El homenaje de una afición sin recibimiento

El Baskonia puede enorgullecerse de contar con unos aficionados excelentes, como acreditan los reconocimientos recibidos en canchas rivales, a la hora de ganar y de perder. A todos ellos esta maldita pandemia les ha impedido estar cerca de sus ídolos. La crisis sanitaria obligará a una especie de sacrilegio: impedirá realizar el multitudinario y ya clásico recibimiento por todo lo alto en la Virgen Blanca. Pero ni siquiera eso ha evitado que la hinchada azulgrana vibre, sufra y goce en otro de esos hitos memorables en la ya larga historia de este club.

Aquí va una pequeña muestra de esos sentimientos. Una veintena de seguidores que nos cuenta cómo han vivido estos días en azulgrana. Gente como Kar Baquedano, que si pudiese pondría el nombre de una calle a Dusko Ivanovic. O del agradecimiento que expresa Izaskun Fernández de Landa, quien recordará siempre el afán de superación de la tropa vitoriana.

«Es un éxito rotundo competir y ganar la Liga ACB en una temporada tan atípica como esta. La actitud de un equipo campeón es esa, la que ya apuntaron Dusko Ivanovic y sus jugadores cuando dijeron que iban a Valencia a ganar. La alegría es inmensa para el básquet provincial. Desde la Federación Alavesa de Baloncesto no nos queda otra que felicitar a todos y cada uno de los componentes de SaskiBaskonia. ¿Y qué decir de Dusko? Pues que ha dado una lección magistral a los jóvenes entrenadores. Es un orgullo que este club esté entre nosotros, en nuestra ciudad y territorio».

«El Baskonia es un estado de ánimo, no solo un equipo de baloncesto. Este era su año. Ante un momento difícil, doloroso, después de una pandemia, ha salido a relucir su verdadera esencia. Lo percibo como un signo de fortaleza. Sabe sobrevivir, salir airoso de momentos difíciles, hasta ganar la Liga española, quizás la más fuerte de Europa. Estoy en Grecia y lo vivo en la distancia como aficionada fiel. Ojalá pudiera estar ahí, en Vitoria, para disfrutar con mis amigos vascos este grandioso logro. ¡Bien hecho, Baskonia! ¡Y por muchas más veces!

«Nadie le puede restar mérito a este equipo que durante la temporada tuvo casi más jugadores en la enfermería que en la cancha. Es cierto que el virus le ha ayudado a rearmarse, pero sobre todo le ha aupado Ivanovic con ese carácter súperpaternal que ha engranado a los jugadores e ilusionado a algunos que ya saben que no van a seguir. Con pico y pala lo han conseguido. El compromiso ha sido brutal».

«Con los tres meses suspendidos hemos podido recuperar jugadores importantes e integrar a recién llegados. Se ha hecho un muy buen trabajo porque el equipo ha vuelto en un estado físico espectacular. Con esta fase final he pasado muchos nervios, hacía mucho que no disfrutaba tanto y, la verdad, se echaba de menos sufrir al final de los partidos. Me alegro mucho por los jugadores, se lo merecen después de esta campaña tan dura. Y, sobre todo, por los aficionados, que llevábamos diez años esperando este momento».

«Lo que apuntaba a una temporada para no recordar acaba como un año que no lo olvidaremos nunca, con matrícula de honor. Lo que son las cosas. Un equipo que parecía minúsculo, lastrado por las lesiones, incapaz de levantarse, se ha convertido en otro mayúsculo que no contempla la palabra rendición. La vuelta de Dusko en diciembre, o lo que es lo mismo, la vuelta del 'carácter Baskonia', la recuperación de los hombres lesionados y el formato de torneo final corto han contribuido al gran éxito».

«Ha sido increíble. Todos, Dusko y los jugadores, que nos han regalado un broche final inesperado por cómo se estaba desarrollando el año. Ya era hora, bienvenido sea, el 'carácter Baskonia'. Hemos visto una serie inmensa, de buenos partidos, tan sufridos, que son los que dejan buen sabor porque no se olvidan. Se ha asemejado más a una Final Four que a una ACB. Felicito al Baskonia, a su gente y a la afición. Y me da un poco pena que las celebraciones de algunos no hayan respetado las normas de seguridad que todos debemos seguir para acabar ya con la pandemia».

«Hacía tiempo que no disfrutaba viendo tanto partido bueno del Baskonia. A pesar de que la calidad del equipo no es la de antaño, al menos ha recuperado el orgullo y el instinto que se echaron en falta al principio de la temporada. Ha tenido que volver Dusko Ivanovic para recuperar esas señas de identidad marca de la casa. Me alegro por él, que lo tenemos en nuestro equipo».

«Hace tres semanas, Dusko dijo que iban a Valencia a ganar y yo me lo creí a pesar de que estaba siendo uno de los peores años que recuerdo: sin Copa del Rey y una nefasta Euroliga. Sabía que este 'torneo' podía beneficiarnos. Admiro a Dusko y su capacidad para coger a un grupo totalmente roto y devolverle la ilusión y las ganas. Creer de nuevo en ellos no era fácil. Y sin embargo han conseguido algo aún más complicado, devolver la ilusión y la sonrisa al aficionado».

