El Baskonia, de la ilusión a la intrascendencia
El impacto inicial del 'efecto Laso' se cruzó con una plantilla de construcción agrietada para alumbrar un equipo irrelevante en el curso recién cerrado
Dos partidos duró el retorno del Baskonia a los play off ACB. Ni una opción para rebatir la lógica del más fuerte, que no fue ... otro que el Real Madrid. Así quedó archivado un curso 2024-25 que arrancó con la ilusión desbordante de ver a Pablo Laso como conductor del banquillo azulgrana y que ha terminado con una eliminación temprana en la ronda de cuartos por el título liguero. El reinicio de cero que pretendía la entidad vitoriana al cierre de la fase regular choca con la evidencia de que resulta imposible escapar del pasado. El Baskonia titubeante, irregular y de baloncesto muy justo para grandes empresas pudo mejorar algunos aspectos de su juego una vez entrados en play off, pero no se dieron rehabilitaciones milagrosas.
El equipo azulgrana rubrica una campaña marcada por la irrelevancia. Apenas ha asomado durante el ejercicio el carácter contestatario de un conjunto que se perdió por segunda temporada consecutiva la Copa del Rey, cerró la Euroliga en decimocuarto puesto, a cuatro victorias del play in, concluyó la fase regular ACB en un discreto octavo lugar y que, llegados a los play off de cierre de curso, ha encajado un pleno en contra. Triunfos parciales de mérito ha podido haber en los dos frentes competitivos. Veladas de disfrute como las victorias ante el Barcelona en la ACB y los triunfos en casa frente al Fenerbahce o el Panathinaikos, entre otros. Sin embargo, los caminos exclusivos que llevan a estar cerca de títulos o finales no han sido transitados por un equipo vitoriano que, por segunda campaña consecutiva, sufre para mantener el equilibrio en dos competiciones de absoluta exigencia.
El Baskonia 2024-25 deja un poso de equipo escaso de química colectiva, con un nivel baloncestístico muy limitado
En la Euroliga, el peso de presupuestos superiores y de plantillas más y mejor armadas relegaron al bloque de Laso a la zona fría de la clasificación. En el territorio ACB, situarse entre los ocho primeros ha sido la excepción. La tendencia se corrigió ya avanzada la temporada, pero no lo suficiente como para aspirar a un cruce más benigno en cuartos. Las citas domésticas castigan de nuevo a un Baskonia que no encuentra reservas para cambiar el paso de las grandes noches continentales entre semana a las obligaciones ACB de sábados y domingos.

Más allá de resultados, el Baskonia 2024-25 deja un poso de equipo escaso de química colectiva, con un nivel baloncestístico muy limitado para cotas ambiciosas. Ni el diseño presentado por los constructores del equipo ni la alquimia de Pablo Laso ni la aportación de los propios jugadores han servido para ir más allá de lo testimonial. El plantel azulgrana ha ocupado su puesto en las escenas de Euroliga y ACB, pero sin acaparar focos. Colocado en filas secundarias, sin encontrar la manera de meter codos para abrirse paso hacia una mayor atención. En la competición continental, resultó imposible alejar la sensación de que los dominadores del torneo y los aspirantes mejor acreditados jugaban a un baloncesto muy distinto del desplegado por el equipo de Laso. En la ACB, la incomodidad fue constante y patente la incapacidad de readaptación para terminar bien la semana.
Rendimientos tenues
La trayectoria del curso ya cerrado retrata a un Baskonia de extremos, con momentos de buen juego y un puñado de grandes victorias parciales que no equilibran la inconsistencia y la falta de un nivel defensivo idóneo para no fiarlo todo al acierto. Como principales sustentos del equipo quedan las explosiones anotadoras de Howard, la constatación de la calidad individual de Trent Forrest, el efectismo aéreo de Donta Hall, la fiabilidad multiusos de Tadas Sedekerskis o los números brillantes de Chima Moneke. Trazos solistas de calidad innegable, pero sin una partitura común exitosa.
En un plano gris se sitúan figuras más intermitentes como Luwawu-Cabarrot o Kamar Baldwin. El alero galo gastó empeño para ser referencia exterior anotadora y el base estadounidense apenas ha podido encontrar la continuidad, anulado de inicio por no tener el pasaporte georgiano que le convirtiera en comunitario y más adelante por su lesión en la muñeca. Renunciar a Baldwin hasta finales de noviembre en la ACB fue una apuesta demasiado arriesgada que asumió el club en un puesto de base reconstruido al completo, con Forrest obligado a una adaptación ardua y Jaramaz como repuesto de circunstancias que nunca tuvo la plena confianza de Laso.
47% Porcentaje de victorias
Acreditado por el Baskonia en la temporada 2024-25. Los azulgranas acumulan 33 triunfos y 37 derrotas en el cómputo de 70 partidos disputados entre Euroliga y Liga ACB. En la competición continental el balance fue de 14-20. En el torneo doméstico; 19-17.
20 Valoración media
De Trent Forrest en el play off contra el Real Madrid, donde fue el jugador baskonista más destacado.
La rotación exterior se completó con un Nikos Rogkavopoulos siempre decidido y enérgico, pero también penalizado por sus lagunas de concentración. En la pintura, Khalifa Diop deja un rendimiento desigual, con una dotes físicas envidiables que siguen sin traducirse en una sensación de dominio bajo los tableros. Por su parte, Luka Samanic, único refuerzo abordado por el club con la temporada en curso, llegó para apuntalar el puesto de ala-pívot para terminar como 'cinco' a tiempo casi completo y un rendimiento un tanto tibio.
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Demasiados rendimientos individuales tenues para un Baskonia que el pasado verano lo fio casi todo a la batuta de Pablo Laso y a una reconstrucción de equipo que pregonaba el papel de los más jóvenes para oxigenar la plantilla. Ocho meses después, Sander Raieste, Pavel Savkov y Ousmane Ndiaye apenas quedan como acompañantes, con una contribución muy escasa que ha hecho imposible alargar más la plantilla.
Tres años de sequía de triunfos en play off
Caer derrotado en una serie de play off no es una cuestión coyuntural para el Baskonia. Su eliminación a manos del Madrid es el último eslabón de una cadena de sinsabores recurrentes en los últimos cursos. De hecho, el club vitoriano acumula ya tres años sin obtener una victoria en una eliminatoria posterior a la campaña regular, ya sea en Euroliga o en ACB. Su último triunfo en estas estribaciones data del 30 de mayo de 2022. Entonces, el Baskonia dirigido por Spahija superó al Valencia Basket (59-76) para liquidar la serie de cuartos y acceder a semifinales, donde cedería un 3-0 ante el Real Madrid. Ya con Peñarroya, los azulgrana caerían en primera ronda por el título liguero ante el Joventut (0-2). El pasado curso, el cruce de cuartos de Euroliga contra el Madrid se saldó con un 3-0.
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