Juan Núñez deja el Real Madrid y se va a Alemania A. BOUZO

Decisiones

Una gran secretaría técnica es aquella que ve claro cómo será la plantilla dentro de tres años

Sábado, 20 de agosto 2022, 00:08

Se amontonan noticias importantes de baloncesto que por estar en pleno verano pasan desapercibidas para el aficionado medio. Conocidos los éxitos de nuestros jóvenes, y ... que semanas atrás ya destaqué, se van produciendo informaciones mejores y peores. De las buenas, la aportación de los debutantes a la selección absoluta de Sergio Scariolo. El valenciano Pradilla es para mí una gran revelación. Sin mucho físico, su talento llama la atención.

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Por otro lado, la Federación ha tomado una decisión acertada, la de reducir las expectativas del grupo y potenciar, creando el eslogan 'La familia', la sensación de que hay que esperar unas temporadas para volver a ser los mismos. Llull y Rudy Fernández han aceptado el planteamiento y se les ve líderes del proyecto y protectores de los que son el futuro.

Lo peor del estío es el desmantelamiento de la cantera española, corta de efectivos pero larga de talento. Hagamos un repaso empezando por la historia más reciente. En la selección están los hermanos Hernangómez, hoy en la NBA, a la que se fueron sin haber dado un palo al agua en el baloncesto nacional. Hay algún caso más pero volvamos al presente.

La noticia más relevante del momento es la marcha del base Juan Núñez a Alemania. Resulta que el mejor jugador de Europa, que actuaba en el subcampeón de la Euroliga, abandona la disciplina blanca por no sé qué circunstancias. Sería comprensible en un club de mitad de la tabla, incluso de uno como el Baskonia, ¡pero en el Madrid! El jugador, nacido en 2004 y con cuatro temporadas de estancia en la entidad, no tiene ningún lazo que le ate. ¡Gran fracaso madridista!

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Yo mantengo que una gran secretaría técnica es aquella que ve claro cómo será la plantilla dentro de tres años; el presente lo aprecia cualquiera. Déjenme jugar por un momento a ese puesto. Al final de la campaña pasada, y después de comentarlo con el club, yo le habría ofrecido a Núñez un contrato de dos millones de euros por cinco años, hasta que cumpliera los 23. Le habría puesto una cláusula de salida para la NBA y si no la aceptaba, me daría igual. Dispondría de cinco años para seducirle. El 'chaval', por miedo al banquillo, pondría alguna pega que yo anularía prometiéndole, por ejemplo, prescindir de Alocén para que viera que mi apuesta es real, sabiendo lo que supone perder al gran base aragonés. Las dos partes expondríamos, sin duda, pero los sueldos se cobran por tomar decisiones arriesgadas.

Antes que Núñez, el Madrid ha dejado marchar a otra figura. Izan Almansa, moreno de madre española, natural de Murcia, donde le vi jugar por primera vez, también lo fichó para su equipo cadete. Y vinieron los listos, una escuela, la Overtime de Atlanta, en la que están involucrados veteranos de la NBA, creo que entre ellos Pau Gasol, y se lo llevaron. Nada protegía al club de su partida. Resulta que cada chico que llega a esa 'granja' gana un mínimo de 100.000 dólares por temporada. Al Real Madrid solo le queda como consuelo el derecho preferencial en el caso de que el baloncestista regrese algún día a competir en España. Solo como anécdota. Cuando el Baskonia captó a Marcelo Nicola, el mejor argentino de aquel momento, le sedujo con un contrato de diez años. Puedo asegurar que aquello sí era correr riesgos.

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Pero los damnificados de estos fracasos son varios. El propio Madrid, que tendrá que reflexionar para que no se repitan con tanta frecuencia. La ACB, que pierde atractivo para el público -imaginen lo que pensarán los aficionados blancos-. Y Jorge Garbajosa, el presidente del baloncesto español, la referencia de jugadores singulares que son el mayor incentivo para el crecimiento del deporte.

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