«El triunfo de la fe, el triunfo del equipo, inesperado por cómo se iban desarrollando las cosas. Estoy encantado. Lo he vivido de una manera diferente a cuando me dedicaba al periodismo radiofónico. Ahora las alegrías y las tristezas las paso como un aficionado más. Afloran. Reconozco la figura de Dusko, aunque era escéptico respecto a su fichaje. Ha saco partido a este Baskonia y también de la manga a un jugador, Polonara. Merecido MVP para Vildoza. Cuarto título, sin asterisco ni nada. Cuarto título de Liga para el Baskonia. ¡Merecido!».

«Seguí la final a través de un móvil y, la verdad, mereció la pena dejar la vista en una pantalla tan pequeña. Estoy en Galicia, así que celebré el título comiendo pulpo con una amiga. Me da pena que no haya celebración porque la plantilla la merece después de tantas penurias este año. Lo dijo Dusko, a veces la realidad supera los sueños. Es el caso. Y no olvidemos que durante la Liga y la Euroliga llegó la decepción a las gradas por las lesiones y por jugadores que parecieron bajar la cabeza. Con el confinamiento y Dusko, se pusieron las pilas».

«Dusko ha sido la clave. Con su llegada algo cambió. Y ha demostrado que con tiempo y una plantilla no muy sobrada de calidad, ya no solo ha competido, sino que ha ganado la ACB. Ivanovic ha mejorado a todos los jugadores, como siempre lo hace. El que se vaya firmará un buen contrato en otro lugar. También él ha madurado y convencido a una plantilla para alcanzar un imposible. Ni Los Lakers pospandemia nos hubieran ganado».

«Ha sido una Liga rara al no haber 'play off' a la antigua usanza. Al ser a un partido todo cambia, y sabíamos que todo podía pasar. Mi mujer y yo estuvimos en un bar con la cuadrilla. El ambiente ya era diferente al de otras finales porque se mantenía la distancia y todas las medidas de esta 'nueva normalidad'. Durante la final solo hubo un momento de bajón en el segundo cuarto... Me recordó hasta cierto punto a la Liga de hace diez años, que fue una temporada en la que tampoco se daba mucho por el Baskonia. Y ahora se extraña no poderlo celebrar. Yo pedí fiesta en el trabajo pensando que podíamos ganar».

«He vivido la final de la mejor manera posible, con los amigos intentando mantener la distancia social, aunque había veces en las que se hacía difícil. La emoción fue sobre todo al ver la última canasta. Un momento de explosión. He estado en unas cuantas copas y en la Final Four de Berlín que se nos fue por los pelos. Sin embargo, gracias a esa final hicimos una cuadrilla con la que viajamos, acudimos juntos al pabellón e incluso a mi chica la conocí gracias al Baskonia. Hay muchísimas ganas de volver al Buesa. Si hubiéramos podido celebrar el título allí, habría sido alucinante. Pero lo importante es que hemos ganado».

«Título totalmente inesperado. Como todos los años, pusimos nuestra confianza en las decisiones de Alfredo Salazar, pero las lesiones nos dejaron un poso de preocupación que se agravó sin la Copa y con la salida de Perasovic. Como hace diez años, Dusko convenció al equipo. La fase final ha demostrado que no somos los más talentosos ni los más físicos, pero sí los que más coraje gastamos. Muchas gracias a 'Toko' Shengelia por ser ejemplo de 'carácter Baskonia'».

«Después de una temporada de tanto sufrimiento, lesiones, sinsabores, derrotas, la no clasificación para la Copa del Rey, el parón por el covid-19... En fin. de todo. Al cabo de una temporada muy atípica, se ha conseguido por fin el título de Liga, algo que tanto jugadores como aficionados necesitábamos y, desde luego, merecíamos. ¡Aúpa Baskonia! Txapeldunak!».

«Vi el partido en el Ipad gracias a un enlance que me dejó Iñaki Larrea, 'Lagartijo', de la txaranga baskonista. En mi casa de Gorizia (noreste de Italia) sobre el sofá, en el mismo sitio donde vi la de 2010 con la canasta de 'SanEme'. Cuando esta vez anotó Luca Vildoza la que volvía a darnos el título, pegué tal grito que mi hija me dijo que la estaba molestando. Después de unos minutos de taquicardia esperando el lanzamiento de Higgins, acabé botando. Lo he celebrado hablando del partido con mi hijo, tomando una cerveza alemana muy fría e intercambiando muchos mensajes. También he puesto la bandera del Baskonia en la ventana de mi casa».

