Dominar el ritmo desde el exterior

Tiene el Estrella Roja –empleemos mejor este término que el oficial Crvena Zvezda– esta preocupación que lleva tiempo intentando resolverla. No acaba de encontrar un diferencial, a pesar de sus fichajes de relumbrón, temporada sí, temporada también. No le es fácil, como tampoco a su vecino de ciudad, pero ese carácter serbio de origen le exige poner todo lo que pueda sobre el parqué, y algo más. Y este año lo vuelve a intentar con nuevos refuerzos que unen el prestigio del nombre con consolidar ese estilo de juego basado en especial en sus posiciones exteriores.

En esta Euroliga de bases, recuerde que insisto sobre ello cada vez que es posible, el Estrella Roja decide mantener su talento en el campo, con Teodosic y Nedovic en especial, junto al ritmo de Dos Santos, pero lo refuerza con la solvencia exterior de Canaan y en especial el físico potente y explosivo de Miller-McIntyre. Entre estos jugadores, Sfairopoulos cede la manija del encuentro para dominar una parte del juego que cada vez resulta más esencial en el basket europeo: el ritmo de juego. De esta manera, aunque quiera predominar el juego en estático del 5x5, le permite alternar estos tiempos en el campo, ahora más veloz, ahora más pausado.

Bajo esta premisa, y con el rol más que evidente de sus postes que juegan para sus pequeños desde las situaciones de bloqueo directo, la gran apuesta es dotar de experiencia máxima en el otro espacio exterior que queda, que comparten Giedraitis y Kalinic. Ambos tienen en sus piernas la experiencia de un puesto que debe ser el equilibrio necesario en el juego para aprovechar las ventajas de los espacios que les pueden generar los bases o bien, para ser capaces por sí mismos de generar sus propios tiros, con la complicidad de nuevo de sus postes.

En esta mezcla de juego que une roles rígidos interiores, que deben aprovechar las oportunidades que les brindan los exteriores, junto a la lectura de las ventajas que se den en cada posesión desde el bote sobre todo, Sfairopoulos prima en especial evitar al máximo el descontrol y las pérdidas que pueden llegar desde el ritmo más vertiginoso, con un trabajo colectivo mayor en defensa. Atractivo el juego precisamente no lo es, pero en cambio la búsqueda de la eficacia en cada situación es lo que hace al Estrella Roja un equipo complicado de batir porque siente que en cada posesión se juega una partida única que debe salir victoriosa.

Esta eficacia colectiva se 'rompe' cuando sus jugadores deciden individualmente que es su momento. Cody y Nedovic decidieron en la jornada inicial que debían ser quienes liderasen al grupo, y lo hicieron. En otro momento será Kalinic, o Giedraitis, o Canaan, o quizá esas ventajas puntuales que las 'romperán' sus interiores con su explosividad, pero sigue siendo un equipo diseñado y priorizado desde el exterior, como siempre fue y como creen que encontrarán su oportunidad para competir mejor en esta Euroliga.