El baskonismo pide un trago en el Premium Sport Bar
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El Baskonia ha remitido en fechas recientes una encuesta en la que interroga a sus socios sobre las posibles mejoras a abordar en el Buesa Arena ... . El club azulgrana avanza la posibilidad de remodelaciones parciales en el recinto, con la apuesta por instalar bares deportivos temáticos –'Premium Sport Bar', se hacen llamar– para mejorar la experiencia del usuario en el día de partido, antes del salto inicial, durante la disputa del encuentro y tras el pitido final. Interpela el Baskonia a sus abonados sobre el tipo de espectáculos que más les gustarían contemplar a modo de aderezo de lo meramente deportivo. El propósito parece claro; la mejora de ingresos a base de renovar y embellecer el envoltorio en el que se sirve el plato esencial, que no es otro que el equipo de baloncesto que responde al nombre de Baskonia.
De un tiempo a esta parte, el club azulgrana se ha tomado en serio la novedosa función de programador cultural en busca de ganchos que atraigan más público al Buesa Arena en los días de partido. Al incondicional baskonista no hay que llevarlo a rastras hasta Zurbano para ver al equipo de sus amores. Ahora, también se busca al espectador circunstancial, atraído por otros reclamos, pero que quizás repita o se enganche a este tinglado de las canastas, los triples y los mates espectaculares. En las últimas temporadas, hemos tenido en el coliseo azulgrana actuaciones musicales de géneros diversos, pero con un guiño claro al público más joven. También hemos presenciado espectáculos infantiles, humorísticos, sesiones de DJ's, peleas de 'gallos' a golpe de verso rapero... Respecto al nivel de calidad de los eventos programados, pasa como con el baloncesto. Para gustos, los colores...
El esquema de la encuesta remitida a la masa social baskonista recuerda un tanto a la cursada hace unos meses a los socios del Deportivo Alavés. Sobre la mesa, las posibles mejoras en el recinto deportivo de turno, con una pretensión final de mejorar los ingresos a base de ofrecer mayores alternativas de consumo a los aficionados. Pases VIP, opciones Premium, palcos, espacios privilegiados de hostelería y un abanico de propuestas que los más viajados habrán podido experimentar en canchas de baloncesto y campos de fútbol más o menos cercanos.

Pero entre el seguidor alavesista y el aficionado baskonista parece haber inquietudes dispares si a uno le da por abordar su particular sondeo entre amigos, familiares, conocidos, tuiteros e 'influencers' de barrio. Los hay en la sufrida familia alavesista a los que les preocupa un posible traslado que archive Mendizorroza como estadio centenario y reubique el nuevo templo albiazul vaya usted a saber en qué parcela correspondiente al municipio de Vitoria-Gasteiz o aledaños. Mientras, hay aficionados azulgranas a los que les inquieta ese descenso gradual de la calidad baloncestística del Baskonia en los últimos tiempos, sus problemas crecientes para estar a la altura de una historia repleta de hitos inolvidables.
Al menos, la garantía de seguir presentes en la Euroliga ocurra lo que ocurra en otros frentes tiende a amortiguar los dramas que contempla el seguidor baskonista. Para el fiel albiazul, el descenso de categoría es un riesgo real y conocido, una sombra que siempre ha acompañado al Glorioso como una maldición histórica que el mando de Josean Querejeta y su grupo gestor intentan exorcizar.
La grada de Mendizorroza y la del Buesa son mundos paralelos, con radiografías emocionales dispares, pero con el nexo común de sentirse el apoyo de los dos símbolos deportivos más importantes del territorio alavés. Luego, están los aderezos de todo tipo, las iniciativas punteras del negocio deportivo para convertir el ritual clásico de ir al basket o al fútbol en una 'experiencia'. O mejor habría que decir 'experience', por lo ostentoso y lucido que queda el uso del idioma anglosajón. Del bocata traído de casa, las pipas o las palomitas a los asientos acolchados, las iluminaciones LED o la panorámica más o menos privilegiada, con o sin columna en el marco de visión, tal y como sucede en no pocos asientos de Mendizorroza.
El socio de uno y otro club habrá rellenado la encuesta con mayor o menor atención. Tal vez haya dejado escapar una sonrisa socarrona al revisar el largo listado de eventos que el Baskonia asegura estar estudiando para su posible desarrollo en el Buesa. Un multiusos donde cabría todo: ópera, concursos de oratoria, bodas o torneos de tenis, pádel, boxeo o balonmano, entre otras disciplinas. Nada que objetar a semejantes planes mientras se deje un hueco a un base organizador, un pívot que dé miedo bajo los aros, un ala-pívot abierto o 'cerrado', pero que sea de los buenos, un escolta con puntos en las manos y eficiencia en su carta de tiro... Ya saben, ese tipo de 'tonterías' en las que gastan su tiempo y su dinero los locos del basket.
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