«Para nadie ha sido una temporada normal y un final con muchas emociones. Como parte de la fanfarre Biotzatarrak, hemos vivido momentos complicados porque murió uno de los nuestros por covid-19. Nos ha cambiado la vida por no ir al Buesa como cada partido. Parte de nuestra vida tiene que ver con el básquet, que nos lo hemos perdido tres meses. La final me ha pillado en Barcelona y esta mañana -por ayer- he salido a la calle a correr con la camiseta del Baskonia. Desgraciadamente no estamos acostumbrados a vivir momentos de estos y es una pena no poder hacer lo que haríamos, recibir al equipo y estar a su lado. El deporte no se vive de igual forma en la tele que en vivo. Igual por esto nos acordaremos de esta final de una manera especial».

«Se dice mucho del 'carácter Baskonia', pero también está el 'carácter Dusko', que le ha dado otra chispa al equipo y ha sido clave para salir de la mala situación del inicio. Les ha hecho creer en sí mismos tras una pandemia y un confinamiento. Solo alguien como él puede hacerlo. Ojalá se quede todos los años que le restan de entrenador en el Baskonia».

«La temporada comenzó como un verdadero desastre y así continuó, agónica, para acabar siendo la mejor de las 'catástrofes'. Las emociones, sentimientos, sensaciones y demás estímulos que hemos llegado a experimentar solo se pueden traducir en una palabra: GRACIAS».

«Ha sido súperemocionante. Es la primera vez que veo ganar algo al Baskonia porque de la Liga de 2008 solo me acuerdo por una foto que tengo con Splitter en la balconada de San Miguel. Siento no haber podido estar en el campo, pero espero que no pase tanto tiempo hasta que vea ganar un título al Baskonia en la grada. Me alegro por Granger, mi jugador favorito Lo ha pasado muy mal, pero se irá de Vitoria con buen sabor de boca».

«Empezamos la tarde la cuadrilla entre cervezas y acabé viendo el partido con mis padres. Vi la mitad con los amigos y el final, en familia. La confianza de este equipo ha ido aumentando según le veíamos crecer y a Dusko dando cera. Para Vildoza y Granger ha sido especial porque han pasado lesiones y me alegro también por 'Toko', que parece que se ha quedado muchos años confiando en ganar un título que no llegaba. Él también ha apostado por Baskonia pudiendo elegir ganar mucho dinero, y ha confiado en el proyecto. Ha tenido ese premio que no se sabe si será de despedida o no. La anterior final y la canasta de 'SanEme' la vi en el Buesa; no es comparable. Pero es bonito volver a conectarse al Baskonia tras un año malo al que también se sumó la covid-19».

«¡Buah! Increíble. Después de una campaña tan mala no esperaba que jugasen tan bien y acabasen campeones. Es mi primer año como socia y me da pena no haber podido animarles. Aunque hubieran perdido, habríamos estado igual de orgullosos con el equipo. Me alegro por Vildoza, que lo ha pasado mal. A ver si la temporada que viene nos va igual de bien, ya no por ganar, sino por darlo todo».

«Ha sido una pequeña sorpresa y una enorme alegría. Sobre todo porque veníamos de una dura pandemia, de crisis personales, por lo que esto ha sido como una especie de aire fresco, de que los alaveses estemos orgullosos de este equipo. Este Baskonia ha demostrado que con esfuerzo e ilusión se puede llegar muy lejos. A ver si esto es el inicio de una nueva etapa, mejor que las anteriores. Me alegro también porque conozco en persona a algún jugador; a mi amigo el 'fisio', Isaac, que me imagino habrá tenido un gran trabajo estas semanas... Gora Baskonia!».

«El arquitecto de este título es Dusko Ivanovic. Cogió un equipo hundido, a la deriva con Perasovic, y lo ha reflotado poco a poco. Es cierto que al Baskonia le ha venido muy bien la pandemia. Tampoco ha sido una gran sorpresa, al menos para mi, que se colara en la final porque era perfecta para un club como el Baskonia y un técnico como Dusko, especialistas los dos en torneos cortos. Además, Ivanovic dispuso de más tiempo para inculcar a sus jugadores sus planes y prepararlos como a él le gusta. También tiene mérito que el equipo haya ganado pese a que su mejor jugador a lo largo del año, Shengelia, no haya estado tan bien en la fase final de Valencia. Esto habla muy bien del rendimiento de otros hombres».

«Cuando Dusko dijo que se iba a Valencia para ganar, que si no era para eso no merecía la pena, supe que viviríamos algo muy especial. Cuando llegó él, sabíamos que íbamos a ir a mejor. Empezamos la temporada ilusionados, pero durante todo el año nos han lastrado las lesiones de larga duración. Lo hemos vivido con mucha ilusión y muchos nervios. Sabiendo que pasase lo que pasase, íbamos a estar orgullosos del equipo».

«Estoy muy contento por este título después de diez años de larga espera. Creo que el éxito es compartido, aunque le doy mayor protagonismo a Dusko Ivanovic por su planteamiento. Percibo en él que ha cambiado bastante su forma de pensar y actuar respecto a otras temporadas y con otros equipos. Lo ha hecho para mejor y desde luego que este Baskonia bajo su mando cambió notablemente. Es un grandísimo triunfo».