Un ejército corto e irregular
Laso ha manejado una plantilla reducida ante el papel testimonial de los jóvenes, limitada bajo los aros y escasa de sentido colectivo
El Baskonia 2024-25 ha sido una escuadra por momentos coja en algunas posiciones, tuerta en la dirección de equipo y corta a la hora ... de ganar efectivos que sostengan las fuerzas durante un maratón interminable de setenta partidos en poco más de ocho meses. No ha habido forma de cumplir la pretensión de añadir piezas de resistencia para suavizar la transición entre la exigencia continental entre semana a la obligación de cumplir en la ACB sábados y domingos. Si jóvenes como Pavel Savkov, Ousmane Ndiaye o Sander Raieste eran los indicados para mitigar el proceso de desgaste, el experimento no ha funcionado.
A partir de ahí, la concentración de fuerzas en un núcleo más reducido funcionó a lo largo de la campaña que concluyó el pasado viernes. La señas de identidad del primer proyecto de Laso en Vitoria quedan más retratadas en sus defectos. Y algunos de ellos llegaban de fábrica después de la reconstrucción estival. El ritmo más pausado quedaba encarnado en el timonel principal, un Trent Forrest primerizo en Europa y que se vio obligado a un duro proceso de aprendizaje que dio sus frutos en la recta final del curso. Ni el exjugador de los Hawks ni Baldwin fueron 'unos' con querencia directora. Esa condición podía recaer en Jaramaz, pero el tiempo y el propio Pablo Laso colocaron al serbio en el baúl de piezas inservibles. El transcurrir de la temporada permitió destapar un equipo con un puñado de solistas ofensivos acreditados que tenían problemas a la hora de adaptarse a las formas corales propuestas desde el banquillo, con Chima Moneke como verso libre y, muchas veces, descolgado. Markus Howard encarnaba la magia de lo imprevisible e impuso sus galones en el tramo de llegada después de meses de búsqueda incesante de su lugar en el baloncesto del técnico vitoriano. La necesidad de inyectar potencial muscular al perímetro recayó en Luwawu-Cabarrot, Nikos Rogkavopoulos y Tadas Sedekerskis con aportación desigual. El capitán azulgrana volvió a ser modélico en su regularidad, pero su ejemplo no cundió.
En la pintura azulgrana, el agujero fue desolador. Donta Hall parecía destinado a ser un complemento de nivel, pero terminó por asumir gran parte de la responsabilidad en la posición de 'cinco'. Su talante disperso fue la referencia mientras Khalifa Diop progresaba a paso lento hasta incluso ser adelantado por Luka Samanic. Sin dureza bajo los aros, la exigencia defensa era una quimera.
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Trent Forrest 11,2 puntos, 4,7 asistencias y 14,2 val.
Dura adaptación hasta el florecimiento tardío
El base de Alabama sufrió para coger el truco al baloncesto europeo hasta dejar su mejor versión para el tramo final de temporada con un ritmo pausado característico. Fortaleza física en las penetraciones y mejora progresiva en el triple y en la lectura de juego. Su capacidad muscular no siempre estuvo presente en el sacrificio defensivo.
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Kamar Baldwin 8,2 puntos, 3,4 asistencias y 14 valoración
A medio camino entre el puesto de base y escolta
Marcado por el compás de espera hasta ser comunitario, por sus compromisos con la selección georgiana y su posterior lesión en la muñeca. Transmitió la sensación de estar más cómodo de escolta que como base. Destellos individuales, pero sin terminar de encajar con regularidad en los esquemas azulgranas.
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Ognjen Jaramaz 2,6 puntos, 1,3 asistencias y 1,4 valoración
Un tercer director de juego casi invisible
El serbio llegó para apuntalar la posición de base con tres efectivos y ha terminado siendo casi invisible a ojos de Laso. Sin la confianza del técnico, Jaramaz ha tenido contados partidos de producción aseada. Sin la prestancia física ni el temple para ejercer de contrapeso director a los perfiles más individualistas de Forrest y Baldwin.
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Markus Howard 13,5 puntos, 36% en triples y 7,7 val.
De un incómodo papel secundario a la primera línea
El anotador azulgrana arrancó el curso con un papel secundario difícil de comprender, casi invisible para los timoneles del equipo. Con el paso de los meses ha tratado de volver a su mejor versión anotadora, con más tiros gastados y más tiempo con el balón en las manos. Cierra un curso de medias tintas, sin un punto de combustión alto.
