Un Baskonia de peones endiablados
Emparentados por su baja estatura, Nowell y Howard son la llave para desbloquear las incógnitas del nuevo perímetro azulgrana
El metro y ochenta centímetros de altura es la barrera invisible que acostumbra a separar a los baloncestistas aptos para competir a nivel profesional de ... los que han de afrontar un pulso contra los prejuicios con un resultado que, en muchas ocasiones, termina en derrota. La evolución del baloncesto es una carrera sin freno hacia un juego ultramuscular y de ritmo vertiginoso, pero la altura sigue siendo una virtud que se cotiza. En este mundo de gigantes, el Baskonia cuenta con dos 'anomalías'. Una es Markus Howard, que afronta la que será su cuarta temporada en la capital alavesa. La otra es Markquis Nowell, el séptimo fichaje que remata la reconstrucción más profunda de los últimos años en las oficinas de Zurbano. Ambos caminan por debajo de ese listón de 180 centímetros y han sufrido todos los prejuicios, desconfianzas e incluso han sido protagonistas de más de una broma de mal gusto respecto a su estatura.
El escolta anotador acredita 1,79 metros de altura mientras que la nueva incorporación baskonista, que ha firmado un contrato para las dos próximas temporada, levanta 172 centímetros del suelo. El primero vio cómo la NBAle cerraba la puerta tras dos temporada discretas en Denver y ahora se abre camino en el baloncesto europeo. El segundo apenas pudo disputar tres minutos y medio de juego con los Toronto Raptors en el arranque de la temporada 2023-24. Fue todo su protagonismo en la mejor competición mundial, el tiempo de un parpadeo. A sus 25 años, Nowell prueba suerte en Europa en busca de reconocimiento y un espacio competitivo donde desarrollarse.
Ambos también encarnan la querencia del Baskonia por asumir riesgos en el mercado y definen una línea exterior repleta de enigmas. Las llaves para desbloquear buena parte de las incertidumbres en los puestos exteriores están en manos de gente menuda, tipos bajitos con alma de diablos. El club azulgrana contrata a Nowell en la confianza de que sea la referencia pasadora en el puesto de base, donde Trent Forrest maneja un estilo menos asociativo y un ritmo más pausado.
El séptimo fichaje del nuevo proyecto azulgrana firma para las dos próximas temporada
Una rápida adaptación será clave para el jugador de Harlem, que, sobre el papel, encaja en ese esquema de «manejador» que apuntó hace semanas el nuevo secretario técnico azulgrana, Xevi Pujol. La competencia en el puesto de 'uno' está servida, aunque si Paolo Galbiati abraza la versatilidad, las combinaciones pueden ser múltiples. Luego, la estructura cambia dependiendo de si el escenario es Euroliga o ACB. En la batalla continental, no se mira la licencia a la hora de abordar descartes. En el frente doméstico, Galbiati afronta una compleja encrucijada al tener que tachar de la lista de disponibles a uno de sus tres extracomunitarios: Forrest, Howard y Nowell. Así será durante la campaña entrante a no ser que, en meses venideros, alguno de los tres varíe su estatus previo paso por la selección nacional de turno. Rafa Villar parte con la tarea de madurar y crecer para ser un buen relevo en la ACB.
La asociación de dos 'pequeños' con alma ofensiva promete, de entrada, diversión
Nowell también aspira a ser una amenaza ofensiva, tanto por su capacidad en el 'uno contra uno' como en el lanzamiento triple. Son dos recursos inexcusables para que cualquier base se gane la vida en el baloncesto moderno. También se trata de una faceta clave para multiplicar recursos ofensivos en el perímetro baskonista. Es la misma razón por la que se prevé que Matteo Spagnolo juegue entre poco y nada como base y ejerza de pieza de recambio para Howard. Se busca complicar la tarea de las defensas de perímetro rivales con otros focos de atención más allá del jugador de Morristown.
Nowell y Howard comparten la condición de jugadores dispuestos a compensar su corta talla con velocidad e inteligencia. Otra cuestión a dilucidar consiste en qué se puede esperar del rendimiento defensivo azulgrana cuando ambos compartan pista. La laboriosidad de Howard atrás no se discute, pero hay límites físicos claros que no siempre se compensan con la rapidez, la fortaleza de piernas o las simples ganas. Desde su llegada a Vitoria, las estrategias ofensivas de los oponentes del Baskonia incluyen un apartado en el que se recomienda cargar el juego sobre Howard. Con Nowell, el ataque rival podría tener otra brecha por donde descomponer el muro defensivo de Galbiati. En este punto, las descompensaciones defensivas pueden equilibrarse a base de un esfuerzo extra de otros compañeros en pista. Cuestión de solidaridad y de guardar en lo posible las espaldas de los 'pequeños'. La nueva asociación Howard-Nowell promete, de entrada, diversión. El tiempo dirá si también alumbrará un baloncesto efectivo y ganador.
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