Hifi intenta superar a un rival. E. C.
Salto inicial

A por todas

Euroliga ·

Su gran temporada pasada ha provocado que el Paris Basketball esté obligado a recomponerse después de que sus jugadores llamaran la atención de otros clubes

Tiene sentido esa frase que dice eso de «el mayor riesgo es no arriesgarse». Digamos que lo inmóvil te lleva a que te sobrepasen, a ... perder el control y dejarte llevar por otras circunstancias que puedan alterar tu estado habitual. Comparto con usted que ese cosquilleo previo del saber que estás tomando riesgos pueda paralizarte e incluso que tengas más que serias dudas de cuál será la consecuencia, pero también le digo que si ha tomado la decisión de hacerlo es que en el fondo «algo hay».

Publicidad

De las mayores alegrías que nos dio la pasada Euroliga fue la irrupción del Paris Basketball. Donde se erigieron algunas dudas, éstas fueron derribadas por un equipo con absoluta desfachatez, un juego veloz llevado al extremo de lo desconocido y una serie de jugadores que tomaron la decisión de demostrar que su llegada a la máxima élite del basket europeo no era nada casual. De la mano 'sabia' de Thiago Splitter, TJ Shorts, Hifi, Lo, Ward, Jantunen o Hayes entre otros, pusieron sobre la mesa la única verdad que existe en el basket: un juego vibrante de 40 minutos en el parquet que casi rozó la Final Four.

Este hecho ha provocado que este Paris Basketball sea un equipo obligado a recomponerse porque las consecuencias de aquel paso han respondido a las solicitudes de compromiso en otros lares. Solo quedan cinco jugadores y dos ayudantes. El resto de miembros que han llegado tienen ahora aquel mismo reto: «Demostrar que su llegada a la máxima élite del basket europeo no es nada casual». Y la pronta respuesta ante este reto está siendo exactamente la misma: vibrante, veloz, arriesgada, despreocupada, valiente, alocada, intensa, agresiva, y quizá me deje algún sinónimo más que también valdrían.

Un atributo bien positivo es que la llegada de Francesco Tabellini, su entrenador, no ha aminorado ni un ápice las características básicas de su juego. Esto dice mucho de la Dirección Deportiva, consciente precisamente de que ese estilo es identitario y puede llegar aún a ser más competitivo. Para ello se ha reforzado con nuevos jugadores que, de momento, se sienten tan bien en esta jauría del juego que lo están llevando aún más a una mejor expresión: más rapidez en la ejecución en ataque, transiciones que acaban en menos de ocho segundos, defensa presionante por todo el campo tras canasta, 2x1 en defensa nada más pasar de medio campo, dos y tres jugadores siempre al rebote ofensivo, un saltarín siempre desde la ayuda al tapón y generar un espacio liberado para un triple siempre en el otro lado de donde comienza el juego en ataque. Siento que el scouting del Paris Basketball es una pequeña tortura para el cuerpo técnico al que se enfrentan porque no es tanto lo que hacen sino cómo lo hacen.

Publicidad

Hifi se ha quedado como mando en plaza del equipo, junto con el recuperado Hommes, Herrera, Cavaliere y Ouattara, defensores de la identidad del año pasado. A ellos se han sumado los eléctricos Robinson, Morgan, Ayayi y Willis, un superclase como M'Baye y Dokossi y Bako como los guardianes en las alturas del interior de la zona. Con ello lo que realmente destaca es que el reparto de minutos entre ellos es tan compacto que lo que hoy aporta uno, mañana lo puede hacer otro, y al otro día, otros, y así cada enfrentamiento. Un equipo que sabe que si lleva al rival a su ritmo no tendrá escapatoria y donde su único 'temor' es que los errores abunden más que los fallos, y ahí sí que es donde Tabellini ha puesto el límite: un error, sí; dos, vaya; al tercero, otro a la pista. Y con eso, a por todas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad