Un equipo abierto por obras, igual que la vieja catedral
No cabe calificar la visita a Tenerife como el escenario idóneo donde unir resultados al proceso
Cualquier jurado en asuntos de comunicación que se precie concedería el premio gordo de un concurso al creador del célebre lema unido a la vieja ... catedral de Vitoria. 'Abierto por obras' ideó la brillante mente en el ánimo de fomentar las visitas al templo. Pues bien podría tomarse el eslogan para definir al equipo que maneja Pablo Laso. Un bloque por hacer al que conviene asomarse desde el triforio con el deseo de contemplar a través del tiempo los efectos beneficiosos de las reformas.
Desde luego que no cabe calificar la visita a Tenerife como el escenario idóneo donde unir resultados al proceso. En el recinto insular actuó un grupo azulgrana movido a tirones, que desnudó carencias a ambos lados del campo en el arranque, creció según se desarrollaba la cita y se desencuadernó igual que un libro caído de bruces al suelo entre los minutos 30 y 37.
Apenas tres tiros libres dentro de un secarral adelante sin una mísera canasta que echarse al cuerpo hasta el triple de Sedekerskis. Y desconexiones atrás para mayor gloria de un adversario con quinquenios de experiencia laboral que convierte el movimiento de la pelota entre unas manos y otra en una labor de orfebrería.
La ACB levantaba la cortina para el Baskonia con la decisión técnica de sacrificar a Baldwin ante el requisito legal de alinear tan sólo a dos extracomunitarios. Y ya la víspera se supo que Hall no ocuparía su asiento en el avión por dolencias estomacales. Sin duda, la gran oportunidad de Diop para empezar su relato reivindicador tras un curso precedente tan frustrante.
Y, de hecho, el joven pívot senegalés aplicó ganas a su puesta en escena. Pero alternó capítulos en la columna del 'haber', como cierto empeño en el rebote y la intimidación taponadora que le proporciona su atlética envergadura, con apuntes en la lista del 'debe' condensados en las pérdidas y su liviano peso específico frente al aro local.
La batería interior, sin el 'comeniños' llegado de Mónaco, se reducia a la polivalencia de Sedekerskis, el variado veneno de Moneke ante el tablero insular y las aportaciones de dos jóvenes (Khalifa y Ndiaye) ante el tribunal examinador de catedráticos tan veteranos como Shermadini, Abromaitis y Doornekamp. Un parcial demasiado severo para empezar la carrera universitaria.
A falta de ir modelando la obra, al Baskonia del primer año según Laso le falta asentar la base y la altura, los timoneles y los pívots. Porque ayer se apoyó en la calidad de Luwawu-Cabarrot y en cuanto ya conocemos de Sedekerskis y Moneke antes de caer en el agujero negro de La Laguna, el ecosistema donde habita el equipo de Txus.
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