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Timothé Luwawu-Cabarrot 10,7 puntos, 3 rebotes y 8,2 valoración
Un exterior multiusos de aportación desigual
Dispuesto a aportar en al dirección de juego, la puntería lejana o la entrega defensiva gracias a un físico privilegiado para su posición. También marcado por algunos contratiempos físicos, al exterior galo le costó encajar en el dibujo de Laso. Aportación irregular, en la línea general del equipo, en una escuadra poco dada a correr.
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Nikos Rogkavopoulos 9,3 puntos, 3,6 rebotes y 9,1 valoración
Energía y calidad en progresión
El exterior griego ganó en protagonismo en su segunda campaña en Vitoria, aportando desde la vertiente de la energía y la intensidad. Dejó su impronta como especialista en el tiro triple, pero también se vio penalizado por sus lagunas de concentración y su tendencia a cierta anarquía táctica debido a su impulsividad.
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Tadas Sedekerskis 8,5 puntos, 5,2 rebotes y 13,5 valoración
La pieza más constante y un capitán solitario
Superados los problemas médicos de inicio de campaña, el lituano fue el jugador más constante y con un nivel de compromiso contrastado. A caballo entre las posiciones de alero y 'cuatro' repartió esfuerzos en todas las facetas del juego. También deja la sensación de haber sido un capitán demasiado solo en un vestuario poco receptivo.
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Chima Moneke 13,3 puntos, 5,5 rebotes y 17,3 valoración
Grandes números en su versión más distendida
El nigeriano, al que se buscó un traspaso a finales del pasado año, deja una estadística notable que se contradice con su versión más distendida y fría sobre la cancha. Lejos del jugador que practicaba un baloncesto de tensión plena y febril. Sumido en una pendencia constante con colegiados. Sin foco claro para centrarse.
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Luka Samanic 8,3 puntos, 2,8 rebotes y 8,1 valoración
Talento en dosis contadas y 'cinco' de circunstancias
El croata fue el único refuerzo con la campaña en curso y llegó para aportar competencia a un puesto de 'cuatro' monopolizado por Moneke. Calidad a raudales, pero también una dosis alta de irregularidad en su vuelta a Europa tras su paso por la NBA. Terminó con minutos de 'cinco' y su último duelo ante el Madrid fue estelar.
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Donta Hall 8 puntos, 5,3 rebotes y 13,5 valoración
Pívot volador, pero liviano con los pies en el suelo
Para los 'highlights' queda una buena colección de mates y tapones, que hablan de su pericia para los altos vuelos. Cuando tocaba poner los pies en el suelo y luchar en el cuerpo a cuerpo en la pintura con pares de enjundia, fue un interior más bien liviano. Un espíritu un tanto disperso al que le tocó ser 'cinco' principal.
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Khalifa Diop 4,1 puntos, 3,8 rebotes y 6,1 valoración
Una promesa a la que todavía se espera
A sus 23 años, el senegalés sigue en el duro camino hacia la consolidación como interior de referencia en los esquemas azulgranas, algo que no ha sido en su segunda campaña en Vitoria. Su físico imponente no terminó de ser sinónimo de aportación constante dentro de una irregular batería de hombres altos.
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Sander Raieste 2,4 puntos, 0,9 rebotes y 1,4 valoración
Presencia escasa y triplista esporádico
Con 26 años, el exterior estonio no ha podido sacudirse la incómoda sensación de que su presencia responde a la necesidad de completar el cupo de formación. No llegó a ganar puestos en una rotación de perímetro con mucha competencia. Sin continuidad, sacó a relucir su puntería triple cuando pudo.
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Pavel Savkov Participó en 11 partidos
Sin sitio para foguearse ni demostrar su valía
El joven canterano cierra un año completo como aporte para los entrenamientos y relleno para la inscripción en los partidos ACB como cupo de formación. Más allá de eso, minutos muy esporádicos de juego, un buen choque en el Palau en la primera vuelta liguera y mucha paciencia y resignación para soportar el ostracismo.
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Ousmane Ndiaye 3,1 puntos, 2,6 rebotes y 3,4 valoración
De apuesta como escudero de Moneke a salir cedido
Ejerció de apuesta de riesgo para dar la réplica desde el banquillo a Moneke en el puesto de 'cuatro', pero no terminó de adaptarse al salto que supone competir a este nivel. Terminó relegado al banquillo y la llegada de Samanic terminó de abrirle la puerta hacia una cesión en el Granada, donde apenas tuvo tiempo de resarcirse.
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