La llegada del nuevo año puede ser un buen momento para hacer una reflexión de lo que es el Baskonia de esta temporada, así como ... de su rendimiento y las causas que le llevan a manejarse como se maneja y a conseguir los resultados que consigue. Desde la última semana del mes de septiembre del año pasado el equipo ha disputado 35 partidos sumando las dos competiciones. Han sido más o menos diez compromisos al mes, uno cada tres días. Ha caído derrotado en 13 encuentros, lo cual no es un mal balance. Como es lógico, gana más en la Liga ACB, donde solo ha caido en cuatro ocasiones. De las nueve derrotas cosechadas en Euroliga, cuatro han sido por menos de cuatro puntos, fallaron las fuerzas en los momentos finales. Al mismo tiempo, solo dos veces le han derrotado por más de diez puntos. El diagnóstico no puede ser más aclaratorio: se trata de un equipo competitivo en gran parte de los choques que disputa. Pero también es un grupo que llega al final de las contiendas cansado.
El Baskonia es un equipo montado con la filosofía de pocos jugadores, con reservas en crecimiento y efectivos determinantes sólidos, de los que juegan a buen nivel todos los días. Aquí no valen jugadores timoratos, muy veteranos o propensos a las lesiones.
En este Baskonia no valen los jugadores timoratos, muy veteranos o propensos a las lesiones
En el equipo solo seis jugadores juegan más de 20 minutos por encuentro, siendo Giedraitis el más utilizado con 31. Luego, terminan de comerse las guerras Vildoza, Peters, Henry, Jekiri y Polonara con la ayuda de Dragic. Siete jugadores para todos los encuentros son pocos, las ayudas de Fall y Sedekerskis, inferiores a los 15 minutos, son poca aportación.
Desde este panorama se plantea el debate. ¿Qué es mejor? ¿Plantillas largas en las que se difuminan responsabilidades o, por el contrario, cortas donde cada cual sabe cuáles son sus responsabilidades? Siempre he preferido las cortas, donde no hay disculpas para los consagrados, en las que los jugadores de relevo son jóvenes con ambiciones que poco a poco crecen esperando su explosión. Youssoupha Fall y Tadas Sedekerskis son ejemplos.
En un calendario tan loco, los inconvenientes siempre están presentes. Alguna lesión importante que rompe todo planteamiento, alguna derrota circunstancial, incluso el error de que alguno de los elegidos no tenga suficiente coraje y todo se venga abajo en un duelo determinado. Por otro lado está el aspecto económico, siempre importante. Puede ser que el presupuesto que maneja el club en estos tiempos obligue a este planteamiento. El Baskonia de este año está perfectamente estructurado, solo me chirría un jugador. Se trata de Ilimane Diop, que renovó su contrato el pasado verano. ¿Qué ocurre con él? Cuanto me gustaría entender la mutua incomprensión entre jugador y entrenador.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión