiales de la entidad azulgrana después de cada fichaje giran la mirada hacia la vertiente cada vez más atlética del baloncesto, como sucede en todos los deportes. La directiva de Zurbano saludó a través de fórmulas muy similares tres de sus contrataciones. Hablo de Rodions Kurucs (UCAM Murcia), Hamidou Diallo y el ya mencionado Diakite. En todos los casos, la página oficial del Baskonia alude a la «energía» y el «físico» a la hora de explicar los motivos de las operaciones. Hoy en día se exige una base atlética innegociable para, a partir de ella, desequilibrar los duelos desde el talento, fundamentalmente, exterior.

Zumo de limón

Falta casi mes y medio para contemplar la fortaleza del Olympiacos en Betoño y el melón azulgrana es un fruto por abrir. Golpeamos su carátula y no conocemos si resultará fresco y jugoso –parece la tendencia que pretende el club– o amargo como las últimas campañas. Lo que sí se avecina como relato anunciado es la vuelta de tuerca a aquello que a comienzos de los noventa preconizó el visionario Aíto García Reneses. Aludo a las rotaciones convulsas como consecuencia de exprimir a los jugadores hasta la pulpa del limón, devolverlos al banquillo un ratito con el ánimo de que tomen aire y devolverlos a la batalla. Algo así como rotaciones de noria desbocada en la teoría del movimiento perpetuo.

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Y para ello requiere piernas frescas y corazones batientes. La incógnita reside en cómo responderán tipos como Diallo, llegado de la suave Liga china, o Diakite, procedente del escaparate estadístico que representa el torneo de desarrollo de la NBA. Kurucs conoce el entorno, Frisch ha de revalidad aquí sus buenas notas francesas, Spagnolo llega como 'combo' y Villar encarna la promesa que ha de mudar la piel. A falta de un base que presuntamente abroche la plantilla, el equipo alavés se une a la tendencia de los puestos difusos y polivalentes: Spagnolo (uno-dos), Diallo (dos-tres), Sedekerskis, Kurucs y Frisch (tres-cuatro), Samanic y Diakite (cuatro-cinco). El baloncesto proveerá.

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