Dani Díez | Exala-pívot del Baskonia

«Hay que tener catorce jugadores para compaginar bien Euroliga y ACB»

– ¿Le hubiera gustado continuar?

– Fui muy feliz y no me habría importado seguir si el club me hubiera ofrecido algo. Al final, como no se ha dado, me he buscado la vida.

– ¿Qué balance hace de los dos años?

– El primero fue muy bueno pese a fallar en los momentos clave ante el Joventut. Peleamos por el primer puesto de la ACB con el Barcelona hasta el último momento y en la Euroliga nos quedamos fuera en el último partido. El segundo empezó torcido, pero Dusko (Ivanovic) nos da un cambio de tuerca y nos metemos en el play off de la Euroliga. Evidentemente ha habido cosas a mejorar. No meternos en los cruces de la ACB es un fracaso absoluto, porque un club como Baskonia no se puede permitir eso, pero compaginar la Euroliga con la ACB es muy complicado. Hay que tener 14 o 15 jugadores en la plantilla, porque si no, ya se ha visto lo que pasa.

– Joan Peñarroya lo consiguió con 13 jugadores.

– Es que su año fue buenísimo. Peñarroya tendrá sus cosas buenas y malas, pero rotaba mucho al equipo. Entonces la gente llegaba más enchufada a esos partidos de ACB. A toro pasado es fácil opinar. Este año cada partido nos jugábamos mucho por haber empezado mal, Dusko es cómo es, juega con los jugadores que él considera suyos muy importantes, y creo que eso ha pesado, pero es una simple opinión como pueda tener otra persona.

– Para el vestuario, ¿el éxito de la Euroliga aplaca el fracaso en la ACB en este último curso?

– Ni una cosa ni la otra. ¿Quién puede decir que no ha sido un exitazo meternos en el play off de la Euroliga tal y como está de dura la fase regular y con los presupuestos que hay? Hay que ponerlo en valor, y más por cómo se empezó y con la plantilla, que era la que era. Desgraciadamente ha pesado para la Liga ACB. Al final, jugar ni sé los partidos que hemos jugado martes-viernes y luego llegar el domingo a Gran Canaria, a Palencia, a canchas complicadas… es que es difícil. Equipos que tienen toda la semana para preparar el partido, para descansar lo que hay que descansar, para no pegarse viajes de chárter, de vuelos, de horas en los aeropuertos… Eso la gente no lo ve, pero no somos máquinas. Suena un poco excusa, pero es una locura el calendario.

– ¿Le sorprendió su fichaje por el Baskonia tras cuatro años lejos de la Euroliga?

– Sí, porque pensaba que esa etapa ya había pasado en los años buenos que tuve de joven, yo ya estaba pensando en otras cosas. Pero los cupos son lo que son y el entrenador me quiso, qué es lo más importante. O sea, que te llamara ya el Baskonia, guay, pero luego que te llamara Peñarroya y te dijera que cuenta contigo en la rotación, que me conoce bien por otros entrenadores, eso te reconforta. Jugar en el Baskonia 13 o 14 minutos de media en ACB y 11 o 12 en Euroliga para un jugador como yo, que venía ya de otro nivel, de estar en equipos más bajos, como Tenerife, como Burgos... Para mí ha sido un auténtico placer y lo he hecho lo mejor que he podido.

– ¿Por qué tanto con Peñarroya como con Ivanovic a veces desaparecía de la rotación?

