Mucho trabajo de laboratorio todavía

Normal que al traje azulgrana enseñe más costuras que remates. Hasta hace nada han visto sus integrantes a través del televisor las andanzas continentales de cuatro soldados alistados para su causa. Los estonios Raieste y Kotsar, el lituano Giedraitis y el serbio Marinkovic -único miembro del plantel que no pisó el parqué de Les Borges Blanques- apenas habían cruzado saludos de cortesía con sus nuevos compañeros. Cinco, pese a que la convalecencia de Díez por su apendicitis alevosa y nocturna, acortase las novedades a cuatro rostros concretos más el añadido temporal de Milaknis.

El cuadro alavés sólo emitió señales de cierta jerarquía durante un primer cuarto de condescendencias mutuas (25-25). A partir de entonces mandó sobre la cancha el conjunto de Sito Alonso, con más argamasa y menos grietas que su oponente. Todo ello en un típico partido de preparación estival que rindió culto al famoso correcalles a lo largo de un tercer cuarto de balones resbaladizos, transiciones catentes de materia gris y demasiados castigos a los aros.

Durante algunos momentos fugaces ofreció el cuadro azulgrana la impresión de que, una vez cosidas sus partes todavía dispersas, dispone de puntos en las manos de unos cuantos hombres. Cierto que los errores perseverantes en el lanzamiento lejano impidieron confirmar esa tesis apenas mostrada. Pero fue atrás donde más se localizaron los fallos del grupo alavés. Demasiadas permisividades en la defensa exterior que se encargaron de penalizar McFadden desde lontananza y el 'ex' Diop con su recurso cada día más afilado del lanzamiento triple.

Había curiosidad sana e interés lógico por ver las prestaciones de los jugadores incorporados para la campaña ya inminente. Parece una evidencia que el menudo Howard maneja la pelota con la naturalidad que gastan los sobrados para botar. Pero la velada mostró interferencias a la hora de contactar con sus compañeros y muchos tiros sin hallar el beso dulce de la red.

Thompson pasó de manera leve sobre la pista, Hommes estrelló demasiadas esferas en el círculo anaranjado y Kotsar sólo enseñó la dulzura de su mano zurda en los tiros libres. Escaso bagaje a la espera de que el amistoso que cierre hoy la gira, la Euskal Kopa y la presentación ante la parroquia azulgrana la noche del 25 vayan mostrando avances en el descubrimiento de la fórmula. El que aguarda entre las paredes del laboratorio a Peñarroya con casi todo su ejército alineado ya en el patio deportivo de las armas.