– Yo tampoco entendía que hiciera dos partidos buenos y de repente el siguiente no jugara nada. Mucha gente me paraba por la calle: '¿Por qué no jugastes ayer?' Pues yo no tenía más explicación que una decisión táctica. Pero no me sentaba mal, lo veía desde otro punto. Cuando estás en un equipo de tanto nivel, donde los jugadores que tienes alrededor son más jóvenes, tienen mejores físicos y son mejores, esa es la realidad. Entonces, estoy agradecido con los minutos que he jugado. Me he sentido muy bien en pista, he intentado camuflar mis carencias con la experiencia y la verdad que creo que lo he hecho bien. En algún momento sí pensaba que podía haber jugado más, pero otros también lo pensarán. Moneke tendrá una media de veintipocos minutos y él pensará que tenía que jugar treinta. Me lo estoy inventando, pero si te pones en la situación de cada uno, ves que no es fácil. A mí no me importaba no jugar un partido o dos.

– En su despedida mencionó «las noches mágicas del Buesa Arena». ¿Con cuál se queda?

– Hay muchas. Los partidos de Euroliga donde se ha llenado y hemos podido ganar al Efes, recuerdo, esa prórroga... El del Fenerbahce con el partido de Vanja (Marinkovc), los del Real Madrid, especialmente los dos primeros que ganamos en casa en el año de Joan. Al final, el poder jugar ante 11.000, 12.000, 13.000 personas muchas veces te da mucha adrenalina, alegría y no todo el mundo puede decir que ha podido jugar en el Baskonia. Y yo estoy muy orgulloso de poderlo decir. He estado dos años en un gran club y me voy con el cariño de muchísima gente.

– Se le vio especial complicidad con Marinkovic y Sedekerskis. ¿Le es habitual lograr amistades o en Vitoria se ha acrecentado?

– El baloncesto me ha dado mucha gente que merece la pena. Y es verdad que aquí no me lo esperaba al ser el único español de la plantilla, el no controlar el idioma… no es lo mismo. Pero con ellos dos he tenido mucha conexión. Tenemos un grupo aparte en el que hablamos mucho y me da pena no volver a jugar juntos. Evidentemente la amistad queda ahí y nos volveremos a ver cuando se pueda fuera de la pista. Les tengo muchísimo aprecio y cariño.

– Tadas se queda, Vanja se va al Partizan ¿y usted?

– He hablado con varios clubes de ACB, con algún equipo en Turquía y de Japón. Y bueno, en alguna otra liga, que claro, si te lo digo ya sabes el equipo, entonces no lo puedo decir (ríe). Voy a estar en un sitio donde me valoren de verdad, donde me quieran y donde yo me sienta feliz jugando a baloncesto. Es verdad que el rol de estos años en el Baskonia lo he disfrutado mucho, pero me apetece jugar más minutos y ser más importante.

– El Baskonia necesita otro cupo nacional. ¿Qué opina del marco de contratación de la ACB?

– La ACB es la liga doméstica con menos jugadores nacionales de Europa. No sé si un 20%. Muy poco. Los clubes quieren quitar lo de los cupos porque hay dificultad para fichar jugadores de calidad, pero es que si la quitamos, al final no va a haber casi ningún español y la selección no va a tener tantos éxitos como ha tenido. En lugar de la liga española, que se llame de otra manera. Yo creo que esa regla ayuda a que el baloncestista español pueda llegar, formarse y ser mejor. Y que la selección siga ganando. Esta es mi opinión aunque igual es porque me beneficia. Yo entiendo que a Sander (Raieste) se le renueve porque es joven y es una apuesta del club. Ahora no sé si optarán por subir a alguien de la cantera o fichar a uno contrastado que pueda actuar minutos.

– ¿Cuál es el secreto de la efectividad (más del 50%) que tiene en el triple desde la esquina?

– Que me paso mucho tiempo ahí (risas). Los 'treses' y 'cuatros' somos los que menos protagonismo tenemos en el ataque. Los bases y los pívots nos han ganado la partida porque cada vez se juega más el 'pick and roll'. Y a mí me mandan a la esquina. Entre los cortes desde ahí y los triples es lo que más he hecho en mi carrera. Pero cuando me pongo a entrenar y tiro desde arriba o desde 45 grados, no tengo mucha diferencia con respecto a las esquinas. Siempre se me ha dado bien.